Una superhero¨ªna entre buenos y malos
No es una hero¨ªna Lisbeth Salander, de 26 a?os, personaje del periodista sueco Stieg Larsson (1954-2004): es una superhero¨ªna de 40 kilos, metro y medio de estatura y apariencia de ni?o de 12 a?os, pero con pechos, aumentados en una cl¨ªnica genovesa. Es un gnomo del bosque, a ojos de un enemigo, criatura imposible, tatuada y perforada por piercings, bisexual, o s¨®lo sexual, fumadora, viajera, dotada de memoria fotogr¨¢fica y prodigiosa capacidad de observaci¨®n. Piratea ordenadores. Posee el don de la ubicuidad cibern¨¦tica: entra en casa de todos a trav¨¦s del ordenador. No es exactamente de este mundo, hija de un monstruo. A primera vista es inofensiva, como Clark Kent, una bruta esmirriada e imb¨¦cil, y quiz¨¢ consuele a sus lectores humanos que alguien tan d¨¦bil sea capaz de respuestas tan contundentes contra los desaprensivos. No soporta que abusen de los indefensos. La chica que so?aba con una cerilla y un bid¨®n de gasolina (Millennium 2) cuenta, en principio, el asesinato en Estocolmo del periodista Dag Svensson y la crimin¨®loga Mia Bergman, autora de la tesis From Russia with love, que han descubierto una trama de traficantes de mujeres. Ellas son las v¨ªctimas, los hombres, los agresores: la naturaleza sexual es aqu¨ª, en s¨ª misma, una condici¨®n del delito. Los superh¨¦roes sufren ca¨ªdas que los impulsan a¨²n m¨¢s alto, y Lisbeth se convierte en sospechosa de los dos asesinatos, y de uno m¨¢s. Sus huellas est¨¢n en el arma tres veces homicida y en el escenario de los cr¨ªmenes. Re¨²ne un espeluznante historial policial y psiqui¨¢trico. Es violenta, retrasada, perturbada, psic¨®pata, seg¨²n el diagn¨®stico del forense y la sentencia de un juez, "lesbiana psic¨®tica miembro de una banda de sat¨¢nicas sadomasoquistas", a juicio de la prensa. Lisbeth, que adem¨¢s de emociones paranoicas tiene plena y justificada desconfianza en las autoridades y en los seres humanos en general, ha respondido siempre con silencio a los interrogatorios m¨¦dico-policiales. Sus normas son consistentes, pero no siempre coinciden con la ley.
Buenos y malos de videojuego rodean a la superhero¨ªna capaz de resucitar de entre los muertos: su par y amante temporal, Mikael Blomkvist, de 45 a?os, famoso periodista de Millennium, "la revista con m¨¢s credibilidad y descaro del pa¨ªs", perseguidor de financieros hampones; el boxeador Paolo Roberto; la sueca china Miriam Wu; el abogado Bjurman, alcoholizado y sucio, violador, miembro del club de tiro de la polic¨ªa, Greenpeace y Amnist¨ªa Internacional; agentes de los servicios secretos; motoristas vendedores de metanfetamina; un gigante rubio, de hormig¨®n asesino, que no padece el dolor y teme a la oscuridad. El genio del mal es Zala, o Zalachenko, espectral como el protagonista de La m¨¢scara de Dimitrios.
Larsson siente el amor de lo que llaman cultura popular, y recuerda festivamente a Ian Fleming y Victor Fleming, a Enid Blyton y Mickey Spillane, a los personajes de Astrid Lindgren, la de Pippi Calzaslargas. Los hombres que no amaban a las mujeres (Millennium 1) arranca con un clich¨¦ de novela negra cl¨¢sica: la visita del detective a la mansi¨®n de un millonario que quiere resolver un enigma: c¨®mo desapareci¨® una ni?a de una isla sin salida. El misterio de la habitaci¨®n cerrada se plantea en una casa de campo, en familia, como en una novela de Agatha Christie. Pero, como en una pel¨ªcula americana de estos a?os, la investigaci¨®n lleva a la c¨¢mara de torturas de un asesino en serie que cita la Biblia. Larsson alcanz¨® a escribir la tercera parte, que se traducir¨¢ en junio. No ser¨ªa raro que alg¨²n escritor recibiera el encargo de continuar Millennium, aunque parezca irrepetible el excelente ingenio de Stieg Larsson: sus iniciales invierten las de su superhero¨ªna, Lisbeth Salander.
Los hombres que no amaban a las mujeres. Millennium 1. La chica que so?aba con una cerilla y un bid¨®n de gasolina. Millennium 2. Stieg Larsson. Traducci¨®n de Martin Lexell y Juan Jos¨¦ Ortega Rom¨¢n. Destino. Barcelona, 2008. 668 y 752 p¨¢ginas. 22,50 euros. Els homes que no estimaven les dones. La noia que somiava un llum¨ª i un bid¨® de gasolina. Stieg Larsson. Traducci¨®n de Alexandre Gombau y Albert Vilardell. Columna. Barcelona, 2008. 624 y 768 p¨¢ginas. 22,50 euros.
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