Lecciones aprendidas

La resoluci¨®n del Tribunal Supremo deja unos claros perdedores: los estudiantes y sus familias. El art¨ªculo del real decreto recurrido por la Federaci¨®n Espa?ola de Religiosos de la Ense?anza otorgaba a los estudiantes que tuviesen suspendidas tres o cuatro materias, y/o a sus familias, la posibilidad de optar por repetir el curso en su totalidad o por matricularse de las materias de primero con evaluaci¨®n negativa y ampliar con dos o tres materias de 2?. Resulta evidente que la cuesti¨®n afecta en un sentido muy claro a la libertad de elecci¨®n tanto, al menos, como a la libertad de las Administraciones p¨²blicas para desarrollar reglamentariamente las normas de rango superior. En ambos sentidos quisiera orientar las lecciones aprendidas.

Lecci¨®n 1: El Ministerio de Educaci¨®n, como otros tantos representantes de distintas Administraciones p¨²blicas aludidos en la resoluci¨®n, parec¨ªan confiados en que un desarrollo reglamentario permitir¨ªa otorgar una flexibilidad a la estructura definida por la Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n, pero es evidente que se han equivocado. No se puede, seg¨²n la resoluci¨®n, utilizar los reglamentos para "innovar" introduciendo ideas contrarias a la norma superior. Ser¨¢ necesario cambiar la percepci¨®n sobre lo que es posible o no hacer reglamentariamente.

Lecci¨®n 2: La entidad recurrente, que en numerosas ocasiones ha defendido el principio de la libertad de ense?anza como garant¨ªa de respeto al proyecto educativo de los centros, se opone a reconocer a los estudiantes y sus familias el derecho a decidir entre promocionar o repetir. Cierto es que su argumentaci¨®n se basa en una contradicci¨®n entre lo establecido en el real decreto y en la ley, pero no es menos cierto que en toda su argumentaci¨®n no se hace la m¨¢s m¨ªnima referencia a este derecho, ni tampoco a los perjuicios que pueda tener para las familias una sentencia como la que se ha producido. La opcionalidad que introduc¨ªa el real decreto supon¨ªa, entre otras cosas, un ahorro considerable en los costes de matr¨ªcula para muchas familias, y facilitaba la continuidad de los estudiantes en la etapa educativa. Pero ahora, tras la sentencia, los repetidores tendr¨¢n que matricularse de cursos completos.

Lecci¨®n 3: El fallo del Supremo no prejuzga las ventajas que pueda tener para el bachillerato una mayor flexibilidad. Por tanto, Educaci¨®n se enfrenta a una delicada situaci¨®n: el ordenamiento establecido dificulta la estrategia dise?ada para mejorar el ¨¦xito de los estudiantes.

Jos¨¦ Moya Otero es profesor de M¨¦todos y Diagn¨®stico en Educaci¨®n de la Universidad de Las Palmas.