Un so?ador que crea arte
El escultor Jos¨¦ Zugasti indaga en la figuraci¨®n m¨¢s conceptual - Una exposici¨®n en San Sebasti¨¢n repasa toda su trayectoria
Cuando Jos¨¦ Zugasti (Eibar, 1952) dijo que quer¨ªa estudiar Bellas Artes, la reacci¨®n de su entorno fue de extra?eza. "En una zona industrial como Eibar era raro. All¨ª primaba el trabajo diario y la artesan¨ªa, pero no hab¨ªa un caldo de cultivo art¨ªstico", recuerda entre las esculturas que expone en la sala Kubo de San Sebasti¨¢n hasta el pr¨®ximo 19 de abril. Sin embargo, no se arredr¨®. Es m¨¢s, pese a los "duros" ex¨¢menes de acceso, logr¨® ingresar a la primera en la Escuela Superior de San Fernando de Madrid, donde se licenci¨®.
Zugasti dio sus primeros pasos como artista pintando con influencias "muy conocidas y reconocidas", como Modigliani, Munch, Beckman o Giacometti, "sobre todo los que tienen un trasfondo humano". Quiz¨¢ as¨ª se entienda mejor por qu¨¦ el creador eibarr¨¦s, afincado desde hace a?os en San Sebasti¨¢n, se revuelve un poco cuando le llaman artista: "A m¨ª m¨¢s bien me gusta decir que la capacidad de so?ar que tenemos los humanos es la que, en ciertos momentos, nos permite crear arte".
"De j¨®venes, algunos cre¨ªamos que el arte serv¨ªa para humanizar un poco m¨¢s"
"La forma es lo m¨¢s sensual; el mundo est¨¢ lleno de formas", subraya el artista
El caso es que lleg¨® un momento en que Zugasti necesit¨® salir del plano. As¨ª que, sin abandonar el dominio del dibujo, se adentr¨® en la escultura, con el alambre como material protagonista. "Me daba un poco de miedo dar el paso, porque no hab¨ªa soldado nunca, pero al final me atrev¨ª y empec¨¦ a sacar algo de alambre en cuadros intermedios, hasta que hice la primera escultura con alambres".
Empez¨® con obras figurativas, como esa Figura al amanecer en la que un hombre de hierro se sienta sobre un viejo somier con la cabeza y los brazos apoyados sobre las rodillas. Poco a poco, fue "liberando las formas". La figura desapareci¨® y lleg¨® a la abstracci¨®n. Este tr¨¢nsito devino paralelo a una especie de desencanto personal. "De j¨®venes, algunos cre¨ªamos que el arte serv¨ªa para humanizar un poco m¨¢s, que esas figuras iban a sensibilizar a la gente y ayudar a que el mundo fuera mejor, pero con el paso del tiempo esa ilusi¨®n se va desgastando", confiesa ahora.
En los ¨²ltimos tiempos, ha regresado a la figuraci¨®n, pero de una forma "m¨¢s conceptual", con piezas "ling¨¹¨ªsticamente m¨¢s depuradas". "Al principio creaba m¨¢s por impulsos", ahora las obras se encuentran "m¨¢s pensadas". Es decir, "la estructura est¨¢ silenciada y, al mismo tiempo, trata de aguantar unas formas fr¨¢giles y limpias".
Y es que a Zugasti le maravilla la forma. "La forma es lo m¨¢s sensual; el mundo est¨¢ lleno de formas". Formas que, en su caso, en ocasiones se plasman en trabajos de peque?o formato y otras crecen y se acercan a la arquitectura y la obra p¨²blica. Le encanta tambi¨¦n la pintura. "La pintura no desaparece del todo. Pinto los hierros porque me gusta la pintura".
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