Los grandes almacenes de la modernidad
Ropa, libros o muebles a precio de ganga en Merci, tienda solidaria en Par¨ªs
Tras la venta de su firma de ropa de lujo infantil Bonpoint hace dos a?os, Marie-France y Bernard Cohen podr¨ªan haber disfrutado de una jubilaci¨®n tranquila y pasear por el parque con sus siete nietos. Pero no. Emprendedores ellos, prefirieron embarcarse en "un proyecto con finalidad humanitaria" y utilizar su savoir faire por una buena causa.
El resultado es Merci, una tienda abierta junto al barrio parisiense de Le Marais y cuyos beneficios ser¨¢n destinados ¨ªntegramente a un fondo ben¨¦fico para los ni?os malgaches. Es la sensaci¨®n de la ciudad. Protegida por un peque?o y apacible patio interior adoquinado, se trata de una antigua f¨¢brica textil, que alberga ahora un local multiespacio. Eso que llaman una concept store. En total, 1.500 metros cuadrados en tres plantas con una mezcla de moda, muebles y accesorios de decoraci¨®n, flores, joyas, perfumes, telas, una cafeter¨ªa y un restaurante con vistas al jard¨ªn.
Gracias a la participaci¨®n de grandes firmas, que han aceptado aportar modelos exclusivos, cohabitan dise?os especiales de Yves Saint Laurent con coloridas vajillas de pic-nic bajo el mismo techo acristalado. Y todo, a un precio poco com¨²n. "La idea era que hubiera cosas muy simples junto a otras sofisticadas, no crear ning¨²n gueto, ni social, ni de edad", explica Marie-France Cohen.
La planta baja alberga el espacio dedicado a los grandes modistas en el que se encuentran creaciones de la temporada pasada reeditadas especialmente para Merci. Las firmas han aceptado vender a coste de producci¨®n sus creaciones, por lo que se encuentran aqu¨ª blusas de Stella McCartney, modelos de Barbara Bui o chaquetas de Azzaro con rebajas de hasta un 40% respecto a su precio de mercado. La parte de moda cuenta, entre otros grandes ¨¦xitos, con firmas como APC, Paul Smith, o Isabel Marant, as¨ª como el rinc¨®n vintage.
La perfumer¨ªa tambi¨¦n ofrece precios de saldo, de hasta un tercio, sin sacrificar la calidad, gracias a la eliminaci¨®n de los envases. Los clientes pueden rellenar directamente sus antiguas botellas a partir de una de las cuatro fuentes disponibles de los cl¨¢sicos de la firma Annick Goutal, creada por la hermana de Marie-France, o adquirir un perfume nuevo en una peque?a botella de pl¨¢stico.
"Hay una idea de no desperdiciar, ni los materiales, ni las ideas", explica Marie-France. La mercer¨ªa igualmente se alimenta de tejidos recuperados directamente en las f¨¢bricas y todo lo que hay en el interior de la tienda est¨¢ en venta, desde las obras que adornan el muro central de exposici¨®n temporal hasta los libros de segunda mano cuidadosamente seleccionados que adornan la imponente estanter¨ªa de 15 metros de largo de la cafeter¨ªa.
El mismo esp¨ªritu de diversidad que reina en el local se ve reflejado en la secci¨®n de mobiliario, con piezas tra¨ªdas de todas partes del mundo: taburetes artesanales asi¨¢ticos y africanos se codean con sillas de jard¨ªn del siglo XIX y sof¨¢s de dise?o ultramoderno. Sin embargo, todo lo que se encuentra en el interior de este bazar ordenado con esmero y en el que trabajan a diario unas 50 personas sigue un criterio claro. "La exigencia de la est¨¦tica".
Esta exigencia le ha llevado de hecho a abandonar la idea inicial de pedir donaciones para la tienda. "Cuando alguien dona algo luego quiere verlo en la tienda, y no siempre se tienen los mismos gustos y... es complicado", justifica Marie-France. La ¨²nica parte del espacio que acepta contribuciones de los particulares es la librer¨ªa, aun as¨ª sometida a una minuciosa selecci¨®n llevada a cabo por dos especialistas. Los libros se pueden leer sencillamente tomando un caf¨¦ o llevarse uno a casa a partir de dos euros.
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