Iguana con disfraz de pollo

Lo mejor de M¨¦xico, cuenta Nico Abad, el rostro de los deportes de Cuatro, es que all¨ª te dicen que s¨ª siempre, que "todo es moldeable". Hasta el camino a seguir. Si paras con el coche y preguntas c¨®mo llegar a tu destino, dir¨¢n: "?ndele todo recto y la segunda a la izquierda?". Si le interrumpes para decirle que en el mapa en realidad ser¨ªa la tercera a la derecha, responder¨¢: "Claro, tiene raz¨®n". Un l¨ªo. Sobre todo cuando uno pretende recorrer m¨¢s de mil kil¨®metros en autom¨®vil.

?Se mont¨® una road-movie?

Salimos mi novia, dos amigos y yo de Tulum, despu¨¦s de pasar unos d¨ªas en un resort en el Caribe? Nos lanzamos a la aventura. Destino: San Crist¨®bal de las Casas, en Chiapas. ?Y vuelta!

Casi nada? ?Alg¨²n pinchazo?

No, pero de milagro. Despu¨¦s de cruzar Campeche, pillamos unas protestas por la subida del precio del transporte p¨²blico. En realidad el transporte p¨²blico tiene un precio tan elevado que todos se suben en la parte trasera de las pick-ups. Y el Gobierno acababa de subir las tasas ?de las pick-ups! As¨ª que empezamos a encontrar carreteras cortadas con pinchos. Todo el pueblo esperaba subido en una ladera a que pararan los coches. Entonces se acercaban y ped¨ªan dinero.

Un peaje en toda regla, vaya. Al principio nos hizo gracia. Nos dec¨ªan que recaudaban para ir a reclamar al DF. Les d¨¢bamos algo y segu¨ªamos. Pero hab¨ªa otro piquete a un kil¨®metro, y otro. Nos plantamos y dijimos: "No damos m¨¢s. ?Que venga el alcalde!". Les convencimos de que con el turismo ya est¨¢bamos dejando algo. Col¨®. All¨ª, hablando, todo se negocia.

?Y llegaron a San Crist¨®bal? Claro. Cre¨ªamos que ¨ªbamos al fin del mundo. Y de pronto nos encontramos a todo el mundo: hippies, alemanes, italianos? ?Un espect¨¢culo!

?Prob¨® los chapulines colorados?

?Qu¨¦ es eso?

Saltamontes rojos.

Qu¨¦ va. Pero s¨ª que tom¨¦ iguana, camuflada como pollo.

?Todo remezclado?

No, no. Est¨¢ prohibido comer carne de iguana. Si se la ped¨ªas al camarero, dec¨ªa: "Mejor pida pollo, compadre". Lo ped¨ªamos y despu¨¦s de com¨¦rnoslo, nos preguntaba bajito: "?Y qu¨¦ tal esa iguana?".