El Parlamento Europeo derrota la semana laboral de 65 horas
- Los eurodiputados se rebelan contra la iniciativa de los Gobiernos - Los periodos inactivos de las guardias computan como trabajo
Contra todo pron¨®stico, el Parlamento Europeo derrot¨® ayer por amplia mayor¨ªa la iniciativa de los Gobiernos en el Consejo y de la Comisi¨®n Europea que supon¨ªa un importante recorte de los derechos laborales de los trabajadores. La propuesta impulsada por el Reino Unido, pa¨ªses n¨®rdicos y antiguos pa¨ªses del Este pretend¨ªa imponer el opting out que implica que la duraci¨®n de la jornada laboral pueden pactarse "libremente" entre la empresa y el trabajador de manera individual. La consecuencia era elevar el l¨ªmite del tiempo de trabajo semanal de las 48 horas actuales a 65.
El art¨ªfice de la defensa de los derechos laborales ha sido el eurodiputado socialista espa?ol, Javier Cercas, quien tras varias semanas de intensas negociaciones ha logrado aglutinar los votos de la izquierda y de los verdes una parte significativa de los conservadores del PPE y de los liberales. El pleno de la c¨¢mara logr¨® por 421 votos a favor, 273 en contra y 11 abstenciones que se elimine en el plazo de tres a?os el opting out establecido para el Reino Unido en la directiva vigente de 1993, que limitaba el tiempo de trabajo a 48 horas semanales.
Cercas busc¨® apoyos en todos los sectores y venci¨® la estrategia brit¨¢nica
El Consejo Europeo deber¨¢ alcanzar ahora un acuerdo en 80 d¨ªas
La excepci¨®n brit¨¢nica fue aprovechada posteriormente por m¨¢s de una docena de Estados, para adaptarse a las sentencias del Tribunal de las Comunidades Europeas, en el caso de los m¨¦dicos, que declar¨® que el tiempo de guardia es tiempo de trabajo. Ayer, el pleno aprob¨® por abrumadora mayor¨ªa de 576 votos de los 785 que tiene la c¨¢mara una enmienda que establece que todo el tiempo de guardia, incluido el inactivo, sea considerado tiempo de trabajo. Durante las ¨²ltimas semanas, los m¨¦dicos desarrollaron una importante movilizaci¨®n en pro de esta medida.
Al finalizar la votaci¨®n, Cercas, sensiblemente emocionado por el masivo apoyo recibido, manifest¨® que el resultado no habr¨ªa sido posible sin el apoyo de cristiano dem¨®cratas que "tambi¨¦n defienden una idea social de Europa". Con su estrategia de fomentar el debate abierto, buscando apoyos en todos los sectores, el diputado socialista desbarat¨® la minuciosa estrategia desplegada por la diplomacia brit¨¢nica.
Tras la votaci¨®n del Parlamento, la pelota vuelve ahora a la mesa del Consejo, donde est¨¢n representados los Estados a trav¨¦s de sus ministros. Las negociaciones para lograr una conciliaci¨®n empezar¨¢n a partir del 20 de enero. Existe un plazo de 80 d¨ªas para alcanzar un acuerdo, lo cual se presenta muy dif¨ªcil porque se tendr¨¢n que incorporar las tesis del Parlamento. Si no hay acuerdo, decae la directiva y la Comisi¨®n deber¨¢ presentar una nueva.
Cercas exhibi¨® una gran dosis de flexibilidad al aceptar que el periodo de referencia para calcular la semana de 48 horas fuera de un a?o, en lugar de los cuatro meses actuales, lo cual ya ha sido una importante renuncia por parte de los sindicatos. Pero ni por ¨¦sas lo aceptaron los brit¨¢nicos, obsesionados en la contrataci¨®n individual. El diputado espa?ol manifest¨® su satisfacci¨®n porque "hemos logrado frenar las pretensiones m¨¢s salvajes y deshumanizadas, porque nos jugamos los derechos sociales colectivos que tanto cost¨® ganar a principios del siglo XX y que constituyen la base de nuestro derecho laboral". Los parlamentarios espa?oles votaron todos contra el recorte de derechos. El eurodiputado del Partido Popular, Juan Naranjo, manifest¨® que ya hab¨ªa advertido de que "nunca votar¨ªa una directiva que significara una regresi¨®n social". "Hemos votado en defensa del modelo laboral espa?ol y del modelo social europeo y en contra de una propuesta que contaba con el apoyo de una amplia mayor¨ªa de Gobiernos, a pesar de que en nuestra opini¨®n iba en contra de los Convenios de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT)", se?al¨®. En el campo socialista, 12 laboristas rechazaron las presiones de Gordon Brown, mientras que cerca de un tercio de los liberales, entre los que figuraban Ignasi Guardans y Josu Ortuondo, se desmarcaron del grueso del grupo y apoyaron la Europa social.
El eurodiputado de los Verdes, Ra¨¹l Romeva, precis¨® que "se ha demostrado que el Parlamento no se limita a avalar las decisiones del Consejo". Por su parte, Willy Meyer, de Izquierda Unida, mostr¨® su satisfacci¨®n por el rechazo de una directiva que supon¨ªa "la ofensiva m¨¢s brutal de la Europa neoliberal".
En cambio, desde el campo empresarial, Arnaldo Abruzzini, secretario general de Euroc¨¢maras, manifest¨®: "Estamos extremadamente decepcionados por la posici¨®n adoptada hoy por el Parlamento y la incapacidad de comprender los serios efectos que esta votaci¨®n tendr¨¢ en la econom¨ªa europea".
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