?Preparados para un 'lehendakari' L¨®pez?
Patxi L¨®pez ser¨¢ el primer jefe de Gobierno no nacionalista en Euskadi despu¨¦s de 30 a?os de hegemon¨ªa del PNV. La sociedad espera sus primeras decisiones. Le quieren poner a prueba con los s¨ªmbolos como excusa: la jura, el mapa del tiempo en ETB, la Ertzaintza, el euskera...
No deja de ser curioso que los alumnos adolescentes del colegio San Prudencio de Vitoria identifiquen a Alex Uriarte como el "profesor del Audi rojo" y le recuerden como un joven musculoso, simp¨¢tico y bien parecido. Es curioso porque no son ¨¦stas las cualidades dignas de resaltar precisamente en un docente de la clase de ?tica y porque alrededor de este personaje se ha tejido una red de silencio que afecta a padres, profesores y alumnos desde que se supo que llevaba una doble vida y, como consecuencia de ello, nadie se atreve a comentar otros aspectos del profesor fuera de detalles superficiales. Alex Uriarte falt¨® a su trabajo el pasado lunes d¨ªa 20 de abril por una causa que puede justificarse: el s¨¢bado 18 era detenido en la localidad francesa de Montauriol junto a Jurden Martitegi, m¨¢ximo dirigente de ETA.
Txema Montero: "Para el PNV, el tr¨¢nsito de 'El Partido' a 'Un partido' est¨¢ siendo largo, dif¨ªcil y doloroso"
?Debe jurar Patxi L¨®pez bajo una f¨®rmula que comienza con un "humillado ante Dios", ¨¦l, que predica su laicismo?
"Es el Gobierno menos deseado por los vascos. En la ¨²ltima encuesta del CIS, solamente el 4,6% lo apoyaba"
El profesor del Audi rojo iba a recibir la orden de colocar un coche bomba que har¨ªa explotar en fechas pr¨®ximas a la investidura del nuevo lehendakari, el socialista Patxi L¨®pez. Ejecutar¨ªa as¨ª la amenaza difundida por ETA una semana antes en un comunicado en el que declaraba al nuevo Gobierno vasco como "objetivo prioritario".
Al profesor del Audi rojo le iban a entregar tambi¨¦n una pistola.
No era un profesor novato. Hab¨ªa impartido clases de Historia durante dos cursos en el colegio cat¨®lico San Viator. Estaba matriculado en la Universidad y disfrutaba de una beca oficial para preparar una tesis sobre la transici¨®n y ETA. La constataci¨®n de que un profesor de ?tica es un hombre capaz de colocar bombas ser¨ªa el tipo de noticia que deja sin palabras a la comunidad educativa y por extensi¨®n al resto de la sociedad. Pero la respuesta es diferente en el Pa¨ªs Vasco donde no hay comentarios. El silencio se hace espeso.
Nadie quiere hablar de ese profesor en Vitoria y en ninguna otra parte. Los padres esquivan las preguntas, los alumnos hacen caso a sus padres y la direcci¨®n del colegio calla. Es la reacci¨®n que invade a una parte de la sociedad vasca cuando aparece la sombra del terrorismo.
El mismo d¨ªa en que se daba a conocer lo sucedido al profesor del Audi rojo, algunos periodistas acud¨ªan a la presentaci¨®n del Congreso Internacional Atom by Atom que se celebrar¨¢ en San Sebasti¨¢n a finales de septiembre y contar¨¢ con la presencia de tres premios Nobel. Dirig¨ªa el acto un personaje singular, el f¨ªsico Pedro Miguel Etxenike, un cient¨ªfico reputado (premio Max Planck y premio Pr¨ªncipe de Asturias), dotado de una energ¨ªa desbordante e impulsor del Donostia Phisics Center y del reci¨¦n inaugurado NanoGune, un edificio c¨²bico, sobrio e imperturbable en sus ra¨ªces, cuyo s¨®tano dispone de paredes de un metro de espesor para erradicar toda huella de vibraci¨®n en el interior de los laboratorios. NanoGune es la joya de la corona de la investigaci¨®n en el Pa¨ªs Vasco.
Al mismo tiempo, este centro es la expresi¨®n material de las ideas de Etxenike acerca de c¨®mo investigar en el siglo XXI. Por medio de fundaciones y patronatos, el centro funciona como una instituci¨®n cuyas decisiones son aut¨®nomas. Su objetivo es la b¨²squeda de la excelencia, el fomento de la creatividad y el talento cient¨ªfico. No hay prisa por obtener resultados pero se trabaja con los mejores. El r¨¦gimen de trabajo es abierto y est¨¢ desprovisto de burocracia. "Ni tienen horario, ni les preguntamos qu¨¦ est¨¢n haciendo en cada momento", explica Etxenique, que contrata cient¨ªficos como quien ficha deportistas para un club de alto nivel. Ya tiene cerrados a cinco l¨ªderes de grupo, un americano, dos alemanes, un ruso y un espa?ol. El idioma del centro es el ingl¨¦s. Y el autor de esta obra, Etxenike, se define como "un nacionalista hist¨®rico".
Etxenike fue consejero de Educaci¨®n del Gobierno vasco en tiempos del lehendakari Carlos Garaikoetxea. Durante su mandato se aprob¨® la ley b¨¢sica de normalizaci¨®n del uso del euskera, una lengua que defiende ardorosamente, "pero que no debe ser utilizada como arma. El euskera hay que valorarlo y no sobrevalorarlo". El cient¨ªfico no evita el comentario pol¨ªtico. Discrepa de quienes hablan de una sociedad dividida por la mitad en t¨¦rminos de nacionalistas y espa?olistas. "Digamos que un 52/48 a favor de los nacionalistas" y discrepa tambi¨¦n de quienes piensan que el resultado electoral ha supuesto una derrota de Ibarretxe: "Desde el punto de vista personal, los resultados han sido un ¨¦xito para Ibarretxe, pero no puede gobernar. ?Se ha producido un cambio sociol¨®gico? Yo dir¨ªa que no. Lo que se ha producido ahora es la posibilidad de un Gobierno m¨¢s d¨¦bil. Es una opci¨®n. Si es acertada o no lo dir¨¢n los resultados".
Etxenike ha sido siempre tajante respecto al uso de la violencia para fines pol¨ªticos. As¨ª lo ha expresado en numerosos discursos: "Una sociedad democr¨¢tica no puede admitir en su seno actitudes de intolerancia como el terrorismo. No se trata de una cuesti¨®n de ideolog¨ªas pol¨ªticas; es algo previo a la confrontaci¨®n de ideas y de proyectos. Es una tarea de toda la sociedad. Se espera de nosotros que no miremos a otro lado y que alcemos la voz all¨ª donde el crimen sea enaltecido, justificado o disculpado".
Entre el silencio espeso del colegio de Vitoria y el silencio creativo del NanoGune parece haber m¨¢s distancia que los cien kil¨®metros que separan una capital de la otra. ?se es s¨®lo un ejemplo de las paradojas que se suceden en el Pa¨ªs Vasco.
La noticia relativa al profesor del Audi rojo no motiv¨® ning¨²n comentario editorial en la prensa diaria del Pa¨ªs Vasco, cuyos articulistas est¨¢n enfrascados en predecir los primeros movimientos del Gobierno de L¨®pez y si ¨¦stos tendr¨¢n un car¨¢cter frentista. Algunas opiniones son pol¨¦micas, como la vertida por I?aki Anasagasti, que amenaza con desenterrar la f¨®rmula "presidente" en lugar de lehendakari al referirse al pr¨®ximo jefe de Gobierno si ¨¦ste modifica la f¨®rmula del juramento bajo el ¨¢rbol de Gernika en el acto de investidura tal y como se ha hecho desde Aguirre en 1936 o si, acaso, tambi¨¦n modifica el mapa del tiempo de la televisi¨®n vasca ETB, en el que se incluyen, adem¨¢s de las tres provincias vascas, Navarra y las tres provincias vascofrancesas (es decir, el mapa de Euskal Herria). ?Debe jurar Patxi L¨®pez bajo una f¨®rmula que comienza con un "humillado ante Dios", ¨¦l, que predica su laicismo? El debate est¨¢ abierto. Nada hay m¨¢s serio en la sociedad vasca que los s¨ªmbolos, aunque hayan sido impuestos en su momento por el PNV.
En Bilbao, precisamente, la actualidad diaria est¨¢ compartida por una ilusi¨®n colectiva desconocida desde hace 24 a?os a cuenta de la disputa por el Athletic de la final de la Copa del Rey. No hay establecimiento que se precie que no tenga en su escaparate alg¨²n elemento alusivo a esa cita deportiva. Y el Athletic es otro s¨ªmbolo, deportivo pero tambi¨¦n bajo la ¨®rbita del PNV, que alcanza un momento de m¨¢xima exaltaci¨®n bajo la batuta de Joaqu¨ªn Caparr¨®s, un entrenador andaluz, de Utrera (Sevilla), que es el primer t¨¦cnico no vasco y espa?ol en el banquillo del club desde el final del franquismo. Otra paradoja.
Un cambio de Gobierno hist¨®rico debido a la ausencia del PNV no est¨¢ siendo interpretado como un cambio sociol¨®gico en el Pa¨ªs Vasco, as¨ª que al mismo tiempo que se especula con los primeros actos del nuevo Ejecutivo se est¨¢ muy pendiente de c¨®mo digiere el PNV su condici¨®n de partido de la oposici¨®n. En este sentido, fue reveladora una frase pronunciada en la Fundaci¨®n Sabino Arana por el abogado Txema Montero, ex diputado de Herri Batasuna y posteriormente expulsado, como ¨¦l mismo afirma, de dicha organizaci¨®n por pedir el fin de la actividad etarra: "Para el PNV, el tr¨¢nsito de 'El Partido' a 'Un partido' est¨¢ siendo largo, dif¨ªcil y doloroso". Txema Montero, hombre pausado, predispuesto a medir cada una de sus palabras, cree que "el PNV tiene que hacer un acto de reconocimiento de su soberbia". "El mejor PNV es el que se supo filtrar en los movimientos sociales; pero en treinta a?os ha perdido capacidad de captaci¨®n. Su p¨¦rdida de influencia no va a ser dram¨¢tica porque gobierna en las tres diputaciones, pero el PNV sabe que con los mismos resultados de otras elecciones ya no le vale para gobernar. ?Qu¨¦ tiene que hacer? Lo primero, presentar un modelo de relaci¨®n estable con Espa?a y con Europa. La ambig¨¹edad constructiva se ha acabado y no puede renunciar al independentismo sin un modelo de sustituci¨®n. Eso supone la renuncia al Estado independiente vasco pero no veo ese debate dentro del nacionalismo". "Evidentemente", se?ala Montero, "no le podemos pedir que deje de ser nacionalista como al socialismo no se le puede pedir que deje de ser igualitarista".
Montero entiende que hay una expectaci¨®n resignada respecto de la llegada del nuevo Gobierno: "Hay expectaci¨®n por un lado por si el nuevo Gobierno va a cambiar los s¨ªmbolos generalmente aceptados o va a ser iconoclasta. Los m¨¢s moderados piensan que el PSE controlar¨¢ las pulsiones del PP y los menos que no, que se meter¨¢ en una guerra de s¨ªmbolos con un potencial de divisi¨®n tremendo. Lo del mapa del tiempo de ETB me parece anecd¨®tico porque desde hace treinta a?os este pa¨ªs sabe la l¨ªnea editorial de cada medio por el mapa del tiempo. Hay cosas que est¨¢n en el h¨¢bitat del coraz¨®n. S¨ª me parece m¨¢s grave c¨®mo se trate el euskera o si ETB deja de ser plural, porque creo que es la televisi¨®n m¨¢s plural con toda franqueza. Respecto de la Ertzaintza el riesgo es que haya una visualizaci¨®n de la Guardia Civil en detrimento de la Ertzaintza".
Que el cambio de Gobierno obligue a un debate sobre los s¨ªmbolos por menores que ¨¦stos sean, como si en realidad Euskadi se adentrara en un cambio de r¨¦gimen, puede parecer una trampa, pero se ha llegado a un punto en que nadie escapa de ello, ni siquiera las j¨®venes generaciones. Un escritor revelaci¨®n en euskera como Kirmen Uribe, de 38 a?os, entiende que los socialistas tienen una oportunidad en su mano si act¨²an con generosidad. Pone como ejemplo a Indalecio Prieto, "por c¨®mo amaba el pa¨ªs y actuaba en consecuencia" y lo realizado en el Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n, "donde no se ha buscado el enfrentamiento". Uribe, a pesar de su juventud, es partidario de que el nuevo Gobierno no cambie los s¨ªmbolos. "El texto del juramento puede parecer antiguo, pero lo mantendr¨ªa. Obama jura ante la Biblia y nadie dice nada. Aqu¨¦l fue un Gobierno republicano donde estaban representados todos. Tambi¨¦n mantendr¨ªa el mapa. Si no le da la bandera al PNV, tiene en su mano hacer lo que ha dicho en la campa?a, actuar con pol¨ªticas reales y no entrar a saco".
Dos semanas antes de la detenci¨®n del profesor del Audi rojo sucedi¨® otro episodio en las costas de Vizcaya. Cerca de Lekeitio, en una zona rocosa, los operarios de limpieza se encontraron una bolsa en cuyo interior hab¨ªa paquetes de coca¨ªna. La bolsa pesaba 50 kilos. D¨ªas antes, semanas antes incluso, hab¨ªan aparecido bolsas similares desperdigadas en la costa guipuzcoana. Zarauz, Zumaya, Getaria, Santurtzi fueron escenarios de dichas apariciones, producidas aparentemente como consecuencia de los ¨²ltimos temporales que azotaron la costa. Se recogieron as¨ª m¨¢s de doscientos kilos, una cantidad que supone la mitad de la coca¨ªna incautada en un a?o por m¨¦todos exclusivamente policiales. Aunque la droga circula abiertamente entre la juventud vasca, las estad¨ªsticas policiales pintan un panorama casi id¨ªlico: las incautaciones son muy bajas y las detenciones de narcotraficantes aun menores. ?Una paradoja estad¨ªstica o una consecuencia del mundo feliz bajo la batuta del PNV?
La Ertzaintza, la polic¨ªa vasca, es uno de los s¨ªmbolos del autogobierno vasco. Otra paradoja: siendo Euskadi una comunidad sometida a la acci¨®n terrorista, es al mismo tiempo una comunidad muy segura. La m¨¢s segura dentro de Espa?a, la que tiene los ¨ªndices de delincuencia m¨¢s bajos. No hay miedo en las calles, no el mismo miedo que en otras partes del pa¨ªs. Y adem¨¢s, el cuerpo policial vasco est¨¢ muy bien considerado por la ciudadan¨ªa. ?Cu¨¢l es la causa de que la amenaza terrorista se convierta en seguridad ciudadana? Un portavoz de un sindicato policial ofrece un argumento: "La amenaza etarra es selectiva y la presencia policial en Euskadi es muy elevada, aunque una parte est¨¦ motivada por el terrorismo". El Pa¨ªs Vasco casi duplica el ratio de polic¨ªas por mil habitantes de Espa?a (7 frente a 4,2).
Sin embargo, en el interior de la Ertzaintza el descontento es inversamente proporcional al grado de satisfacci¨®n de los ciudadanos. Ello a pesar de que nunca ha logrado desprenderse de la acusaci¨®n de ser una polic¨ªa al servicio de un partido pol¨ªtico. Las quejas de sus sindicatos son frecuentes y dibujan un cuerpo policial joven (28 a?os de antig¨¹edad, con 8.000 agentes) con una musculatura gastada. Los ¨ªndices de absentismo son elevados, las bajas psicol¨®gicas aumentan, las condiciones de trabajo parecen penosas. ?Es una polic¨ªa dirigida pol¨ªticamente? "Hay altos cargos que llevan en su puesto 25 a?os. Eso no pasa en ninguna polic¨ªa. Los mandos han sido elegidos a dedo y sin experiencia policial y hay un n¨²mero de efectivos, la promoci¨®n 3.700 por ejemplo, que entraron en la Ertzaintza sin pasar por la academia, simplemente por pertenecer al servicio de seguridad del PNV". El principal sindicato de la polic¨ªa aut¨®noma no ha dudado en ponerse a disposici¨®n del nuevo Gobierno "para luchar contra el terrorismo". "No hemos detenido a un etarra desde hace a?os", asegura un sindicalista. La Ertzaintza escenifica hasta qu¨¦ punto el debate sobre los s¨ªmbolos tiene trampa: no est¨¢ en cuesti¨®n la existencia de este cuerpo policial, sino su gesti¨®n.
Quiz¨¢s el sector m¨¢s pragm¨¢tico de la sociedad vasca sea el empresariado, cuya presencia p¨²blica es notable a trav¨¦s de multitud de organizaciones. El sector ha recibido de una forma sosegada la formaci¨®n de un nuevo Gobierno sin el PNV. Los empresarios huyen de la especulaci¨®n pol¨ªtica por dos motivos: uno, porque ha sido un sector muy institucional, muy apegado a los Gobiernos. Y, dos, por la crisis. La recesi¨®n comienza a golpear con dureza en el Pa¨ªs Vasco, a pesar de haber arrancado m¨¢s tarde que en el resto de Espa?a. Ibarretxe pudo hacer campa?a amarrado con el PIB de Euskadi en positivo. Sin embargo, era cuesti¨®n de tiempo. La recesi¨®n es un hecho.
En este escenario, el cambio de Gobierno se interpreta en otras claves. "El empresario vasco es pragm¨¢tico. Ha sabido manejarse en escenarios inestables y ha sabido crecer. Es muy institucional, pero ha sabido ser leal con su tierra", dice Enrique Portocarrero, director del C¨ªrculo de Empresarios, una organizaci¨®n que agrupa a los principales ejecutivos del Pa¨ªs Vasco, quien entiende que el ¨¦xito de Patxi L¨®pez radica en haber dado un mensaje tranquilo durante la campa?a, "alejado de toda idea de frentismo". "Aqu¨ª el empate es infinito y las elecciones se han decantado hacia un lado por el exceso frentista de Ibarretxe. La empresa vasca ha sabido salir de varias crisis, pero en un escenario de recesi¨®n es necesaria la pol¨ªtica de consensos y eso se hab¨ªa perdido en las ¨²ltimas legislaturas. Hasta entonces hab¨ªa un intercambio muy enriquecedor de gente de la empresa privada que entraba a trabajar en tareas de Gobierno. Ese flujo se ha perdido y los puestos los han acaparado pol¨ªticos profesionales".
Esa percepci¨®n tambi¨¦n la tienen Jos¨¦ Zub¨ªa, secretario general de Confebask, y Alfonso Basagoiti, presidente de IBV y ex consejero de Hacienda. "No hacemos valoraciones pol¨ªticas respecto de un nuevo Gobierno porque el empresariado vasco es tan plural como la sociedad misma", a?ade Zub¨ªa. "Aqu¨ª, a los Gobiernos la gesti¨®n se les supone", a?ade Basagoiti, "el problema son otros aspectos colaterales. Patxi L¨®pez ha sabido hacer una campa?a tranquila sin que vengan 200 de Madrid".
Los soci¨®logos vascos tambi¨¦n han entrado en el debate pol¨ªtico. Quiz¨¢s la propuesta m¨¢s peculiar fue la del nacionalista Javier Elzo, catedr¨¢tico de la Universidad de Deusto, quien propuso, nada m¨¢s conocerse el resultado electoral, un Gobierno de coalici¨®n entre socialistas y PNV con una alternancia en la presidencia a los dos a?os "que no ha despertado ning¨²n comentario". ?Cambio de Gobierno o cambio de r¨¦gimen? "No veo un cambio de r¨¦gimen, sino un cambio de Gobierno m¨¢s simb¨®lico que real. No hay que olvidar que el PNV tiene todav¨ªa unas cuotas de poder gigantescas en las tres provincias y que una buena parte del funcionariado es nacionalista. ?Que van a perder 300 o 500 cargos p¨²blicos? Bueno, eso es un problema real para el PNV, pero no para la sociedad, que pensar¨¢ que ya han chupado bastante y que ahora le toca a otros. No puede haber cambio de r¨¦gimen porque algunos de los futuros consejeros socialistas han trabajado ya en el Gobierno vasco. Por ejemplo, en Educaci¨®n y Sanidad. ?Qu¨¦ van a cambiar si ya han gobernado?" Para Javier Elzo no es cierto que los s¨ªmbolos del Pa¨ªs Vasco sean una exclusiva del PNV. "La bandera ya no es la del PNV, el euskera no es un s¨ªmbolo del PNV. Hombre, si cambian la pol¨ªtica respecto de estos s¨ªmbolos, s¨ª podr¨ªamos hablar de cambio de r¨¦gimen, pero no creo que lleguen a tanto". Elzo, como soci¨®logo, tiene serias dudas acerca de la capacidad de un Gobierno fr¨¢gil, un Gobierno que ¨¦l considera "como el menos deseado por los vascos a tenor de las encuestas: en la ¨²ltima encuesta preelectoral realizada por el CIS, solamente el 4,6% de los vascos optaba por un Gobierno de coalici¨®n PSE-PP".
Una paradoja m¨¢s. Si todos los ratios estad¨ªsticos colocan a Euskadi en posiciones de privilegio como una sociedad pr¨®spera y segura a pesar del terrorismo, hay un dato que contradice esa tendencia alcista: el ¨ªndice de natalidad ha descendido el 25,7% entre 1990 y 2005; se aleja tanto de las tasas de reposici¨®n, que en 2025 la poblaci¨®n joven se limitar¨¢ a un 13% del total. "No es la m¨¢s baja del Estado", matiza Elzo, "porque Asturias y Castilla y Le¨®n est¨¢n a¨²n por debajo, pero es mala. Hay un dato que no he logrado conseguir: tengo la impresi¨®n de que la natalidad es m¨¢s baja entre los nacionalistas que entre los no nacionalistas".
Patxi L¨®pez, un pol¨ªtico criado en la margen izquierda de Bilbao, ser¨¢ el primer lehendakari no nacionalista de la historia. Gobernar¨¢ en minor¨ªa en una comunidad extraordinariamente compleja donde un partido hegem¨®nico acaba de perder una parte de su poder y lo han ganado quienes durante a?os han vivido pegados a un escolta. Gobernar¨¢ tambi¨¦n con una amenaza en declive que el sector radical interpreta a su manera: "Los golpes policiales pueden impedir una jefatura estable en ETA que permita un control de la organizaci¨®n con vistas a ordenar una retirada", dice un miembro de dicho sector, quien todav¨ªa especula con los plazos: "al Gobierno de Zapatero le quedan dos a?os antes de entrar en un proceso electoral: no es mucho tiempo para intentar otra tregua y una negociaci¨®n". Los primeros movimientos de Patxi L¨®pez ser¨¢n escrutados al detalle. ?Cambiar¨¢ el juramento? ?El mapa del tiempo? ?La Ertzaintza? "Algo haremos", dice enigm¨¢tico un portavoz socialista, consciente de la trampa de un debate llevado en ocasiones a t¨¦rminos que ser¨ªan irrelevantes en otra comunidad.
Patxi L¨®pez gobernar¨¢ en una comunidad donde un profesor de ?tica puede ser un presunto terrorista.
"Es una sociedad complicada para los amantes del uniformismo", sentencia el cient¨ªfico Etxenike. "La complejidad en el Pa¨ªs Vasco hace las relaciones m¨¢s lentas, evita errores y obliga al pacto".
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