Revelaciones de Coppola
El director de 'El Padrino' confiesa que el certamen no acept¨® a concurso 'Tetro' - Su filme, protagonizado por Maribel Verd¨², abre la Quincena de Realizadores
Que este sabio se?or tan apabullante de presencia y discurso colocara su firma en las latas y bobinas de obras maestras como El Padrino, Apocalypse now, La ley de la calle o La conversaci¨®n, no le da derecho, est¨¢ claro, a poder competir en Cannes cada vez que lo estime oportuno. Y si los que esta vez no lo estimaron oportuno fueron precisamente los que cortan el bacalao en La Croisette -Gilles Jacob y Thierry Fr¨¦maux, presidente y delegado art¨ªstico del festival-, pues alea jacta est... la suerte estaba echada para una pel¨ªcula como Tetro.
Tal y como relat¨® ayer mismo Francis Ford Coppola (Detroit, 1939) en un encuentro con el p¨²blico tras el pase de su nueva pel¨ªcula -no en el Gran Teatro Lumi¨¨re, ni siquiera en la Sala Debussy, sino en un cine situado en los bajos de un hotel del paseo de La Croisette, sede de la Quincena de Realizadores-, la conclusi¨®n a la que se llega es que... la secci¨®n oficial no ten¨ªa sitio para ¨¦l: "Ten¨ªan tantas pel¨ªculas buenas y tantos directores buenos que ya no hab¨ªa suficiente espacio para m¨ª; entonces me propusieron una sesi¨®n especial de gala, con esmoquin y alfombra roja, ya saben, pero entonces yo les dije que no; que si no compet¨ªa, la verdad es que prefer¨ªa venir a la Quincena, y aqu¨ª estoy", dijo el hombre que en 1969 fund¨®, junto a George Lucas, la productora independiente American Zoetrope. Bueno, siempre puede pensarse, y ¨¦l el primero: al fin y al cabo, ?qu¨¦ m¨¢s da no competir por la Palma de Oro si ya se tienen dos en el zurr¨®n (La conversaci¨®n en 1974 y Apocalypse now en 1979)?
"No me ve¨ªa presentando de esmoquin un trabajo como ¨¦ste"
"Tuve un padre estupendo, aunque frustrado porque le cost¨® triunfar"
"Entre los 40 y los 50 a?os hice un largo al a?o para pagar mis deudas"
Coppola siempre fue un paradigma de independencia en el atrabiliario mundo del cine, especialmente en la jungla de los grandes estudios, que tambi¨¦n frecuent¨®. As¨ª que un "no" a estas alturas, lejos de disgustarle, le hizo instant¨¢neamente pensar en lo que pod¨ªa sacar en claro: aprovechar para su nueva pel¨ªcula la vertiente de prestigio y solera que, sin duda alguna, conlleva la Quincena de Realizadores de Cannes. "La verdad es que no me ve¨ªa yo presentando una pel¨ªcula como ¨¦sta vestido de esmoquin y subiendo las escaleras del Palacio", explicaba tranquilamente ayer.
La historia de amores y desamores filiales que subyace bajo el inquietante blanco y negro en alta definici¨®n de Tetro (pel¨ªcula protagonizada por el estridente Vincent Gallo, una Maribel Verd¨² que mejora como los vinos que hace el propio Coppola en sus vi?edos de Napa Valley y un et¨¦reo Alden Ehrenreich, jovenc¨ªsimo remedo del Leonardo DiCaprio de los inicios) tiene sospechosamente que ver con la de su urdidor. Aunque ¨¦l pone tierra de por medio: "Ese padre tremendo de mi pel¨ªcula no tiene nada que ver con el m¨ªo, que fue un padre estupendo [el compositor Carmine Coppola, ganador de un Oscar con El Padrino II]... Aunque un poco frustrado porque le cost¨® mucho triunfar", explica Coppola. Y acto seguido admite: "Bueno, haber hecho esta pel¨ªcula sobre la familia est¨¢ bien, porque as¨ª me siento liberado. La familia es algo interesante: puedes amarla y detestarla al mismo tiempo, a veces".
M¨¢s all¨¢ de defender la factura de Tetro -"?Kurosawa hac¨ªa blanco y negro en cinemascope y aquello era una belleza", recuerda- Francis Ford Coppola ha aprovechado su paso por Cannes para recordar al mundo, por si se nos hab¨ªa olvidado, que el precio de la independencia en una industria como la del cine es muy, muy alto. Que se lo digan a ¨¦l, encumbrado con El Padrino, arruinado con Corazonada y vuelto a encumbrar con Apocalypse now (en lo art¨ªstico) y Dr¨¢cula de Bram Stoker (en lo econ¨®mico): "Entre mis 40 y mis 50 a?os tuve que aceptar hacer una pel¨ªcula al a?o para pagar mis deudas, y hasta que hice Dr¨¢cula no me libr¨¦ de ellas", cont¨® Coppola mientras se estiraba el borde unos calcetines de colorines estridentes, ante la mirada de su esposa Eleonor y de su hijo Roman.
Tampoco rehuy¨® el viejo guionista de ?Arde Par¨ªs? y Patton los problemas de todo tipo que rodearon el nacimiento de su nuevo reto?o; y es que, de las dos estrellas que Coppola esperaba tener en Tetro, no tuvo ninguna. "Oh, bueno, s¨ª, escrib¨ª este gui¨®n pensando en Matt Dillon, lo reconozco, pero era dif¨ªcil llevar a alguien como ¨¦l cuatro meses a Buenos Aires, as¨ª que...". Las malas lenguas aseguran que, tras haber firmado su contrato, Matt Dillon (a quien Coppola hab¨ªa lanzado al firmamento del cine en La ley de la calle) y tras leer el gui¨®n definitivo, dijo "no".
En cuanto a Javier Bardem, la explicaci¨®n parece m¨¢s peliaguda. "No fui yo quien le llam¨®, sino ¨¦l el que mostr¨® inter¨¦s por estar en mi pel¨ªcula; pero luego gan¨® un Oscar y decidi¨® cambiar de registro y no tomar parte en pel¨ªculas como Tetro", sostiene el director estadounidense. Sobre Maribel Verd¨², Coppola s¨®lo tiene palabras positivas: "Es buena, es c¨¢lida, es una gran actriz, es simp¨¢tica...". Aqu¨ª las malas lenguas sostienen otra cosa: que Maribel Verd¨² lo pas¨® fatal en el rodaje de Tetro debido a su tormentosa relaci¨®n con el actor Vincent Gallo.
Pero nadie dijo nunca que el mundo del cine fuera un jard¨ªn de infancia...
Cuesti¨®n de arte, cuesti¨®n de dinero
Francis Ford Coppola asegura que Tetro es producto de su irrenunciable apuesta por la independencia art¨ªstica. Independencia que el cineasta de Detroit criado en Nueva York tiene, por otra parte, asegurada por v¨ªa de cuenta bancaria: "La diferencia entre Orson Welles y yo", explica bajo el sol sofocante de la Costa Azul, "es que ¨¦l ten¨ªa que buscar dinero por todas partes para poder hacer sus pel¨ªculas... Yo soy rico, tengo un aeropuerto privado, y le aseguro que el negocio del vino va muy bien".
"Simplemente, el dinero te da la libertad", responde cuando se le pregunta sobre cu¨¢l de las dos opciones es prioritaria. Pero no siempre lo tuvo. Coppola tuvo que hacer aut¨¦nticas filigranas financieras para rodar una pel¨ªcula como La conversaci¨®n que, a la postre, se llevar¨ªa la Palma de Oro en Cannes en 1974. Pero siempre tiene una palabra de apoyo para aquellos artistas que, en un momento dado, antepusieron lo segundo a lo primero: "En general, los artistas de talento ignoran la realidad del mercado, no pueden estar constantemente pensando en dinero, el dinero ya se lo llevan esos est¨²pidos programas de televisi¨®n, que han embrutecido a la gente, o tanta pel¨ªcula absurda de superh¨¦roes".
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