Obsesi¨®n por las 'chicas 10'
Hoy, con EL PA?S, 'Delicias turcas',y ma?ana, 'Bolero'
Por mucho que lo esconda en g¨¦neros como la ciencia-ficci¨®n, el drama o las aventuras, el holand¨¦s Paul Verhoeven es un cineasta obsesionado por la belleza. En su mejor pel¨ªcula, la infravalorada Starship troopers, el director se tomaba a co?a tanta perfecci¨®n con aquellos soldados de rostros y cuerpos perfectos, humanos nacidos de la alquimia del ADN contra insectos asquerosos que acaban triunfando. Delicias turcas, filme que le lanz¨® a la fama internacional 24 a?os antes, resulta clarividente en esa mirada. Un joven Rutger Hauer, antes de ver "cosas que vosotros no creer¨ªais: atacara naves en llamas m¨¢s all¨¢ de Ori¨®n..." y desde luego mucho antes de poseer el flotador que desmejora hoy su figura, encarna a un joven escultor enamorado de una alocada chica pelirroja. La relaci¨®n, entre salvaje y pop, de la pareja fue un taquillazo que a¨²n se mantiene hoy como el filme m¨¢s visto en Holanda. Y a Verhoeven le pase¨® de festival en festival hasta que salt¨® a las megaproducciones (Los se?ores del acero) y finalmente a Hollywood. La verdad de Delicias turcas estriba en que el Hauer escultor que ahoga sus penas de amor detr¨¢s de cualquier mujer, buscando un orgasmo m¨¢s est¨¦tico que copulatorio, suena mucho al car¨¢cter esteta de Verhoeven. En el mundo pornosoft, el holand¨¦s ha puntuado siempre con su celuloide.
El film de Verhoeven a¨²n se mantiene como el filme m¨¢s visto en Holanda
Claro, que si de pornosoft hablamos, Bo Derek convirti¨® los ochenta en su reinado. Con 20 a?os, en 1976 Mary Cathleen Collins se cas¨® con el veterano cineasta John Derek, y tras el matrimonio la buena chica cambi¨® de nombre para renacer como Bo Derek. Su esposo, dispuesto tambi¨¦n a hacer dinero de la belleza de su santa tras el ¨¦xito de 10, la mujer perfecta, empez¨® a dirigir filmes para la gloria de la cacha de Bo. Y as¨ª lleg¨®, primero, Tarz¨¢n; y despu¨¦s, su obra cumbre: Bolero -no la de Bo, que seguir¨ªa siendo 10, la mujer perfecta-. En ambos t¨ªtulos Derek (¨¦l) sabe de la poca capacidad interpretativa de Derek (ella) y la rodea de actores solventes -en Tarz¨¢n, Richard Harris; en Bolero, George Kennedy como ch¨®fer de la ni?a heredera estadounidense protagonista- y de rostros bellos sin talento para igualar el tono. En Bolero, rodada en su mayor parte en Espa?a, aparece la bi¨®loga espa?ola m¨¢s famosa, Ana Obreg¨®n, que al a?o siguiente rematar¨ªa su carrera hollywoodiense con dos cap¨ªtulos de El equipo A (a ver qui¨¦n iguala eso). Bolero describe las aventuras por tierras ¨¢rabes y espa?olas de dos estadounidenses (Derek y Obreg¨®n) hasta que la primera se enamora de un guapo propietario de bodegas y torero en sus horas libres, Andrea Occhipinti. Al chico se le escapa la libido en una cornada y Derek sabe recuperarle con su amor. T¨®picos, sexo y gasas difuminadoras: obviamente, Bolero fue un taquillazo. Podr¨¢ conseguirla ma?ana en su quiosco. Hoy, Delicias turcas.
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