"Soy extremadamente tenaz"
Hablar con Serena Williams (Estados Unidos, 1981), n¨²mero dos del mundo y ganadora de 10 t¨ªtulos del Grand Slam, es enfrentarse a una impredecible monta?a rusa. La doble campeona ol¨ªmpica en la modalidad de dobles (2000 y 2008), donde compite junto a su hermana Venus, habla rodeada por los ladridos de dos de sus perros, que transporta una asistente en una bolsa. Reci¨¦n llegada al Abierto de Madrid, lo mismo anuncia que se salt¨® "hace mucho tiempo" un control antidopaje - "estaba cenando y me llam¨® mi agente dici¨¦ndome que me diera prisa en volver a casa"- que se proclama abiertamente opuesta a la posibilidad de jugar sobre tierra azul: "Estoy al ciento por ciento en contra. La tierra es roja". Antes de sentarse a hablar con EL PA?S, cuando ya calienta motores para lanzarse a una carrera de coches en un acto promocional, la tenista estadounidense, testigo de Jehov¨¢, hace una mueca y dice: "A la WTA [organismo rector del tenis femenino] no le importa si est¨¢s lesionada o no, si est¨¢s viva o est¨¢s muerta. Hay que jugar, porque si no te sancionan duramente".
"Con la agresividad, se nace. En la pista me transformo. Fuera, soy vaga y tranquila"
"No soy de esas chicas que duermen con sus raquetas. Me gusta pas¨¢rmelo bien"
Pregunta. Ha ganado usted ya diez grandes. La rusa Dinara Safina, la n¨²mero uno del mundo, ninguno. ?Cu¨¢nto le falta para ser una leyenda de su deporte?
Respuesta. ?Una leyenda? Ni siquiera me considero a m¨ª misma una leyenda. Yo soy s¨®lo Serena. Juego. Disfruto. Tambi¨¦n quiero hacer otras cosas: obras de caridad, dedicarme a la filantrop¨ªa... el a?o pasado abr¨ª una escuela en ?frica, y quiero hacer m¨¢s cosas en ese sentido. Para m¨ª, la vida se trata de eso, no de lo que haces sobre la pista.
P. ?Y qu¨¦ hace en ?frica?
R. Trabajo con una fundaci¨®n caritativa que se dedica a construir escuelas. Reciben cientos y cientos de cartas de diferentes partes de ?frica explicando por qu¨¦ necesitan una escuela. Cuando me enter¨¦, hicimos una investigaci¨®n. Encontramos esta escuela en la que no ten¨ªan ni l¨¢pices ni papel. Como l¨¢pices utilizaban palos de madera. Su papel era la arena. As¨ª que decidimos que quiz¨¢s se merec¨ªan una escuela... fuimos all¨ª, construimos la instalaci¨®n, y conseguimos que donaran toneladas y toneladas de ordenadores. Cuando me march¨¦ de ah¨ª me di cuenta de que aquella era la mejor cosa que hab¨ªa hecho en mi carrera. Creo que he sido puesta en esta posici¨®n para poder hacer cosas como esa. Ayudar a otros.
P. Viene usted de una barriada pobre de Los ?ngeles: Compton. Su padre siempre ha hecho referencia a esas ra¨ªces para explicar su coraje en la pista. ?C¨®mo golpea ah¨ª la crisis econ¨®mica?
R. Cuando me march¨¦ de Compton ten¨ªa nueve a?os. No tengo ni un solo amigo ah¨ª.
P. Es usted muy agresiva en la pista. ?C¨®mo aprendi¨® eso?
R. Con la agresividad, se nace. No s¨¦ si se puede aprender. Soy realmente agresiva en la pista, pero no fuera de ella. No s¨¦ por qu¨¦ me transformo. Creo que soy dos personas diferentes. En la pista soy extremadamente tenaz, y estoy muy cerca de ser perfeccionista. Realmente conozco el camino. Fuera de la pista, no lo soy. Soy vaga. Calmada.
P. Entonces, ?qu¨¦ le hace a usted una jugadora especial?
R. Que trabajo muy duro. Gracias por decir que soy especial.
P. En una entrevista con este diario dijo usted: "No hay l¨ªmites para mi locura".
R. No puedo explicar eso. Significa que me gusta pas¨¢rmelo muy bien, como a la gente normal. Me gusta relajarme. No soy una de esas chicas que son s¨®lo tenis, tenis, tenis. Una de esas chicas que despu¨¦s de eso se acuestan con sus raquetas. Una de esas que alimentan sus raquetas. Lo m¨ªo va de pas¨¢rmelo bien.
P. ?Qu¨¦ es lo que le hace fuerte y lo que le hace d¨¦bil?
R. No hablo de mis debilidades ni de mis fortalezas.
P. Pues lleva dos derrotas seguidas en primera ronda.
P. Necesito ser m¨¢s consistente. Pens¨¦: 'Con un poco de suerte, al menos ganar¨¦ un partido en Madrid'.
P. Dice Safina que usted tiene m¨¢s t¨ªtulos que ella porque lleva m¨¢s tiempo en el juego. ??se comentario le hace sentirse vieja?
R. ?Cu¨¢ntos a?os tiene ella?
P. Veintitr¨¦s.
R. Recuerdo haber jugado contra ella en 2000 o 2002. Eso fue hace nueve a?os. Las dos llevamos aqu¨ª tiempo. Ella ha tenido una carrera fabulosa, pero viene de un lugar distinto al m¨ªo. Ella tiene un hermano [Marat Safin, ex n¨²mero uno] que era un jugador incre¨ªble. Eso le dio la oportunidad de serlo ella tambi¨¦n. Fue una gran oportunidad para ella.
P. Muchos piensan que usted ganar¨ªa siempre si quisiera.
R. A m¨ª me hace sentir rara que la gente piense as¨ª. Yo pienso lo mismo, pero necesito hacer el trabajo que me lleve a esa posici¨®n. Creo que lo he estado haciendo, as¨ª que espero que los resultados lleguen.
P. ?Qu¨¦ le parece que Barack Obama sea presidente de los Estados Unidos?
R. Obama es una gran cosa para los Estados Unidos y el mundo en general. Tener un presidente como ¨¦l es una buena se?al para todos. Realmente la necesitamos: en Estados Unidos estamos viviendo tiempos verdaderamente problem¨¢ticos.
P. ?Y Espa?a? El mes pasado estuvo en Marbella, donde cuentan que se qued¨® maravillada con un espect¨¢culo de danza de caballos andaluces.
R. Realmente me encanta Espa?a. Amo Madrid. Es una de mis ciudades favoritas de Europa: m¨¢s bonita, limpia y diferente de lo que nunca hubiera imaginado. Marbella es un sitio divertido. Cerca del oc¨¦ano. Hac¨ªa un poco de fr¨ªo. Me encantar¨ªa ir ah¨ª en esta ¨¦poca del a?o, en mayo, con un poco m¨¢s de calor. Es genial.
P. ?Cu¨¢nto dar¨ªa por ganar Roland Garros?
R. ?Qu¨¦ quiere decir con cu¨¢nto?
P. Que qu¨¦ dar¨ªa por ganarlo.
R. Nada. Al final, todo se reduce a una cosa: trabajo duro.
Nadal, pendiente de Monta?¨¦s
Nunca hubo dos mundos tan alejados a un paso de cruzarse. Mientras Rafael Nadal, el n¨²mero uno, se entrenaba bien temprano por la ma?ana, cuesti¨®n quiz¨¢s de evitar la aglomeraci¨®n de espectadores, ese torrente de cazaut¨®grafos que le persigui¨® el s¨¢bado, Albert Monta?¨¦s, el n¨²mero 35, viv¨ªa pendiente del cielo. Monta?¨¦s, tenista humilde, tenista fiero, no estaba en Madrid, sino en el torneo de Estoril, en Portugal, donde su exitosa semana impedir¨¢ que Nadal debute el martes: el catal¨¢n podr¨ªa ser su rival en caso de vencer al austriaco Jurgen Melzer en primera ronda del Abierto de Madrid, y ni siquiera est¨¢ a¨²n en la capital. Monta?¨¦s tiene derecho a un d¨ªa de descanso entre torneo y torneo, y se lo ha ganado: ayer se impuso en la final de Estoril al estadounidense James Blake tras salvar tres puntos de partido (5-7, 7-6 [6] y 6-0).
La primera jornada de Madrid como torneo combinado se sald¨® con las victorias de Tommy Robredo sobre Kiefer (3-6, 6-2 y 6-2), la de Juan Carlos Ferrero ante Kunitsyn (6-3, 4-6 y 6-4) y la de Lourdes Dom¨ªnguez contra Amanmuradova (7-6 (5) y 6-4). Carla Su¨¢rez y Nuria Llagostera, sin embargo, perdieron con Na Li (7-5, 1-6 y 5-7) y Jankovic (6-2 y 6-1), igual que Anabel Medina frente a Dushevina (6-3 y 6-4).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.