El estado de la calle
Un debate sobre "el estado de la naci¨®n" con referencias a autom¨®viles, ordenadores, tasas de aeropuerto, incentivos a comprar pisos cuanto antes y a rebajas fiscales para ciertos colectivos. Pocas alusiones al estado de la calle. Los servicios municipales ven con preocupaci¨®n la intensidad y crudeza con que la crisis y el paro golpean a los m¨¢s vulnerables. Listas de espera para comedores sociales, m¨¢s gente en la calle, aumento de las demandas de becas de comedor en las escuelas..., todo ello desborda las previsiones. Las entidades del sector hablan de aumentos de frecuentaci¨®n y de demanda de los clientes habituales, pero subrayan la presencia de nuevos rostros, la incidencia creciente en sectores que hasta hace poco se manten¨ªan en situaciones "normales". Los inmigrantes que pueden, que saben, optan por regresar. Los m¨¢s, tratan de subsistir y resistir. Tema clave: pagar la habitaci¨®n, el piso. Un paso en falso significa la calle. Ciutat Vella, las estaciones del Norte o de Sants, son espacios en los que las se?ales son m¨¢s claras. Pero aumenta la presi¨®n en Nou Barris, Bes¨°s y ciertas zonas de Sant Adri¨¤, Badalona y Santa Coloma. La falta de acceso a los recursos institucionales conduce a soluciones reactivas: lotes de comida o ayudas para ir tirando.
La emergencia se ha manifestado hasta ahora en los esfuerzos oficiales por salvar los muebles de la gran industria, subvencionando generosamente opciones que no apuntan precisamente a nuevos modelos de desarrollo. Zapatero insiste en su pol¨ªtica de cheques y desgravaciones para quienes m¨¢s logran hacerse o¨ªr. Rajoy no le va a la zaga y pretende incluso ampliar las ayudas fiscales a la vivienda para proteger a la clase media. El problema del sistema pol¨ªtico es que no escucha a quien no grita. Si, adem¨¢s de ser silenciosos, resulta o que no pueden votar o que ya han dejado de hacerlo, hastiados por los pocos efectos que ello tiene en sus vidas, no resulta extra?o que cada vez se ampl¨ªen m¨¢s las distancias y las incomprensiones entre el estado de la calle y el estado de la naci¨®n.
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