A la 'caza del gato' en las campanadas

Cuatro aspirantes a Jedi alborotan el cotarro con sus espadas de luz cutres. Se han encaramado al tejado de uno de los edificios de la Puerta del Sol. La marabunta, m¨¢s de 15.000 personas seg¨²n c¨¢lculos de EL PA?S, les jalea. Silba, grita, levanta sus copazos y menea sus pelucas con movimientos convulsivos. Trata de saltar, pero no puede. Es Nochevieja en Sol. La puerta no da m¨¢s de s¨ª.

Valencianos, barceloneses, burgaleses o canarios engulleron sus uvas de los chinos a un euro el paquete de doce. De fuera, argentinos, ingleses, franceses, italianos, colombianos, alemanes o banglades¨ªes no pudieron cumplir con la tradici¨®n de tragar las uvas, porque no conoc¨ªan el asunto de los cuartos. La Nochevieja en la antigua puerta de entrada a la capital fue un exitazo. Pero no por los madrile?os, que brillaron por su ausencia. Dos horas en Sol y 25 personas despu¨¦s, EL PA?S dio con dos gatos.

"C¨¢sate conmigo", pidi¨® un valenciano a su novio despu¨¦s de las uvas

Las manecillas marcan las doce. "?No se oye!", grita ?ngel, de 24 a?os. Diana, su novia, de 20, ya mastica a dos carrillos. "?Feliz a?o!", dice, mientras se lanza al cuello del chaval. A ?ngel le han sobrado cuatro uvas de la suerte. No podr¨¢ pedir un deseo. Pero le da igual, no cabe en s¨ª de gozo. Est¨¢ en la Puerta del Sol celebrando el fin de a?o. Un sue?o de esta pareja de provincias, que ha viajado desde Valencia.

"C¨¢sate conmigo", le pide a Diana. Ella se toca las trenzas postizas de Pippi Langstrump, con un curioso sombrero en el que pone "Paz", y le besa. Pero no contesta. Llevan desde las nueve y media de la noche bebiendo y haciendo amigos, "como ¨¦stos". "?stos" son una pareja de italianos borrachos que ofrecen alcohol de sus vasos de pl¨¢stico -la polic¨ªa reparti¨® 20.000 a la entrada de Sol y requis¨® las botellas de cristal- al que se acerca. Y, por si fueran pocos, ?ngel hace dos amigos m¨¢s. Tambi¨¦n italianos. "?Es lo que m¨¢s hay!", dice, mucho m¨¢s alto de lo necesario.

"?C¨®mo se dice 'perd¨®n' en espa?ol? ?Y 'feliz a?o nuevo'?". Laura ha llegado desde Londres para pas¨¢rselo en grande. Con la segunda frase, felicitar¨¢ al que tenga al lado. Con la primera, se abrir¨¢ paso. Y le pilla el tranquillo. De perd¨®n en perd¨®n, avanza hasta el centro de la plaza.

Una familia de banglades¨ªes aguanta estoicamente los empujones. Primero, Laura; luego, unos franceses que les roc¨ªan con cerveza; despu¨¦s, unos italianos que les machacan los pies. A 10 minutos de que empiecen las campanadas, tres mujeres argentinas que aducen que tienen "hijas" m¨¢s all¨¢. Y ellos s¨®lo se quejan de que no ha habido presentador en las campanadas. "Esper¨¢bamos un espect¨¢culo m¨¢s fuerte", dicen.

En la b¨²squeda del madrile?o se cruza otro valenciano que est¨¢ en la capital porque le dio "un puntazo", un grupo de Huesca y Castell¨®n que trata de llevarse de juerga con ellos a todo el que pilla, dos uruguayos, un canario, cinco barceloneses, un grupo de argentinos, cinco j¨®venes colombianos que estudian en Alemania, un par de burgaleses, mexicanos, una brasile?a a cacerolazo limpio "bendiciendo" a los all¨ª reunidos... De todo.

"?Nos hemos escapado de la c¨¢aaarcel!". Lo grita, por fin, un madrile?o. Va disfrazado de preso, tiene 25 a?os y est¨¢ en Sol con otro amigo de Madrid y un grupo de Burgos. "El a?o pasado nos vestimos de chinos. Este protestamos porque han derribado la antigua c¨¢rcel de Carabanchel", explica. Pero se escapa, cual cenicienta, sin decir su nombre. Jessica, de 26 a?os, una de las burgalesas que le acompa?a, tiene otra versi¨®n: "?Vamos de presos porque nos encantan las rayas!". Y se escapa tambi¨¦n. Los amigos le meten prisa para seguir la fiesta.

Una juerga que dej¨® la capital llena de basura. El Servicio de Limpieza Urgente (Selur) recogi¨® 26.500 kilos de residuos, 1.600 m¨¢s que el a?o pasado. Un total de 159 personas trabajaron de la una de la madrugada hasta las cuatro para dejar Madrid a punto para recibir las rebajas. El Samur sali¨® 253 veces; los bomberos, 54, y la Polic¨ªa Municipal hizo 306 intervenciones. Aun as¨ª, la noche fue tranquila.