No espere milagros de Oswald Gr¨¹bel

La llegada de Oswald Gr¨¹bel a UBS tal vez haga que los accionistas entonen el aleluya, pero que no esperen al mes¨ªas. El ex director gerente de Credit Suisse sustituye en el mando al quemado Marcel Rohner. Gr¨¹bel, elogiado en Suiza, aporta al consejo directivo de UBS una gravedad, una capacidad de reestructuraci¨®n y una credibilidad muy necesarias. Pero las expectativas de milagro r¨¢pido como las que ha despertado Obama deber¨¢n moderarse.

La aparici¨®n de Gr¨¹bel en UBS sorprende tanto como su partida de Credit Suisse hace dos a?os. En apariencia, la jubilaci¨®n no le sentaba bien. Peter Kurer, presidente de UBS, consegu¨ªa persuadirlo de que nadie m¨¢s puede asumir la monumental tarea de revitalizar al ca¨ªdo adalid de la banca suiza.

En cuanto a Rohner, parece que salt¨® antes de que pudieran empujarlo. Su posici¨®n se volv¨ªa r¨¢pidamente insostenible. Era uno de los ¨²nicos eslabones que quedaban del fracasado viejo r¨¦gimen del banco, regido por el anterior presidente, Marcel Ospel. Rohner dirigi¨® el departamento de gesti¨®n patrimonial durante cinco a?os antes de convertirse en director gerente, en 2007, pero no parec¨ªa tener capacidad para afrontar los crecientes problemas de su viejo departamento. Rohner ni siquiera pod¨ªa viajar a Estados Unidos, donde UBS tiene m¨¢s trabajadores que en Suiza, ante la posibilidad de ser detenido por una investigaci¨®n fiscal en marcha.

Para sacar a Credit Suisse del pozo en el que se encontraba en 2002, Gr¨¹bel tuvo que convertir una instituci¨®n briosa y plagada de esc¨¢ndalos en algo mucho m¨¢s parecido al entonces conservador UBS. Ahora tendr¨¢ que hacer el mismo truco, pero al rev¨¦s. Parte del trabajo ya se ha hecho, aunque el banco de inversi¨®n necesitar¨¢ reducir a¨²n m¨¢s su tama?o.

Al igual que el nuevo presidente estadounidense ha hecho por su asediado pa¨ªs, Gr¨¹bel proporcionar¨¢ de inmediato a UBS una nueva inyecci¨®n de esperanza. Es casi seguro que enseguida se producir¨¢n cambios de estrategia y de personal. Pero tambi¨¦n hay l¨ªmites en lo que es capaz de hacer un jefe de talento y sensato como Gr¨¹bel. Tiene las mismas posibilidades de convertir el agua en vino que de corregir con rapidez los muchos errores de UBS, o de impedir que en esta econom¨ªa los ricos se empobrezcan un poco.