El Papa reabre la herida jud¨ªa

Retirar la excomuni¨®n a un obispo que niega el Holocausto. Esta decisi¨®n de Benedicto XVI, anunciada el s¨¢bado, ha vuelto a abrir las heridas. El Papa ha decidido revocar la excomuni¨®n de los cuatro obispos consagrados en 1988 por el prelado cism¨¢tico Marcel Lefebvre creando una nueva brecha entre cat¨®licos y jud¨ªos y ha levantado cr¨ªticas incluso en algunos grupos cat¨®licos. La comunidad jud¨ªa ha recibido con indignaci¨®n la readmisi¨®n del obispo brit¨¢nico Richard Williamson que, en una entrevista reciente, hab¨ªa negado el holocausto al afirmar que "no existieron las c¨¢maras de gas" y que no murieron seis millones sino unos 300.000 jud¨ªos, "ninguno gaseado".

Desde que el s¨¢bado el Vaticano hiciera oficial la revocaci¨®n de las excomuniones a Williamson y otros tres obispos -el espa?ol Alfonso de Galarreta, el suizo Bernard Fellay y el franc¨¦s Tissier de Mallerais- las cr¨ªticas no han parado. El rabino Giuseppe Laras, presidente de la Asamblea de los rabinos italianos dice que era un acto "innecesario".

Las comunidades hebreas italianas califican la decisi¨®n de "tremenda"

David Rosen, presidente del Comit¨¦ Jud¨ªo Internacional, muy activo en el di¨¢logo entre ambas comunidades, ha definido esta revocaci¨®n como "un paso que contamina a toda la Iglesia" si ¨¦sta no exige al obispo que retire todo lo que ha dicho sobre el Holocausto. En su opini¨®n, el Vaticano "amenaza el futuro de la hist¨®rica reconciliaci¨®n entre la Iglesia y el pueblo hebreo".

Sin embargo, durante el ?ngelus de ayer, el Papa invoc¨® la unidad de los cristianos y exalt¨® el lazo entre hebra¨ªsmo y cristianismo al recordar la conversi¨®n de San Pablo, quien, para adherirse a Cristo "no tuvo que abandonar su fe hebrea". Pero no es la primera vez que Benedicto XVI desata las protestas de la comunidad jud¨ªa. La decisi¨®n en 2007 de introducir la antigua liturgia preconciliar en la que, durante la oraci¨®n del Viernes Santo, se invoca a Dios para que "ilumine y convierta a los hebreos" provoc¨® un fuerte malestar. Esta vuelta atr¨¢s fue, sin embargo, muy bien recibida por los lefebvrianos, partidarios de un mayor tradicionalismo.

En esa ocasi¨®n, el Papa envi¨® una carta a todos los obispos para explicar las razones de esa decisi¨®n: no se iba a ahorrar ning¨²n gesto para intentar evitar el cisma. En el transcurso de las conversaciones con los lefebvrianos, reanudadas tras el Jubileo del a?o 2000, ¨¦stos pidieron que las excomuniones fueran revocadas para iniciar el camino que les devolviera al seno de la Iglesia.

Los lefebvrianos se han mostrado siempre en contra de cualquier gesto de apertura de la Iglesia, desde la renovaci¨®n lit¨²rgica hasta el respeto hacia los hebreos. El portavoz vaticano, Federico Lombardi, se ha aprestado a aclarar que "la revocaci¨®n no significa compartir las tesis" del obispo negacionista. De poco ha servido.

Renzo Gattegna, presidente de la Uni¨®n de las Comunidades hebreas italianas califica de "tremendo" el hecho de que un obispo que niega la Shoah sea "legitimado y rehabilitado por el Papa". Pero, adem¨¢s, se asombra de que alguien que "contradice documentos fundamentales del Concilio pueda ser readmitido a la plena comuni¨®n con Roma".

Los cardenales de todo el mundo, convocados por Benedicto XVI en marzo de 2006 para expresar su parecer sobre la reconciliaci¨®n con los lefebvrianos , hab¨ªan sido tajantes. Reclamaban de la Fraternidad "una leal adhesi¨®n" al Concilio. La recomendaci¨®n parece haber sido ignorada porque, en la carta dirigida por los lefebvrianos en diciembre pasado solicitando la readmisi¨®n, s¨®lo se habla de la aceptaci¨®n "de las ense?anzas de la Iglesia cat¨®lica romana y del Primado papal y sus prerrogativas". No hay en ella ninguna referencia al Concilio.

La revocaci¨®n de la excomuni¨®n es, seg¨²n Lombardi, un "paso importante para obtener la plena comuni¨®n" entre la Iglesia Cat¨®lica y los ultratradicionalistas lefebvrianos. Falta ahora por resolver los aspectos relacionados con el ejercicio del ministerio por parte de los lefebvrianos. La ordenaci¨®n de los obispos por Lefebvre es "v¨¢lida aunque sea il¨ªcita, as¨ª como es v¨¢lida la ordenaci¨®n de los sacerdotes de la Fraternidad". En una carta dirigida a sus fieles por Bernard Fellay, superior de la Fraternidad San Pio X, reitera las reservas de los tradicionalistas al Concilio Vaticano II.

Otras voces, como la del te¨®logo Vito Mancuso, profesor de la Universidad San Rafael de Mil¨¢n, piden que "tras la significativa apertura hacia la extrema derecha" de la Iglesia, el Papa se abra tambi¨¦n "hacia la izquierda". Solicita "la readmisi¨®n de los te¨®logos que han elegido posiciones contrarias a las tradicionalistas".