Paisaje tras el temporal
Fui uno de los muchos desocupados que el domingo acudi¨® a las playas barcelonesas para avistar los da?os causados por la llevantada. Bajo un cielo todav¨ªa amenazador y un mar con muy malas pulgas, el puerto ol¨ªmpico exhib¨ªa las heridas del golpe encajado el d¨ªa anterior. La barandilla del muelle m¨¢s expuesto hab¨ªa sido arrancada a tramos o retorcida hasta convertirse en un siniestro motivo ornamental. En varios almacenes ubicados bajo el dique se achicaba agua, mientras que el gran hangar del este permanec¨ªa con la puerta reventada por el viento y el agua y dejaba entrever en su interior un amasijo de tablas y restos de armejos de vela ligera. Al otro lado, seis o siete catamaranes que se hallaban en tierra hab¨ªan entrechocado, con grave perjuicio de cascos, timones y obenques. Una de las embarcaciones mostraba el m¨¢stil partido como una pajuela.
La met¨¢fora del desplome de Catalu?a se vuelve surrealista: fuentes secas en un paisaje encharcado
La playa del Bogatell no ofrec¨ªa mejor aspecto. La arena hab¨ªa invadido el paseo y junto a la orilla ya no quedaban sino los restos de lo que hab¨ªa sido una playa, mientras la polic¨ªa municipal invitaba a los ciudadanos, desde la megafon¨ªa del coche, a mantenerse a distancia del arisco oleaje. Al fondo, la vela de Bofill resist¨ªa soberbia al temporal, con aires de torre de Babel antes de sucumbir fulminada. No caer¨¢ la breva b¨ªblica.
?Brrrrrr, el invierno! Artur Mas, ?recuerdan?, combat¨ªa el fr¨ªo d¨¢ndole marcha al cuerpo en la discoteca de Vilassar, mientras Catalu?a se sumerg¨ªa en la nieve, en diciembre de 2001. Joan Saura ha preferido quedarse amodorradito en casa, vi¨¦ndolas venir: hasta dos d¨ªas despu¨¦s el Departamento de Interior no dijo esta boca es m¨ªa. Y lo hizo para reconocer que no hab¨ªa acertado en sus previsiones: se hab¨ªa preparado para el temporal de nieve, no fuera a pillarle tambi¨¦n en la discoteca, pero no para el mar¨ªtimo, que actu¨® con traici¨®n y alevos¨ªa, como por otra parte suelen actuar todos los temporales. En fin, que los chicos de Interior no miraron bien el mapa, puede pasarle a cualquiera, bien es cierto que algo menos a los encargados por mandato p¨²blico de mirar bien esos mapas, pero vamos, pelillos a la mar, nunca mejor dicho.
En ¨¦sas est¨¢bamos cuando el hundimiento de Montserrat acud¨ªa a cerrar la met¨¢fora. En ese caso s¨ª hab¨ªa reacci¨®n inmediata: la Generalitat activaba un plan urgente para intervenir en el parque natural. No hay mal que por bien no venga, aunque sea el tercer desprendimiento registrado en los dos ¨²ltimos meses, que ya es mal. ?La Sagrada Familia permanece en pie mientras su referente de allende el Llobregat se desvanece! Ya no queda sino confiar en el AVE, C¨¦sar.
Sumido en estos pensamientos, emprend¨ªa el regreso del litoral a casa y me cruzaba con alguna de nuestras queridas fuentes: la del Geni Catal¨¤ de la plaza de Palau, restaurada pero todav¨ªa rodeada -desde el verano- de vallas de obra, las de la plaza de Catalunya y la solitaria del paseo de Gr¨¤cia / Gran Via. La met¨¢fora del hundimiento de Catalu?a se volv¨ªa ahora surrealista: fuentes secas en un paisaje encharcado. Llegaban noticias adem¨¢s de que el pantano de Boadella, ¨²ltimo reducto de la pertinaz sequ¨ªa catalana, hab¨ªa crecido por encima del 30% de su reserva y las previsiones apuntaban al alza. Pero a pertinaz no hay quien le gane a la Generalitat: su nihil obstat para que el agua fluya por los ca?os sigue en pie hasta 2010. El pa¨ªs boquea entre la sequ¨ªa y las inundaciones, pero toda la atenci¨®n pol¨ªtica se va al modelo de financiaci¨®n y, m¨¢s concretamente, al agravio que va a suponer para el pa¨ªs. ?Qu¨¦ pa¨ªs? Porque como sigamos as¨ª no va a quedar mucho.
Pero no se depriman, que el a?o no ha hecho m¨¢s que comenzar. Que lo surquen ustedes en paz y si se topan con alg¨²n temporal, pues ya saben, cap¨¦enlo como han hecho hasta ahora. Tarde o temprano llega la bonanza.
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