El s¨ªmbolo del poder industrial roza el abismo
"A¨²n siendo dif¨ªcil, es una oportunidad para de una vez por todas eliminar la parte negativa de 100 a?os de historia". Con esta frase se refer¨ªa ayer el consejero delegado de General Motors al bal¨®n de ox¨ªgeno que acaba de recibir de Washington. Su empresa fue durante d¨¦cadas la columna vertebral del sector industrial en Estados Unidos. Hoy, junto a su rival Chrysler, est¨¢ al borde del abismo con riesgo de presentar bancarrota.
Los dos gigantes de Detroit son vistos como empresas zombis, como grandes dinosaurios que arrastran serias deficiencias estructurales que les impiden adaptarse con agilidad a las nuevas tendencias del mercado y competir. El impacto de la crisis financiera y econ¨®mica no hizo m¨¢s que agravar la situaci¨®n, y complicar la ejecuci¨®n de sus planes de reestructuraci¨®n.
Sus clientes quieren coches m¨¢s peque?os, que con la misma gasolina recorran m¨¢s kil¨®metros, de calidad y respetuosos con el medio ambiente. Es lo que le dan las marcas europeas y asi¨¢ticas, y esto explica que el Honda Civic y el Toyota Corolla sean los coches m¨¢s vendidos. La cuota de mercado de los fabricantes dom¨¦sticos es hoy del 48%, 15 puntos menos que hace cinco a?os.
Problema estructural
Los problemas de Detroit, como insisten los expertos del sector, no son coyunturales sino estructurales: exceso de capacidad y altos costes sociales (salarios, seguro m¨¦dico y pensi¨®n). Un empleado de GM en una planta de ensamblaje en Michigan cuesta por hora casi la mitad que uno de Toyota en Alabama. A esto se le suma su gigantesca red de distribuci¨®n y el solapamiento de modelos.
Ford Motor tambi¨¦n afronta los mismos retos que sus hermanas rivales de Detroit, pero su plan de reestructuraci¨®n est¨¢ m¨¢s avanzado y de momento se puede permitir mantenerse a flote sin la ayuda p¨²blica. Pol¨ªticos y analistas coinciden al afirmar que EE UU necesita tener su propio fabricante de coches.
Sin embargo, precisan que las inyecciones con dinero del contribuyente no son suficientes por s¨ª solas para garantizar la supervivencia de esta industria en condiciones de viabilidad financiera y competitividad. Sino que necesitan hacerse m¨¢s peque?as, flexibles y verdes, y vender veh¨ªculos que atraigan al consumidor cuando la situaci¨®n econ¨®mica se estabilice.
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