Desvelos para el nuevo ministro

Las universidades han vuelto al Ministerio de Educaci¨®n un a?o despu¨¦s de su traslado a Ciencia e Innovaci¨®n, algo que han celebrado con entusiasmo los sindicatos, la mayor¨ªa de los estudiantes y, en general, la mayor parte del sector educativo. Y para encargarse de la reunificada cartera de Educaci¨®n, llega un hombre que conoce muy bien la Universidad, ?ngel Gabilondo, hasta ahora rector de la Universidad Aut¨®noma de Madrid y presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Espa?olas.

Sustituye a Mercedes Cabrera, que lleg¨® al cargo en 2006, reci¨¦n aprobada en el Congreso la actual ley educativa (LOE), precisamente para dar un impulso a la reforma de las universidades para adaptarlas a Europa (el Proceso de Bolonia). El impulso se dio, y ahora llega Gabilondo para terminar de acometer los cambios sorteando la inc¨®moda revuelta estudiantil que se ha levantado en su contra. Diplom¨¢tico y dialogante, se ha destacado su capacidad de gesti¨®n y su profundo conocimiento de la Universidad para hacerse cargo de esa tarea.

El plan contra el abandono escolar est¨¢ esbozado, pero no puesto en marcha

La reforma de la FP ha de llevarse a cabo en colaboraci¨®n con Trabajo

Pero tambi¨¦n tendr¨¢ que v¨¦rselas con la educaci¨®n no universitaria, un terreno pol¨ªticamente pedregoso y v¨ªctima de constantes controversias y luchas partidistas. El nuevo ministro tom¨® las riendas de Educaci¨®n la semana pasada, ofreciendo di¨¢logo a todos los sectores y un pacto en todos los niveles de la educaci¨®n. Y lo hizo en un momento en el que la culminaci¨®n de la puesta en marcha de la ley educativa est¨¢ encontrando dificultades en el Bachillerato, con un ambicioso plan contra el abandono escolar a medio hacer y con una reforma de la Formaci¨®n Profesional que deber¨¢ llevar a cabo a medias con el Ministerio de Trabajo. Pasado lo peor de la tormenta por el boicoteo a la asignatura de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, ¨¦stas son algunas de las brechas abiertas con las que Gabilondo tendr¨¢ que lidiar:

- Fracaso escolar. Ese 31% de j¨®venes de 18 a 24 a?os que deja de estudiar despu¨¦s de la educaci¨®n obligatoria, buena parte de ellos porque no obtuvieron el t¨ªtulo b¨¢sico, el de la ESO, ha sido permanentemente se?alado como el gran problema de la educaci¨®n espa?ola. En noviembre del a?o pasado, ministerio y comunidades aut¨®nomas acordaron un plan para conseguir atajar esa alarmante tasa de abandono escolar, con un diagn¨®stico com¨²n y unas medidas dirigidas a flexibilizar las entradas y salidas de cada tramo educativo (ESO-FP-Universidad).

Tras varios meses, el plan a¨²n no ha recibido mayor concreci¨®n. El mes pasado, el Consejo Escolar del Estado (m¨¢ximo ¨®rgano consultivo en esa materia) y los 17 presidentes de los consejos escolares auton¨®micos aprobaron un acuerdo para apoyar el plan y pedir al Gobierno y las comunidades que lo impulsen.

- Flexibilizaci¨®n del Bachillerato. El Tribunal Supremo tir¨® para atr¨¢s el mes pasado la posibilidad de que los alumnos que suspendieran tres o cuatro asignaturas en 1? de Bachillerato pudieran repetir s¨®lo las cateadas y completar el a?o escolar estudiando dos o tres materias de 2?. La medida, que pretend¨ªa luchar contra el abandono escolar en el Bachillerato, fue rechazada por el Supremo por una cuesti¨®n de forma, ya que estaba recogida en un real decreto y no en la ley educativa.

As¨ª, el equipo de Mercedes Cabrera no se resign¨® y se puso a buscar la forma de llevar a cabo esa flexibilizaci¨®n a pesar de la sentencia. Los trabajos a¨²n continuaban justo antes de la llegada del nuevo ministro, pero, en cualquier caso, el tiempo se agota, ya que antes del verano los alumnos que pasan de 1? a 2? deber¨ªan saber qu¨¦ se encontrar¨¢n el pr¨®ximo curso.

- La nueva selectividad. Muy vinculado a la reforma del Bachillerato est¨¢ la reforma de la selectividad. En este caso, el ministerio ya dise?¨® y aprob¨® el nuevo modelo (que introduce una prueba oral de ingl¨¦s y en el que unos ex¨¢menes contar¨¢n m¨¢s que otros, dependiendo de la carrera que se quiera cursar). Ahora son las comunidades aut¨®nomas y las universidades las que tendr¨¢n que dise?ar las nuevas pruebas, ya para el a?o 2010.

- La reforma de la FP. M¨¢s de una d¨¦cada llevaba atascada una reforma de la Formaci¨®n Profesional para conectar la FP reglada (la de los institutos de secundaria, que conduce a un t¨ªtulo educativo) y la formaci¨®n continua y ocupacional (los cursos que dan un certificado profesional expedido por Trabajo). Por fin, en octubre del a?o pasado, los ministros de Educaci¨®n y Trabajo presentaron, juntos, una hoja de ruta para dar el impulso definitivo a los cambios.

De momento, el real decreto que deb¨ªa poner en marcha la propuesta m¨¢s llamativa -que los trabajadores puedan acreditar su experiencia, lo aprendido trabajando, para convalidarlo por una parte de los m¨®dulos de FP o de certificados de profesiona-lidad-, a¨²n est¨¢ en proceso de tramitaci¨®n, aunque estaba previsto para enero.

- Estatuto docente. Un compromiso pendiente de la anterior legislatura es el estatuto que configurar¨¢ una carrera profesional para los docentes de la ense?anza p¨²blica. La propuesta, donde se qued¨®, es la de que los profesores tengan dos v¨ªas para ascender profesional y retributivamente: a trav¨¦s de evaluaciones de su labor o, la cl¨¢sica, por a?os de trabajo acumulado.

- Educaci¨®n infantil. El otro gran impulso que se ha intentado dar en este a?o de legislatura est¨¢ en la educaci¨®n hasta tres a?os. El Plan Educa 3 arranc¨® el pasado mes de agosto y se prolongar¨¢ hasta 2012 con un presupuesto de 1.087 millones de euros: la mitad aportada por el Gobierno y el resto por las comunidades. El objetivo es crear 300.000 plazas p¨²blicas de educaci¨®n hasta tres a?os en ese periodo, pero las comunidades tendr¨¢n que crearlas con unos m¨ªnimos de calidad para recibir el dinero del plan. Ahora, la oferta sostenida con fondos p¨²blicos -no es una etapa gratuita; en la oferta p¨²blica, los padres pagan en funci¨®n de su renta- apenas llega para cubrir el 20% de la demanda potencial.

- Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa. Tras la sentencia del Supremo que el pasado mes de enero rechaz¨® la posibilidad de objetar a la asignatura de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa y los Derechos Humanos, la pol¨¦mica parece m¨¢s agotada cada d¨ªa. En cualquier caso, a¨²n queda por resolver alg¨²n recurso en el Constitucional y la resistencia de los padres m¨¢s aguerridos que amenazan con llevar el boicoteo "hasta sus ¨²ltimas consecuencias".