NN GG, sin complejos
Estamos advertidos de la necesidad de prevenirnos de los entusiastas. A¨²n recuerdo c¨®mo el Conde de Barcelona nos explicaba los da?os colaterales que le sobreven¨ªan del entusiasmo mon¨¢rquico de Luis Mar¨ªa Anson. Mucho antes, el duque de Wellington daba cuenta a Londres de los avatares de su Peninsula's war -para nosotros, Guerra de la Independencia- se?alando que los ej¨¦rcitos espa?oles estaban hechos de esa materia, el entusiasmo, especialmente da?ina para la adecuada planificaci¨®n y ejecuci¨®n de las operaciones militares. Baste un ejemplo m¨¢s, el de William Buckley, el renovador del pensamiento conservador americano, que ha inspirado a una generaci¨®n de intelectuales y pol¨ªticos, quien manifest¨® poco antes de morir el pasado febrero la verg¨¹enza que le produc¨ªa la cadena de televisi¨®n Fox News, empe?ada en invocar su autoridad moral, por su propaganda vulgar, su reducci¨®n caricaturesca del conservadurismo a algunos clich¨¦s arcaicos. Por ah¨ª vamos a continuar.
La Comunidad de Madrid es el pa¨ªs de las maravillas, se mire por donde se mire
La informaci¨®n del pasado fin de semana a prop¨®sito del congreso regional madrile?o de la muchachada de Nuevas Generaciones (NN GG), es decir, para entendernos, de las Juventudes del Partido Popular, nos devuelve a esas estampas del entusiasmo contraproducente, azuzado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y por el presidente de honor de los populares, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Veamos la ponencia pol¨ªtica, que hace una defensa del liberalismo "sin prefijos, ni sufijos". Rechaza la supuesta superioridad moral de la izquierda. Se declara dispuesta a dar la batalla de las ideas sin complejos frente a sus t¨®picos e iconos trasnochados y dice huir de la correcci¨®n pol¨ªtica y del conformismo. Pero a lo largo de 18 folios y 111 puntos demuestra un grado de sumisi¨®n a las pol¨ªticas del Gobierno de Esperanza Aguirre que ruboriza a cualquier lector. Es imposible encontrar un punto de rozamiento, una leve objeci¨®n, una dulce discrepancia. Rechazan ser "una juventud dependiente del poder pol¨ªtico, adicta a las subvenciones e incapaz de progresar al margen del paternalismo estatal", pero acreditan todo lo contrario respecto a la Comunidad de Madrid.
Dicen estar contra el relativismo intelectual y moral procedente de la degeneraci¨®n del mayo del 68, pero a continuaci¨®n se atreven a afirmar que el verdadero progreso es el que genera riqueza. Es una nueva dogm¨¢tica reduccionista, dentro de la cual los impuestos son vistos como una asfixia promovida por el Gobierno, como si las comunidades y los ayuntamientos gobernados por el Partido Popular no tuvieran en su haber el incremento de la presi¨®n impositiva. La Comunidad de Madrid es el pa¨ªs de las maravillas se mire por donde se mire. La lectura de la ponencia hace dif¨ªcil ponerse en los zapatos de sus redactores, que llegan a pronunciarse a favor de la flexibilizaci¨®n del mercado laboral "como m¨¦todo de empleo", cuando tan probado est¨¢ que es un m¨¦todo de desempleo. Luego, toma posiciones frente a la regulaci¨®n del salario m¨ªnimo que, en su opini¨®n, "lejos de crear empleo, provoca inflaci¨®n y crea paro".
Recuerdo hace 28 a?os, en el Diario 16 verdadero, la pol¨¦mica de un buen amigo periodista con Pedro Schwartz, campe¨®n ya entonces de los liberal nihilistas, quien propugnaba esa misma modernidad. Su argumento era la existencia de padres de familia necesitados dispuestos a trabajar con remuneraciones inferiores y tambi¨¦n la de empresarios deseosos de contratar con salarios m¨¢s bajos. De donde deduc¨ªa que la supresi¨®n del salario m¨ªnimo producir¨ªa una inmediata reducci¨®n del paro. La medida parec¨ªa t¨ªmida porque es seguro que se encontrar¨ªan gentes sin trabajo dispuestas a aceptar los castigos corporales y empresarios convencidos de que el recurso a estos m¨¦todos de presi¨®n f¨ªsica incrementar¨ªa la productividad, de manera que su autorizaci¨®n aportar¨ªa otro incremento adicional del empleo.
Avanzando soluciones imaginativas, nuestra muchachada de las NN GG quiere tambi¨¦n "procedimientos judiciales modernos y r¨¢pidos, que sean efectivos a la hora de proteger los derechos del propietario". Es decir, que se agilicen los "lanzamientos" de los inquilinos de manera expeditiva. Est¨¢n por que salga m¨¢s suelo al mercado "para as¨ª conseguir una importante bajada de su precio", cuando la experiencia en absoluto lo confirma. Falta espacio para se?alar otras agudezas sobre el intervencionismo del Estado, que se presenta como una tendencia totalitaria exclusiva de ZP, como si desde La Moncloa se manejara la Reserva Federal de Washington. Eso s¨ª, del sectarismo de Telemadrid, ni palabra.
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