Revoluci¨®n en el museo de Orsay
La instituci¨®n acomete la reorganizaci¨®n completa de su colecci¨®n y se dispone a 'pasear' sus obras maestras por el mundo - Espa?a ser¨¢ la primera etapa del periplo
"Quiero que el siglo XIX no se acabe nunca". La frase, en palabras de Guy Cogeval, director del Museo de Orsay, resume la misi¨®n que se ha marcado: poner patas arriba el mayor museo mundial de arte del XIX. Una aut¨¦ntica revoluci¨®n que ya ha comenzado y que supondr¨¢ el salto al siglo XXI de una instituci¨®n que naci¨® en 1986 como una de las mayores apuestas francesas en la historia del arte.
Uno de los beneficiados ser¨¢ Espa?a: un centenar de joyas de Orsay aterrizar¨¢n el a?o pr¨®ximo en la Fundaci¨®n Mapfre de Madrid, como primera etapa de todo un periplo internacional.
Cogeval quiere adaptar el esp¨ªritu de los museos al siglo XIX, y ha empezado por lo m¨¢s obvio: pintar las paredes. El interior del museo est¨¢ perdiendo el color indeterminado de la piedra que us¨® la arquitecta Gae Aulenti. Los muros se han recubierto de paneles pintados en verdes, magentas y tonos que se van ensayando para que las pinturas no se pierdan y luzcan todos sus matices. "Yo llevo 10 a?os en este museo y hay colores, por ejemplo en las obras de Millet, que estoy descubriendo ahora", explica Am¨¦lie Hardivillier, portavoz del museo.
El quinto piso, 'sancta sanctorum' del museo, ser¨¢ remodelado entero
Con ese mismo esp¨ªritu, Cogeval afronta la remodelaci¨®n de la quinta planta del museo, aut¨¦ntico sancta sant¨®rum que guarda el tesoro m¨¢s preciado de este muelle del Sena: la colecci¨®n de impresionistas y posimpresionistas. Durante el a?o que durar¨¢n las obras (arrancar¨¢n en marzo de 2010), el museo quiere repetir la experiencia del Museo Picasso de Par¨ªs y prestar su colecci¨®n para financiar as¨ª el coste de la rehabilitaci¨®n. "Unas 250 obras impresionistas y posimpresionistas viajar¨¢n y se expondr¨¢n en instituciones de otros pa¨ªses", tal y como anunci¨® ayer mismo Cogeval.
La fundaci¨®n Mapfre acoger¨¢ en enero un centenar de obras impresionistas del museo, seg¨²n confirm¨® ayer en Par¨ªs Pablo Jim¨¦nez Burillo, director general de la fundaci¨®n espa?ola. El propio Jim¨¦nez Burillo adelant¨® los t¨ªtulos que se barajan para una exposici¨®n que pivotar¨¢ en torno a 1874, fecha de creaci¨®n del museo de Luxemburgo, predecesor del Orsay: El nacimiento del impresionismo o El impresionismo, un nuevo renacimiento.
Aunque a¨²n no se ha cerrado la lista definitiva de piezas, Cogeval anticip¨® algunos de los pr¨¦stamos, como El columpio, de Renoir; El flautista, de Manet; La urraca, de Monet; La escuela de danza, de Degas; La casa del ahorcado, de C¨¦zanne; Reuni¨®n con familia, de Fr¨¦d¨¦rique Bazille, y La Galatea, de Moreau. Pero hay obras que nunca franquear¨¢n las puertas del museo, como reconoci¨® Cogeval. La Olimpia de Manet nunca abandonar¨¢ Par¨ªs. Y lo mismo sirve para legados como el del doctor Gachet.
No obstante, los v¨ªnculos con Espa?a no se limitan a la Fundaci¨®n Mapfre, ya que el a?o que viene el Museo de Orsay presentar¨¢ una retrospectiva de G¨¦r?me en el Thyssen y, en 2014 ¨® 2015, una exposici¨®n de Bonnard en el Museo del Prado.
La revoluci¨®n Cogeval culminar¨¢ en una reordenaci¨®n de la colecci¨®n del museo que dirige. Toda la colecci¨®n de posimpresionistas, hasta hoy en la quinta planta, descender¨¢ al nivel medio. La colecci¨®n de impresionistas, a su vez, dejar¨¢ de estar ordenada en bloques de autores, como hasta ahora. El esp¨ªritu decimon¨®nico que Cogeval quiere recuperar supone adem¨¢s establecer un di¨¢logo entre pintura, escultura, fotograf¨ªa y cine.
Otras de las grandes innovaciones ser¨¢ la creaci¨®n, precisamente, de un nuevo pabell¨®n de artes decorativas: "Tenemos la mejor colecci¨®n de art nouveau del mundo", indic¨® el director del museo, que alberga 250.000 obras, de las cuales se exponen al p¨²blico unas 5.000. "Aunque nos gustar¨ªa ampliar arquitect¨®nicamente el edificio no hay posibilidad f¨ªsica de hacerlo", dijo de una instituci¨®n asentada en la antigua estaci¨®n de ferrocarril que le da nombre. Dentro de un a?o el museo organizar¨¢ en el Grand Palais una retrospectiva de Monet, la primera en 30 a?os.
Los planes de Cogeval se apartan de la tendencia que siguen otros museos de incluir arte contempor¨¢neo: "Prefiero volver a los fundamentos de Orsay y gastar el dinero en la renovaci¨®n", afirma. La ¨²nica veleidad contempor¨¢nea ser¨¢ la cafeter¨ªa, encargada a los hermanos Campana. La pareja de dise?adores brasile?os tendr¨¢ como inspiraci¨®n la obra de Julio Verne 20.000 leguas de viaje submarino.
Joyas que vendr¨¢n
- El columpio (1876), de Renoir
- El flautista (1866), obra de aire espa?ol de Manet
- La urraca (1868-1869), de Monet
- La clase de danza (1871-74) Interior de la ?pera de Par¨ªs de Degas
- La casa del ahorcado (1873), de C¨¦zanne
- Reuni¨®n con familia (1867) tambi¨¦n llamado Retratos de familia, de Fr¨¦d¨¦rique Bazille
- La Galatea (1880), de Moreau
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