Negacionista, ultra y obispo
El lefebvriano Williamson se excusa por crear problemas, pero no rectifica
El terremoto que ha desatado la reciente decisi¨®n de Benedicto XVI de revocar la excomuni¨®n de cuatro obispos cism¨¢ticos, ordenados hace 21 a?os por el fallecido Marcel Lefebvre, tiene su epicentro en la figura de Richard Williamson, erigido en estandarte de las ideas negacionistas del Holocausto. Ninguno de los rehabilitados daba muestras de acatar el Concilio Vaticano II, con las consiguientes cr¨ªticas desde el mismo seno de la Iglesia cat¨®lica, pero nada ha concitado tantas reacciones adversas como las posiciones que defiende ese obispo brit¨¢nico.
"Ni un solo jud¨ªo muri¨® en las c¨¢maras de gas". Williamson se ratificaba en esa convicci¨®n a lo largo de una entrevista grabada por la televisi¨®n sueca (SVT) el pasado noviembre, y que fue emitida a principios de este a?o. El obispo lefebvriano se apoyaba en "las evidencias hist¨®ricas" para sostener que la muerte de seis millones de jud¨ªos bajo la dictadura nazi es un mito prefabricado. "?Todo mentiras, mentiras y mentiras!". Y si bien conced¨ªa que hubo v¨ªctimas en los campos de concentraci¨®n, "quiz¨¢ unos 200.000 o 300.000 jud¨ªos", hizo su causa en la negaci¨®n de que las c¨¢maras de gas hubieran existido nunca.
El prelado afirma que los nazis no emplearon c¨¢maras de gas
En realidad, Williamson se manten¨ªa en una l¨ªnea que lleva defendiendo desde hace a?os, pero la decisi¨®n del Pont¨ªfice de reintegrar al personaje en la iglesia oficial ha multiplicado el eco de esas declaraciones, recogidas en un v¨ªdeo que cualquier internauta pude descargar gratuitamente en la red.
La enorme presi¨®n ejercida sobre el Vaticano, principalmente por parte de la comunidad jud¨ªa, ha forzado al obispo a emitir una disculpa p¨²blica, canalizada a trav¨¦s de una carta que dirige al prefecto para la Congregaci¨®n del Clero, el cardenal Dar¨ªo Castrill¨®n Hoyos: "En medio de esta tormenta levantada por mis comentarios imprudentes, le ruego acepte mi sincera manifestaci¨®n de pena por las innecesarias angustias que les he causado a usted y al Santo Padre". En otras palabras, se lamenta de las inconveniencias que haya podido suscitar, pero en ning¨²n momento rectifica el contenido de sus pol¨¦micas manifestaciones.
La misiva fue remitida desde la La Reja, cerca de Bueno Aires, donde Williamson dirige un seminario de la ultraconservadora Fraternidad Sacerdotal San P¨ªo X. Seg¨²n ha relatado ¨¦l mismo, el lugar fue elegido por Marcel Lefebvre porque cre¨ªa que la Argentina de los a?os setenta -gobernada por una dictadura militar asociada a la jerarqu¨ªa cat¨®lica m¨¢s conservadora- era el pa¨ªs de Latinoam¨¦rica "m¨¢s adecuado para lanzar la misi¨®n de ordenar sacerdotes".
All¨ª recal¨® el obispo brit¨¢nico tras un periplo vital, siempre unido a los postulados m¨¢s inmovilistas de la iglesia, que arrancaba en su Inglaterra natal. El sacerdote encarna las posiciones intransigentes de tantos conversos. Nacido en el seno de una familia anglicana de Winchester, de su infancia y juventud recuerda que "mis padres no eran cat¨®licos, aunque cuidaron de nosotros lo mejor que sab¨ªan y se aseguraron de que tuviera una buena educaci¨®n". Tras graduarse en Literatura por la Universidad de Cambridge, se traslad¨® a Ghana para ejercer como maestro. Sus viajes por ?frica Occidental le permitieron conocer Malcolm Muggeridge, periodista, escritor y acad¨¦mico, cuya influencia ha reconocido, aunque se tratara de un agn¨®stico declarado. O quiz¨¢ Williamson detectara en Muggeridge la tentaci¨®n de la fe, porque ¨¦ste acab¨® convirti¨¦ndose al catolicismo en su vejez.
Los detalles que se conocen de la biograf¨ªa de Williamson son imprecisos a la hora de revelar cu¨¢ndo y por qu¨¦ decidi¨® abandonar la doctrina anglicana para abrazar a la Iglesia cat¨®lica (¨¦l lo atribuye a sus tempranas lecturas de Santo Tom¨¢s de Aquino y a la "dimensi¨®n extrarreligiosa" que le procurara la m¨²sica de Beethoven, Mozart y Wagner), pero s¨ª consta su ingreso en la nueva fe de la mano del misionero irland¨¦s John Flanagan, a quien ha definido como un conservador que sin embargo no comulgaba con los postulados lefebvrianos. Ello no disuadi¨® al brit¨¢nico para entrar como novicio en el Seminario Internacional P¨ªo X de Encone (Suiza), cuyo alma m¨¢ter, el arzobispo Lefebvre, le orden¨® sacerdote en 1976.
Tras sucesivos destinos como profesor de seminarios en varios lugares de Europa, acab¨® recalando en Estados Unidos en el papel de rector de la fraternidad lefebvrista, primero en Connecticut y despu¨¦s en Minnesota. En junio de 1988, Lefebvre le consagr¨® como obispo junto a otros tres sacerdotes, sin disponer del preceptivo mandato pontificio: como resultado, todos fueron excomulgados.
Desde entonces, Williamson no s¨®lo sigui¨® oficiando ordenaciones y confirmaciones al margen de la jerarqu¨ªa oficial, sino que se ha revelado entusiasta de diversas teor¨ªas de la conspiraci¨®n sobre una trama jud¨ªa para dominar el mundo o sobre las supuestas mentiras de los atentados del 11-S en Nueva York como excusa para las guerras de Afganist¨¢n e Irak.
A nadie ha sorprendido en el Reino Unido que el historiador negacionista brit¨¢nico David Irving, otrora encarcelado en Austria por violar las estrictas leyes antinazis, confesara su amistad y simpat¨ªa hacia el controvertido obispo. "El pasado octubre, el obispo Williamson acudi¨® a una fiesta que organic¨¦ en mi casa de Windsor. No soy cat¨®lico, pero estuve casado veinte a?os con una dama espa?ola y tengo cuatro hijos educados en el catolicismo. Desde luego, fue m¨¢s que bienvenido", afirm¨® el acad¨¦mico, quien comparte con su invitado la resistencia a los intentos modernizadores de la iglesia.
"El mundo de hoy ejerce una implacable presi¨®n sobre los cat¨®licos", sosten¨ªa Williamson en una entrevista concedida con motivo del 30 aniversario de su ordenaci¨®n por Lefebvre. Quiz¨¢ Benedicto XVI comparta esa visi¨®n, pero el regreso del d¨ªscolo obispo al redil, sin renegar por ello de sus postulados, se perfila como una profusa fuente de problemas para la Iglesia cat¨®lica
"Inversi¨®n celestial"
La localidad de La Reja, a casi 50 kil¨®metros al oeste de Buenos Aires, aloja una de las comunidades lefebvristas que se oponen a la doctrina del Concilio Vaticano II. Las misas se ofician en lat¨ªn. Richard Williamson lo dirige.
Las declaraciones del obispo, minimizando las consecuencias de la soluci¨®n final perpetrada por los nazis, han sido acogidas con disgusto por algunos miembros de la congregaci¨®n, pero su director, el obispo Bernard Fellay, insiste en que la entrevista televisiva fue "un complot contra la iglesia cat¨®lica".
Desde que se instalara en Argentina, la fraternidad ha intentado mantener un perfil bajo, si bien hace dos a?os organiz¨® una sonora protesta contra los "dibujos blasfemos" del artista Alfonso Barbieri.
Ante el dif¨ªcil momento econ¨®mico que atraviesa la comunidad, Williamson reclama donaciones en su web, defendiendo "la inversi¨®n en una cuenta bancaria celestial".
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