Una ONG metida a empresa

Dauda, Mohammed, Ibrahim y el resto de sus compa?eros terminaron de montar este fin de semana las casetas de feria del BBK junto al Puente del Arenal de Bilbao. En total son seis obreros, los seis africanos y los seis con una muy dif¨ªcil inserci¨®n en un mercado laboral en contracci¨®n. Tienen empleo gracias a que una ONG, Goiztiri, se ha decidido introducir en el mundo de la empresa. Mediante un acuerdo con la compa?¨ªa de arquitecturas m¨®viles Erakus, ha creado una empresa que ha obtenido en exclusiva el contrato para montar las casetas feriales de BBK.

Goiztiri, creada en Barakaldo en 1993, se define como una asociaci¨®n de ayuda a los excluidos y ha impulsado la creaci¨®n de dos empresas, Erakus-Goiztiri y Goilurra, con el objetivo de ayudar a la encontrar trabajo para los inmigrantes y otras personas en riesgo de exclusi¨®n. Entre las dos, emplean al a?o a unas treinta personas en el Gran Bilbao.

El Gobierno vasco financia en un 25% las actividades de las dos firmas

Al frente de la primera se encuentran ??igo, un encargado de obra proviniente de Erakus, y Susana, una educadora de la ONG. El trabajo de esta ¨²ltima, seg¨²n explica ella misma, se define como "acompa?amiento a la inserci¨®n" e incluye mejorar nivel de castellano de los inmigrantes, ense?arles a realizar gestiones administrativas -como obtener la tarjeta sanitaria-, proponerles la realizaci¨®n de cursos o ayudarles a buscar una vivienda.

Este modelo de colaboraci¨®n se repite con Goilurra -que fabrica componentes en exclusiva para Trelliborg- y en otras experiencias como, por ejemplo, la que permiti¨® emplear a una veintena de inmigrantes en la pasada campa?a del txakoli, asesorados por t¨¦cnicos de Lorra, la asociaci¨®n de productores agrarios de Vizcaya. "Vimos que ¨¦ramos buenos en las labores de inserci¨®n, pero que para ofrecer empleo deb¨ªamos aliarnos con empresas", explica Jes¨²s Castanedo, gerente de la ONG.

Erakus y Goilurra cuentan con una financiaci¨®n del Gobierno vasco de un 25% y ayudas desde la obra social de BBK. Son lo que Castanedo define como "empresas de tr¨¢nsito". Persiguen que los inmigrantes adquieran habilidades no exclusivamente laborales y, a partir de los seis meses, les animan a buscar trabajo fuera. Hay una gran lista de espera -"y cada vez m¨¢s"- y se elige a las personas m¨¢s necesitadas (por ejemplo a aquellas que est¨¦n a punto de perder el permiso de residencia) y que al mismo tiempo sean de la confianza de la ONG por haber participado antes en cursos u otras actividades. El reto, explica Castanedo, es la crisis, que amenaza la segunda parte del programa: "Antes, todos encontraban trabajo f¨¢cilmente fuera. Ahora se ven obligados a apurar al m¨¢ximo el tiempo aqu¨ª".