El aprendizaje en los barrios

Adri¨¢n hab¨ªa nacido el 1 de abril de 1991. No sospechaba entonces los problemas que le iba a acarrear a su madre, concejal socialista de Ja¨¦n.

-Est¨¢bamos en el Ayuntamiento en alguna reuni¨®n y de repente notaba que la leche me sub¨ªa. Era la hora. Sab¨ªa que mi madre estaba en la puerta con el beb¨¦. Sal¨ªa discretamente y bajaba a darle el pecho.

Hoy, diecisiete a?os despu¨¦s, Carmen Pe?alver P¨¦rez recuerda la an¨¦cdota con un sentimiento agridulce. "Me apenaba dejar la reuni¨®n, porque me iba sin decir ad¨®nde iba. Que pareciera que iba al servicio. Pensaba que faltaba a mi condici¨®n de concejal, que era estar presente en aquellas reuniones..." Cuando regresaba a su puesto, pensaba: "Apenas se ha dado cuenta nadie de que me he ido". Hoy, "las cosas han cambiado mucho, las mujeres ya no somos invisibles".

"Me apenaba dejar una reuni¨®n del Ayuntamiento para dar el pecho al beb¨¦"

"A¨²n hay que decir a los compa?eros: p¨¢rate un poquito, que estoy aqu¨ª"

Y tanto. Aquella joven concejal es la alcaldesa de la capital. Y seguro que ni ella ni ninguna otra mujer tendr¨ªa que salir calladamente de reuni¨®n alguna para dar de mamar a su beb¨¦. Aunque no hay que echar las campanas al vuelo. Esas majestuosas campanas de la catedral que se divisan desde el despacho de la alcaldesa.

-Aunque las mujeres hemos alcanzado importantes puestos de responsabilidad, todav¨ªa hay momentos en que tenemos que decirle a los compa?eros: p¨¢rate un poquito, que estoy aqu¨ª.

Porque la educaci¨®n recibida por los hombres descansa en un "antiguo patr¨®n del concepto de familia: aquel en el que es la mujer la que tiene que ocuparse de los hijos, de los padres, de una serie de tareas tradicionalmente adjudicadas a ellas".

Educaci¨®n. Palabra clave que marca la trayectoria vital de Carmen Pe?alver.

Nacida hace 47 a?os en Ja¨¦n, hered¨® de su abuelo Antonio el amor por los valores de la escuela republicana. Funcionario de Correos en Madrid, el abuelo fue destinado de manera forzosa a Ja¨¦n, considerada "zona de castigo" por los fascistas ganadores de la Guerra Civil. "Mi abuelo me ense?¨® que a trav¨¦s de la escuela se puede y se debe educar en los grandes valores humanos". Por eso estudi¨® Magisterio.

-La educaci¨®n es fundamental para transformar la sociedad. Una educaci¨®n con may¨²sculas, que no s¨®lo es acad¨¦mica, saber muchas matem¨¢ticas, mucha historia, mucha lengua. A trav¨¦s de la escuela, podemos hacer a la gente libre de verdad.

Nacida en una familia de clase media trabajadora, Carmen se iba a curtir en los barrios como educadora social. Ni a ella ni a su hermana les tiraba seguir con el negocio paterno, Casa Pe?alver, una acreditada tienda de art¨ªculos de broma y regalos.

Hubo un tiempo en que parec¨ªa que su futuro estar¨ªa en el ballet. Muy cerca de su casa, estaba la escuela de danza de Manol¨¦. All¨ª acudi¨® con seis a?os. Y sigui¨® clases con otros maestros hasta los 18. Tentada estuvo de irse a C¨®rdoba a estudiar ballet cl¨¢sico. "Pero tir¨¦ para otro lado, y no me quejo".

Ese otro lado iba a ser la ense?anza. Primero, en un gabinete pedag¨®gico del Museo Provincial. M¨¢s tarde, tras suspender el tercer examen de las oposiciones de Magisterio, como educadora social del Ayuntamiento de Ja¨¦n y directora de centros de menores de la Junta de Andaluc¨ªa en Martos y Linares.

El Pol¨ªgono del Valle y La Magdalena, dos barriadas obreras de Ja¨¦n, fueron su segunda universidad. "Trabajar all¨ª, estar pegada a la piel de la gente, me dio un conocimiento de los problemas humanos tremendo".

Guarda dolorosas an¨¦cdotas, algunas con final feliz, de aquella ¨¦poca. Como la del ni?o al que su madre le daba cada ma?ana la lista de cosas que hab¨ªa que comprar para la casa: la leche, el pan, un kilo de tomates... "El chiquillo se echaba a las calles a pedir limosna hasta que reun¨ªa el dinero suficiente para hacer la compra". Hoy, aquel chaval "es un padre de familia que trabaja felizmente".

En paralelo, Carmen frecuenta los ambientes progresistas de la ciudad. Son a?os de tensi¨®n y miedo. El coronel fascista Antonio Tejero asalta el Parlamento en 1981. Y aunque su madre, que daba clases de Corte y Confecci¨®n en la Escuela de Artes y Oficios, le dec¨ªa "hija m¨ªa, ten mucho cuidado, no te vayas a se?alar", ingresa en 1984 en el PSOE y en la UGT.

Conoce a dos figuras hist¨®ricas del socialismo jiennense: C¨¢ndido M¨¦ndez N¨²?ez y Juan Zarr¨ªas Jare?o, padres a su vez de otros dos actuales dirigentes: C¨¢ndido M¨¦ndez, secretario general de UGT, y Gaspar Zarr¨ªas, vicepresidente de la Junta.

No sorprende a nadie que en las elecciones municipales de 1991 fuera incluida en la lista ganadora del PSOE. La cartera de Asuntos Sociales le viene como anillo al dedo. Su carrera est¨¢ ya claramente orientada a la actividad pol¨ªtica. Fue delegada de la antigua Consejer¨ªa de Asuntos Sociales y diputada durante siete a?os. En el partido, ocupa cargos en las ejecutivas local, provincial y regional.

Es precisamente en el seno del socialismo local donde su mano izquierda lograr¨¢ unir lo que estaba desunido, tras ser elegida secretaria general en 2004 y reelegida con m¨¢s apoyos a¨²n en 2008.

-En la agrupaci¨®n de Ja¨¦n hab¨ªa demasiadas cicatrices que deb¨ªamos curar con mimo.

Las cur¨®. ?C¨®mo? ?La mujer es mejor enfermera? "A lo mejor s¨ª, quiz¨¢ tenemos mejor mano. Pero hab¨ªa otras muchas compa?eras en la agrupaci¨®n que ayudaron".

Compa?eras. Por los sitios que pasa, crece el n¨²mero de mujeres en puestos de responsabilidad. La agrupaci¨®n aumenta de 800 a 1.000 afiliados y la ejecutiva es paritaria. Tras curar las heridas, se preparan para gobernar.

Lo consigue tres a?os despu¨¦s. Rompe la mayor¨ªa absoluta del PP que duraba doce a?os. Con el apoyo de los dos concejales de Izquierda Unida, se convierte en la primera mujer regidora de Ja¨¦n. Una corporaci¨®n que tiene m¨¢s mujeres (15) que hombres (12).

Ese mismo a?o, otras 116 andaluzas ocuparon el sill¨®n presidencial en alguno de los 770 municipios de la comunidad. Ninguna tiene ya que salir furtivamente a dar de mamar a su hijo.