El fin de los 'combatientes enemigos'
Tras pasar m¨¢s de cinco a?os y medio confinado en una celda de un buque militar en Carolina del Sur, Ali al Marri, sospechoso de pertenecer a Al Qaeda, conoci¨® ayer los cargos a los que se enfrenta: conspiraci¨®n y apoyo material al terrorismo. El caso de Al Marri est¨¢ desde ayer en manos de la justicia civil, y desde ayer, este residente norteamericano de origen qatar¨ª ha dejado de ser el ¨²ltimo combatiente enemigo (existieron otros dos) que estaba detenido dentro de EE UU.
La decisi¨®n de la Administraci¨®n de Obama de trasladar el expediente de Al Marri al Departamento de Justicia supone un giro de 180 grados en la pol¨ªtica seguida por el Gobierno de George Bush, que consideraba que, debido a su estatuto de combatiente enemigo, el detenido pod¨ªa estar por tiempo indefenido encerrado sin cargos. La resoluci¨®n tambi¨¦n permite que la Casa Blanca no tenga que pronunciarse abiertamente sobre si un presidente tiene autoridad o no para detener a residentes legales en el pa¨ªs de manera indefinida sin juicio.
Al Marri ha pasado cinco a?os y medio confinado en un buque militar
El Departamento de Justicia deb¨ªa declarar el 23 de marzo ante el Tribunal Supremo si pretend¨ªa continuar con la pol¨ªtica iniciada por Bush de detenci¨®n sin cargos por el tiempo que se considerase necesario en nombre de la seguridad nacional, como era el caso de Al Marri. Al traspasar a Al Marri a la justicia ordinaria, la Administraci¨®n responde con los hechos y parece mostrar el camino de la soluci¨®n para la mayor¨ªa de los presos de Guant¨¢namo.
Al Marri fue detenido en Peoria (Illinois) en diciembre de 2001, tras los atentados del 11-S, y trasladado en 2003 a un buque militar anclado en el puerto de Charleston (Carolina del Sur). Con un visado de estudiante para realizar un master en la Universidad de Bradley, Al Marri lleg¨® a Estados Unidos ese mismo septiembre junto a su esposa y sus cinco hijos. Tras su detenci¨®n, el Gobierno de Bush dijo entonces tener en sus manos a un "agente durmiente" de Al Qaeda. Sin cargos ni acceso a un abogado, el equipo legal que se interes¨® por ¨¦l asegura que durante el tiempo que Al Marri ha estado confinado en el buque militar ha sido sometido a tratamientos denigrantes como privaci¨®n del sue?o, obligaci¨®n de adoptar posturas dolorosas y amenazas violentas. Durante los m¨¢s de cinco a?os y medio que ha estado ajeno al mundo, tan s¨®lo en un par de ocasiones ha podido comunicarse con su familia.
Los cargos a los que ahora se enfrenta los conoci¨® ayer de boca de un gran jurado en Peoria, y podr¨ªan suponerle hasta 15 a?os de c¨¢rcel por cada uno de ellos.
La comparecencia ante un tribunal civil de Al Marri podr¨ªa verse seguida por los casi 250 presos recluidos en la base militar estadounidense de Guant¨¢namo (Cuba), cuyo cierre fue anunciado por Obama nada m¨¢s tomar posesi¨®n de su cargo.
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