Cinco siglos a verlas llover
Las rogativas de la Catedral de Toledo reconstruyen la historia de las sequ¨ªas
Las rogativas para que lloviera (pro-pluvia) o para que parara de llover (pro-serenitate) oficiadas en la Catedral de Toledo desde 1506 no tuvieron mucho ¨¦xito, aparentemente, pero al menos han servido para que un grupo cient¨ªfico asociado al Instituto Geol¨®gico y Minero de Espa?a haya reconstruido una precisa historia de las sequ¨ªas en la Pen¨ªnsula.
Seg¨²n se desprende del an¨¢lisis de los registros catedralicios, las dos ¨¦pocas m¨¢s secas de los ¨²ltimos 500 a?os fueron entre 1600 y 1675 y la que va de 1711 a 1775. Ambas se caracterizaron por intensas rogativas pro-pluvia que no se limitaban a la primavera, como las ceremonias agr¨ªcolas habituales en cualquier periodo, sino que persist¨ªan durante todo el santo a?o. La ¨¦poca intermedia (de 1675 a 1711) tambi¨¦n padeci¨® sequ¨ªas -y rogativas-, pero de menor intensidad y duraci¨®n.
Los dos periodos con menos lluvia van de 1600 a 1675 y de 1711 a 1775
Haro, Zaragoza y Zamora ofrecen datos que coinciden casi del todo
La precisi¨®n de estas dataciones ha permitido a los cient¨ªficos correlacionar las dos grandes ¨¦pocas de sequ¨ªa con un mismo fen¨®meno atmosf¨¦rico: el anticicl¨®n de las Azores estaba en ambos periodos situado al noreste de su posici¨®n promedio. Ello desplaz¨® al norte el sistema atl¨¢ntico de borrascas, dejando a la Pen¨ªnsula fuera del alcance de los frentes lluviosos.
"El an¨¢lisis de los periodos dominados por rogativas pro-pluvia en los registros de la Catedral de Toledo permite una buena caracterizaci¨®n de las sequ¨ªas entre 1506 y 1900", afirma Fernando Dom¨ªnguez-Castro, del Instituto Geol¨®gico y Minero de Espa?a, autor principal del estudio publicado en Global and Planetary Change (63:230) en colaboraci¨®n con ge¨®logos e historiadores de las universidades Complutense y de Barcelona.
Seg¨²n Dom¨ªnguez-Castro y sus colegas, el m¨¦todo de las rogativas es muy ventajoso respecto a algunas alternativas m¨¢s utilizadas hasta ahora para reconstruir las sequ¨ªas hist¨®ricas, como examinar la anchura de los anillos de crecimiento anual de los ¨¢rboles muy longevos. La raz¨®n es que el r¨¦gimen de lluvias var¨ªa mucho incluso entre regiones cercanas, y que los ¨¢rboles m¨¢s longevos suelen crecer precisamente en las zonas menos castigadas por la sequ¨ªa.
"Las rogativas son un ritual t¨ªpico de la Iglesia Cat¨®lica", dicen los investigadores, "que se utiliz¨® por todo el imperio espa?ol para procurar el final del castigo divino de la sequ¨ªa". Gracias a que estas ceremonias quedaban registradas de forma sistem¨¢tica en muchos lugares del mundo cat¨®lico, se han venido utilizando con fines climatol¨®gicos desde los a?os ochenta. Dom¨ªnguez-Castro y su equipo han refinado ahora la precisi¨®n estad¨ªstica de la t¨¦cnica.
La Catedral de Toledo registr¨® entre 1506 y 1900 -el periodo estudiado en este trabajo- 85 periodos de rogativas pro-pluvia culminados por una misa de acci¨®n de gracias, otros 25 no coronados por misa alguna, y 50 ceremonias pro-pluvia de car¨¢cter aislado. Tambi¨¦n acontecieron nueve periodos de rogativas pro-serenitate rematados en misa de acci¨®n de gracias y cuatro sin rematar.
Haro, Zaragoza y Zamora muestran una distribuci¨®n de periodos secos que solapa con la de Toledo, aunque sin coincidir del todo. Hay diferencias notables en las fechas de inicio y la duraci¨®n de cada periodo de sequ¨ªa. Las diferencias aumentan mucho m¨¢s cuando se consideran las zonas costeras (Bilbao, Catalu?a) y del sur peninsular (Murcia, Sevilla), y no siempre en el sentido esperable. Por ejemplo, el periodo seco del siglo XVI estuvo restringido al ¨²ltimo tercio de la centuria en las zonas del interior peninsular, pero abarc¨® casi todo el siglo en las regiones costeras y sure?as. Algo similar ocurri¨® entre los siglos XVII y XVIII.
Casi todos los modelos climatol¨®gicos actuales predicen un futuro aumento de las sequ¨ªas en la Pen¨ªnsula como consecuencia del calentamiento global. Si con ello vuelven las rogativas, convendr¨¢ dirigirlas esta vez hacia las Azores.
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