EE UU dejar¨¢ 50.000 soldados en Irak
Washington aspira a retirar sus tropas en el pa¨ªs ¨¢rabe en 2011
Barack Obama, que no quiere ser el presidente que perdi¨® la guerra de Irak, anunci¨® ayer que hasta 50.000 soldados norteamericanos permanecer¨¢n en ese pa¨ªs despu¨¦s de que las operaciones de combate concluyan, en agosto del a?o pr¨®ximo. Manifest¨® que esa fuerza residual tendr¨¢ como misi¨®n el asesoramiento al Ej¨¦rcito iraqu¨ª y la participaci¨®n en acciones de contraterrorismo, y dijo que intentar¨¢ retirar todas las tropas a finales de 2011.
Aunque podr¨ªa ser el t¨ªpico caso del vaso medio lleno o medio vac¨ªo, una decisi¨®n que intenta hacer compatibles sus promesas electorales con las recomendaciones recibidas de los mandos militares, la nueva estrategia anunciada ayer por Obama para Irak ha desatado m¨¢s bien aplausos de la oposici¨®n republicana y cr¨ªticas dentro de su propio partido.
La nueva estrategia ha desatado aplausos de la oposici¨®n y cr¨ªticas dem¨®cratas
La intervenci¨®n del presidente en el cuartel de Camp Lejeune, en Carolina del Norte, tuvo frases para satisfacer todos los puntos de vista. Reconoci¨® que "la situaci¨®n ha mejorado", pero a?adi¨® que "la soluci¨®n a largo plazo tiene que ser pol¨ªtica, no militar". Admiti¨® que "hoy hay una renovada causa para la esperanza en Irak", pero advirti¨® que "no se puede sostener indefinidamente un compromiso que ha asfixiado a nuestras Fuerzas Armadas y que ha costado al pueblo norteamericano cerca de un bill¨®n de d¨®lares".
Pese a todos esos equilibrios, esta nueva estrategia contiene algunos elementos que contradicen de forma evidente las promesas electorales de Obama. La retirada completa de tropas se alarga al menos a?o y medio sobre el l¨ªmite de 16 meses que Obama estableci¨® en la campa?a. Aun aceptando que "la misi¨®n de combate concluir¨¢ el 31 de agosto de 2010", como dijo ayer, hay que recordar que entre los 50.000 soldados que se quedar¨¢n habr¨¢ unos 10.000 de unidades de combate que podr¨ªan ser utilizadas eventualmente con ese fin. De hecho, actualmente ya casi no hay misiones de combate en Irak, sino patrullajes y operaciones de contraterrorismo.
Adem¨¢s, el anuncio de ayer del presidente deja un final relativamente abierto para la retirada completa de fuerzas. Sus palabras al respecto fueron: "Pretendo retirar todas las tropas de Estados Unidos de Irak para el final de 2011. Completaremos la transici¨®n de responsabilidades a las autoridades iraqu¨ªes y traeremos a nuestras tropas de vuelta a casa con el honor que merecen".
Obama no ha cambiado, probablemente, su oposici¨®n de principio contra la guerra de Irak. Ayer mencion¨®, por ejemplo, que una de las lecciones extra¨ªdas de ese conflicto es la de que "no se puede volver a ir a una guerra sin unos objetivos claramente definidos". Pero es obvio que sus conversaciones con los mandos militares le han aconsejado ralentizar los plazos de retirada y hacerla de forma menos rupturista.
El presidente no present¨® ayer su proyecto como un cambio. Al contrario, parec¨ªa una mera consecuencia de la estrategia seguida hasta ahora en Irak, con algunas palabras que hubiera firmado el propio George Bush. "Enviamos a nuestras tropas a Irak a acabar con Sadam Husein y lo hicieron. Mantuvimos a nuestras tropas en Irak para ayudar a establecer un Gobierno soberano y lo hicieron. Ahora dejaremos al pueblo iraqu¨ª con una oportunidad de vivir una vida mejor; ¨¦se es vuestro m¨¦rito", dijo entre las ovaciones de los soldados presentes en el acto.
Los dos principales l¨ªderes dem¨®cratas en el Congreso, Harry Reid, jefe de la mayor¨ªa en el Senado, y Nancy Pelosi, presidenta de la C¨¢mara de Representantes, han dicho que los 50.000 soldados que permanecer¨¢n en Irak despu¨¦s de agosto de 2010 son demasiados. Pelosi a?adi¨® que no entiende cu¨¢l es la raz¨®n para dejarlos.
El rival de Obama durante la campa?a electoral, el senador John McCain, la voz cantante de su partido en estos asuntos, ha declarado que apoya la estrategia presentada por el presidente. McCain ha sido siempre contrario al establecimiento de un plazo fijo para la retirada.
?sa era tambi¨¦n la posici¨®n de los jefes militares, incluido el general que dirigi¨® la guerra en los ¨²ltimos y m¨¢s exitosos a?os, David Petraeus. El primer d¨ªa de su mandato Obama se reuni¨® con los mandos castrenses para ordenarles la elaboraci¨®n de un plan para el repliegue. ?stos le presentaron un proyecto con varios escenarios posibles que oscilaban entre el cumplimiento estricto de la total retirada en 16 meses hasta el mantenimiento de la misi¨®n de combate dos a?os m¨¢s.
Los militares advirtieron, no obstante, que el repliegue completo en poco m¨¢s de un a?o pondr¨ªa en serios riesgos los avances conseguidos hasta hora en materia de seguridad y de desarrollo de un sistema pol¨ªtico relativamente democr¨¢tico en Irak.
El resultado de 40 d¨ªas de negociaci¨®n entre los intereses militares y el compromiso del presidente ha sido el plan presentado ayer, que da a las Fuerzas Armadas, seg¨²n Obama, "la flexibilidad que necesitan para apoyar a los socios iraqu¨ªes y triunfar".
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