Superlativo Iniesta

Los partidos del Camp Nou empiezan donde acaban los del Bernab¨¦u, incluso en las jornadas que se anuncian como definitivas, por el ruido que provoca la ¨¦pica frente al silencio que despierta la est¨¦tica. Al triunfo ag¨®nico del Madrid respondi¨® el Barcelona con una celestial victoria, descontada nada m¨¢s comenzar el encuentro. A los dos minutos ya hab¨ªa marcado un gol y pasado el cuarto de hora se cant¨® el segundo, de manera que los aficionados se olvidaron del penalti de Casquero y el tanto de Higua¨ªn, que hab¨ªan provocado el insomnio de los m¨¢s derrotistas y despertado el sue?o madridista de alcanzar la Liga. El equipo azulgrana se recre¨® con la presi¨®n blanca y ofici¨® un partido estupendo.

El Sevilla apenas remat¨® a porter¨ªa, y se limit¨® a aplaudir a un l¨ªder en forma

Al Bar?a se le presentaba aparentemente un duelo muy complicado contra el Sevilla. A la hora de la verdad, sin embargo, el litigio dur¨® m¨¢s o menos lo mismo que la remontada del Madrid. Igualmente resultadistas por el momento, el f¨²tbol de un equipo y otro no admite comparaci¨®n por antag¨®nicos. El azulgrana es sensato y virtuoso mientras que al blanco, desde el caos, le anima la resistencia y la locura.

Aunque nunca dej¨® de jugar, el Bar?a resolvi¨® el partido al principio con una sencillez extraordinaria, pr¨¢cticamente en silencio, de forma serena y exacta, tal y como es Iniesta. Nada que ver con el arrebato protagonizado a ¨²ltima hora por Higua¨ªn en el Madrid. La actuaci¨®n azulgrana fue exquisita por natural, por art¨ªstica, por po¨¦tica. Todos los goles tuvieron la misma factura. Recuperan la pelota los delanteros con su presi¨®n, la juegan los interiores con profundidad y la puntean unos u otros con precision, los que antes llegan al ¨¢rea contraria, siempre en superioridad frente a la defensa adversaria. La par¨¢bola de Iniesta result¨® tan delicada (1-0) como su combinaci¨®n con Xavi antes de armar el remate de Eto'o (2-0). Resulta igualmente muy dif¨ªcil acabar una jugada tan bien trenzada como lo hizo Xavi (3-0) y, por supuesto, el gol de Henry (4-0) tambi¨¦n fue muy meritorio.

El ejercicio futbol¨ªstico azulgrana tiene su importancia por la dificultad del rival, por la presi¨®n del marcador del d¨ªa anterior y porque ni siquiera precis¨® de Messi, al que le dol¨ªa la tripa y se qued¨® en ayunas despu¨¦s de perder un kilo y medio durante la noche anterior. Al Bar?a le alcanz¨® con Iniesta. El volante cuadr¨® una partido memorable como centrocampista y como delantero. Abri¨® el marcador con un remate delicioso a la cruceta del novel Javi Varas y despu¨¦s combin¨® con Xavi para descuartizar al Sevilla con tres asistencias prodigiososas. Un ratito nada m¨¢s comenzar y unos minutos despu¨¦s del descanso fueron suficientes para que Iniesta fuera canonizado.

Guardiola le retir¨® poco despu¨¦s de que Henry anotara el cuarto gol para que la hinchada le ovacionara por su juego de tiral¨ªneas. Hab¨ªa acabado el grueso del partido y s¨®lo quedaba tiempo para los detalles. La presencia del Sevilla ayud¨® a agrandar el triunfo del Bar?a porque el equipo de Jim¨¦nez se plant¨® muy flamenco en la cancha, fuerte por fuera con dos volantes y duro por dentro con los mediocentros, dispuesto a ir a por el partido, incluso sin Kanout¨¦. Al igual que pas¨® con otros tantos rivales, el Bar?a le empeque?eci¨®. Fracasaron los sevillistas en su intento de disputar el bal¨®n al Bar?a, que estuvo nuevamente omnipresente en la defensa y el ataque, incansable y continuo en su juego limpio, pl¨¢cido y po¨¦tico, alejado del cuerpo a cuerpo, del alboroto, del futbol callejero y prosaico.

Disfruta el equipo y se lo pasa en grande la afici¨®n del Bar?a, que anoche acudi¨® con ganas a la llamada de su entrenador. Hay pocos espect¨¢culos que merezcan m¨¢s la pena que un partido en el Camp Nou. Hay tiempo para paladear el juego y tambi¨¦n para hacer la ola y despu¨¦s aplaudir a los futbolistas cuando Guardiola les cambia con vistas a compromisos futuros igualmente exigentes. Iniesta y Xavi fueron los m¨¢s vitoreados despu¨¦s de combinarse de forma estupenda, siempre a un toque, igualmente veloces e inalcanzables para sus marcadores, en sincron¨ªa con la presi¨®n de Eto'o y Henry, para suerte de los zagueros.

El Sevilla apenas remat¨® a porter¨ªa y se limit¨® a aplaudir a un l¨ªder que llega en buena forma al tramo decisivo. Pocas veces hab¨ªa resuelto un partido complicado con tanta sencillez. Ante la percusi¨®n de Chamart¨ªn, nada mejor, de momento, que atender al viol¨ªn de Iniesta.