'Noviembre': 'Speed the plow' en el Despacho Oval
En 2005, David Mamet se aboc¨® a la farsa descacharrada con Romance, un bromazo sobre el mundo de los leguleyos que prefigura el tono y los dardos de November, estrenada har¨¢ justo un a?o en el Ethel Barrymore Theater de Nueva York y certeramente definida por Ben Brantley como "la obra de Mamet que gustar¨¢ a todos los que no les gusta Mamet". Romance fue un pinchazo y November un ¨¦xito. ?Razones? Aparte del sempiterno azar, tal vez obedezca a que el protagonista de la segunda era el mism¨ªsimo presidente de Estados Unidos, encarnado por el enorme Nathan Lane en lo que se dir¨ªa un personaje en la estela del Max Byalistock de Los productores. Ahora acaba de llegar al Bellas Artes su versi¨®n castellana, Noviembre, estupendamente traducida y dirigida por Jos¨¦ Pascual, que ya hab¨ªa montado Oleanna y Matrimonio de Boston. El t¨ªtulo de la comedia alude al mes hom¨®nimo de 2004, cuando un Bush machacado por las encuestas decidi¨® presentarse a su segundo mandato. Sin embargo, el presidente Charles, Chuck, H. P. Smith tiene poco que ver con el tejano: es un chorizo infinitamente m¨¢s astuto, al que Mamet contempla con la misma indisimulada simpat¨ªa con que Preston Sturges dibuj¨® al Gran McGinty. O, ya puestos, como el propio dramaturgo nos present¨® a Bobby Fox, el productor canalla de Speed the Plow, funci¨®n de la que Noviembre parece un hermano secreto, bastardo, e irresistible.
Chuck Smith no es un presidente "real" sino un arquetipo de Broadway
Chuck Smith no es un presidente "real" sino un arquetipo muy querido en Broadway: la sabandija adornada con los peores atributos, rebosante de energ¨ªa negativa, veh¨ªculo ideal para c¨®micos furibundos. En los a?os treinta lo habr¨ªa interpretado W. C. Fields; en los cuarenta, Jack Benny; en los cincuenta, el James Cagney de Uno, dos, tres; en los sesenta, Zero Mostel, y si el a?o pasado se llega a poner pocho Nathan Lane lo habr¨ªa hecho Larry David. Chuck Smith, que aqu¨ª borda Santiago Ramos, es ignorante, codicioso, chantajista, corrupto hasta la m¨¦dula, racista, sexista, hom¨®fobo, enamorado de la tortura, y se lleva todas las risas del p¨²blico. ?Comedia cr¨ªtica, s¨¢tira pol¨ªtica? Seg¨²n como se mire. En Noviembre subyace (o explota) esa ambigua y peligrosa fascinaci¨®n de Mamet por el predador que convierte el delito en artesan¨ªa, por ese "hombre com¨²n" de cinismo pragm¨¢tico ("no hay soluciones: s¨®lo hay nuevos arreglos para viejos problemas") que acaba consiguiendo todo lo que se propone. Siempre est¨¢ a un paso de decirnos, y aqu¨ª m¨¢s que nunca, aunque sea en clave de farsa, que "hombres as¨ª forjaron Am¨¦rica"... para desvalijarla. Nunca tengo yo claro si en el nihilismo sarc¨¢stico hay denuncia o una secreta delectaci¨®n. Imposible no partirse el pecho, sin embargo, ante grouchismos tan certeros como los que intercambian el presidente y su consejero, el inmaculado Archer Brown (Cipriano Lodosa): "No podemos frenar la inmigraci¨®n mexicana: los necesitamos para levantar el muro". O cuando el presi, que tiene los sondeos "m¨¢s bajos que el colesterol de Gandhi", se queja de su impopularidad: "Has jodido el pa¨ªs, Chuck". "S¨ª, Archie, pero al menos he hecho algo. ?Qu¨¦ han hecho los otros?". Cuando arranca la obra, Chuck Smith no puede presentarse a la reelecci¨®n: su partido le ha retirado los fondos y no hay dinero para comprar anuncios en la tele. Hasta su servicio secreto le ha abandonado. Estamos en v¨ªsperas del D¨ªa de Acci¨®n de Gracias y llega un representante de la Asociaci¨®n Nacional del Pavo (Jes¨²s Alcaide) para el famoso indulto av¨ªcola, lo que detona una de las premisas m¨¢s chorras en la historia de la comedia: si el magnate en cuesti¨®n no le suelta doscientos millones de d¨®lares en efectivo, Chuck acabar¨¢ con tan se?era festividad. Para ello, necesita que su escritora favorita de discursos, la no menos arquet¨ªpica Clarice Bernstein (Ana Labordeta), reinvente la tradici¨®n convirtiendo la jornada en una "celebraci¨®n ignominiosa para las minor¨ªas" y sustituya al pavo por at¨²n. A cambio, la lesbiana Clarice quiere (y aqu¨ª las similitudes con Speed the plow ya son absolutas) que el presidente haga "algo puro": casarla, en directo, con su pareja. El consejero Brown se niega en redondo: si hace eso perder¨¢ las elecciones. La soluci¨®n de tan descabellada trama est¨¢ en manos de Dwight Grackle (Rodrigo Pois¨®n), un jefe indio que quiere convertir la reserva natural de Nantucket en un gran casino. Todo este enredo no es m¨¢s que la percha para las suculentas barbaridades del presidente (desde los vuelos clandestinos a c¨¢rceles europeas hasta una conspiraci¨®n de China para dominar el mundo libre por medio de adopciones) y unos di¨¢logos con la buena de Clarice que recuerdan muy mucho a los del republican¨ªsimo Alec Baldwin y la izquierdista Tina Fey en Rockefeller Plaza. As¨ª las cosas, Noviembre podr¨ªa hacer pensar en a) el posible piloto de una serie televisiva (Thanksgiving ser¨ªa un buen t¨ªtulo), repentino homenaje de Mamet a Mel Brooks y Sid Caesar, b) un largo sketch en el que los guionistas de Saturday Night Live parodian una obra de Mamet, o c) una farsa en la que Mamet se parodia a s¨ª mismo reescribiendo Speed the Plow para arrasar en Broadway.
Lo cierto es que como artefacto c¨®mico, Noviembre funciona la mar de bien. No es cosa f¨¢cil ni levantar dram¨¢ticamente una farsa tan absurda ni sostenerla en su puesta en escena. Jos¨¦ Pascual le ha pillado admirablemente el tono, sin deslizarse hacia el sainete barato ni el desmadre, que eran los peligros mayores. El ritmo es impecable, los personajes est¨¢n servidos en su punto justo, sin exageraciones, y las r¨¦plicas colocadas como Dios (o sea, Billy Wilder) manda. Santiago Ramos sabe que tiene aqu¨ª su mejor papel en a?os, arranca a cien desde el minuto uno y su energ¨ªa no desfallece ni un segundo. Cipriano Lodosa es un partner perfecto, Ana Labordeta y Jes¨²s Alcaide est¨¢n como deben estar, y Rodrigo Pois¨®n desprende convicci¨®n y encanto en su breve papel.
Noviembre no pasar¨¢ a la historia, pero ustedes pasar¨¢n un muy buen rato.
Noviembre, de David Mamet. Teatro Bellas Artes. Madrid. Hasta el 22 de marzo.
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