Un disfraz de etiqueta
Jers¨¦is, astronautas, v¨ªrgenes y hasta los Beatles coinciden en el tradicional concurso de disfraces del C¨ªrculo de Bellas Artes
Con esta cosa de la crisis, lo que se entiende por vestir de etiqueta ha cambiado de manera sustancial. Lo vio claro Alberto, un auxiliar administrativo malasa?ero ("pero director de arte en algunos cortos"), que compareci¨® anoche en la fiesta de disfraces del C¨ªrculo de Bellas Artes no con traje y hecho un pincel, sino caracterizado como una etiqueta de jersey. Del Zara, para ser m¨¢s exactos. Su aspecto de "zarandaja fabriqu¨¦ en San Blas", seg¨²n constaba en las especificaciones, le vali¨® el primer puesto del concurso y una recompensa lo bastante sustancial (3.000 euros) como para comprar alg¨²n trapito decente.
La culpa, por lo que cuenta, la tuvo la fiebre. "Estaba griposo y metido en cama cuando se me ocurri¨® la idea", explicaba Alberto, que se hab¨ªa agenciado unas enormes gafas negras con las que se parec¨ªa a¨²n m¨¢s a Flipy, el cient¨ªfico zumbado de El hormiguero. Lo de San Blas tambi¨¦n tiene su explicaci¨®n, no se crean: la etiqueta -"inspirada en el modelo antiguo, porque no ten¨ªa ninguna reciente"- acab¨® manufactur¨¢ndose en una casa de este barrio, mientras Alberto le cuidaba los perros a un par de amigos.
La fiesta, con unos 2.000 asistentes, se prolong¨® hasta muy tarde
La zarandaja se impuso a otros m¨¢s de 40 participantes, entre los que se vio de todo: echadores de cartas, globalizadoras o una Frida Kahlo deprimid¨ªsima. El segundo premio (1.500 eurillos), recay¨® en dos astronautas que conquistaban la Luna con banderines de "Madrid 2030". La cifra no casa con el calendario ol¨ªmpico, pero hasta entonces, bien lo sabe Dios, pueden cambiar un mont¨®n de cosas.
A la Virgen de la Dolorosa no le mut¨® el rostro compungido ni siquiera con el tercer puesto. Silvia se hab¨ªa inspirado en la patrona de su pueblo, El Real de San Vicente (Toledo), e invirti¨® tres d¨ªas en decorar el manto con lentejuelas. "Lo de las procesiones me parec¨ªa bastante monstruoso, y ¨¦sta era la ¨²nica oportunidad de volver a ser virgen", explic¨® con unas enormes l¨¢grimas postizas surc¨¢ndole las mejillas. No es que los 500 euros sirvan para hacer milagros, pero palabra que no ir¨¢n a manos de Rouco Varela. "Prefiero pas¨¢rselos a mi hermana, que necesita hacer un master".
A las puertas de la gloria se quedaron los cuatro asturianos cachondos disfrazados de los Beatles en la portada de Abbey Road. El jurado (integrado por el gerente del C¨ªrculo, Javier L¨®pez Roberts, y la dise?adora de vestuario Chari Esteban, entre otros) tuvo que descalificarlos in extremis porque subieron todos juntos al escenario, cuando las bases se alaban que s¨®lo se pod¨ªa competir en solitario o de dos en dos. "Bah, los Beatles estamos por encima de los premios", comentaban luego con desparpajo. Tres ya eran amigos y a Paul McCartney lo encontraron en un concierto del grupo Uno, del que es cantante. "T¨ªo, eres clavao al de los Beatles. Vente y la liamos parda", le dijeron. Y hasta anoche. En la boda de Ringo, por cierto, hicieron de Queen.
La fiesta, con 2.000 asistentes, se prolong¨® hasta las mil y monas. Dec¨ªan las malas lenguas que nada como el baile de m¨¢scaras del C¨ªrculo para encontrar algo decente que llevarse a los labios (o a la cama, seg¨²n las posibilidades de cada cual). As¨ª pues, pongamos al d¨ªa nuestros conocimientos de matem¨¢ticas: 2.000 elementos tomados de dos en dos, y hasta de tres en tres, arrojaban un universo de posibilidades muy apetecible. Y sin esperar a 2030.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.