Los esp¨ªas requisaron un 'dossier' del consejero de Interior y de su esposa

El espionaje desde dentro. Un dossier con informaci¨®n supuestamente comprometedora para el consejero de Interior y secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados, circulaba por dependencias de la propia Comunidad de Madrid, seg¨²n sostienen altos cargos del Ejecutivo regional. Granados, sin embargo, nunca ha tenido conocimiento de que existiera ese dossier sobre su patrimonio, seg¨²n fuentes pr¨®ximas al consejero.

Uno de los principales cargos del Gobierno de Esperanza Aguirre ha confirmado a EL PA?S que ex agentes que trabajan en el ¨¢rea de Seguridad de la Consejer¨ªa de Interior, desde donde se han hecho seguimientos a pol¨ªticos del PP, requisaron el ordenador donde se encontraba presuntamente el dossier contra Granados en un despacho de la Ciudad de la Justicia, sociedad dependiente de la Consejer¨ªa de Justicia de la Comunidad de Madrid.

La documentaci¨®n supuestamente comprometedora para Granados se encontraba, seg¨²n las mismas fuentes del Gobierno regional, en el despacho de Juan Carlos Fern¨¢ndez, hombre de confianza del ex consejero de Justicia, Alfredo Prada. Fern¨¢ndez era director de Seguridad de la Ciudad de la Justicia, y, meses antes de que le requisaran documentos en su despacho, hab¨ªa sido uno de los objetivos de los seguimientos a pol¨ªticos por ex polic¨ªas a sueldo de la Comunidad de Madrid. El consejero Alfredo Prada tambi¨¦n fue investigado y seguido por los esp¨ªas.

El 27 de junio, el entonces director general de Seguridad, Sergio Gam¨®n, fichado por la presidenta Esperanza Aguirre, y cuatro de sus colaboradores, aprovecharon la ausencia de Juan Carlos Fern¨¢ndez para entrar en su despacho y requisar documentos. Lo hicieron un d¨ªa despu¨¦s de que el jefe de Fern¨¢ndez, el consejero Alfredo Prada, fuera destituido por Esperanza Aguirre.

El dossier inclu¨ªa informaci¨®n sobre el patrimonio de Francisco Granados y de su esposa, e intentaba vincular al consejero con empresas constructoras, tomando como base el veh¨ªculo particular del consejero de Interior que estaba a nombre de una empresa y que result¨® intencionadamente incendiado para centrar la atenci¨®n sobre su propietario. Por contra, personas del entorno de Granados apuntan en privado que el dossier no le compromet¨ªa a ¨¦l sino al vicepresidente, Ignacio Gonz¨¢lez. Lo sorprendente es que distintos miembros del Gobierno de Aguirre reconozcan en privado saber el contenido de un ordenador cuya requisa -robo, seg¨²n la denuncia- nunca han reconocido oficialmente, ni devuelto.

En efecto, en octubre de 2006, el coche del consejero Granados fue incendiado cuando estaba estacionado en el aparcamiento de la urbanizaci¨®n de Valdemoro en la que reside. La investigaci¨®n descubri¨® que el incendio hab¨ªa sido intencionado (la polic¨ªa encontr¨® aceleradores del fuego en el interior del coche) y que el veh¨ªculo, un Mini Cooper descapotable, estaba a nombre de una constructora de Valdemoro, Grandes Locales de Negocios.

Granados explic¨® entonces que el veh¨ªculo era de su esposa, pero que el concesionario en el que lo compr¨® no hab¨ªa tramitado a¨²n el cambio de titular por problemas burocr¨¢ticos. El PP pidi¨® inmediatamente que la Fiscal¨ªa General del Estado investigase si el incendio en el domicilio del consejero Granados ten¨ªa relaci¨®n con el caso del Ayuntamiento de Ciempozuelos, donde acababa de dimitir el alcalde socialista, Pedro Torrej¨®n, por un esc¨¢ndalo urban¨ªstico de supuesto cobro de comisiones ilegales. El juez que investig¨® el caso Ciempozuelos, Agust¨ªn Carretero, fue fichado posteriormente por el consejero Granados como alto cargo de su consejer¨ªa.