El polvor¨ªn que dej¨® el Klaus
Toneladas de madera siguen apiladas y el sector teme una ola de incendios
Cientos de toneladas de madera se apilan al borde de la carretera que atraviesa los municipios de San Sadurni?o y Moeche, camino de Ortegal. Pinos y eucaliptos se amontonan sobre pistas poco transitadas y carreteras secundarias esperando a las motosierras. "Es un polvor¨ªn", asegura Saturnino Pena, rematante de madera.En enero el cicl¨®n Klaus arras¨® en la costa norte de A Coru?a y Lugo un mill¨®n de ¨¢rboles y torretas el¨¦ctricas y dej¨® incomunicadas a centenares de familias. Hoy la madera sigue ah¨ª, invadiendo cortafuegos. La Xunta alert¨® esta semana del riesgo "inminente de incendio" en la zona. A lo largo de la l¨ªnea de costa, el salitre reseca la maleza y las cortezas de los ¨¢rboles.
Los alcaldes de Moeche y Cerdido se han quejado ante la Xunta
"Puede haber un mill¨®n de toneladas de madera afectada que no llegaron al mercado", explican desde Fearmaga, la federaci¨®n que agrupa a 550 empresas del sector maderero, aserraderos y rematantes Su presidenta, Ana Or¨®ns, sostiene que "el porcentaje comercializado es m¨ªnimo, pese a que la industria se comprometi¨® a darle prioridad". Lo achaca a la crisis y a la lentitud administrativa para canalizar ayudas.
El superdelegado en A Coru?a, Diego Calvo, admite que la peligrosa coincidencia, madera tirada y tiempo seco, multiplica los riesgos porque avivar¨ªa la propagaci¨®n del fuego. Lo dice tras escuchar las quejas de los alcaldes de Moeche y Cerdido. Calvo explica que la madera se abarat¨® "con la sobreoferta del Klaus", por lo que muchos particulares prefieren esperar "antes de vender barato". Hace seis meses, la tonelada de eucalipto se vend¨ªa a 35 euros; hoy, a 25. La crisis la paga sobre todo el pino, a 20 euros.
"La preocupaci¨®n de Medio Rural es minimizar ese riesgo", asegura Calvo, quien apunta que el bipartito dej¨® contratado el servicio contraincendios para la campa?a que comienza. En 2008 participaron 6.100 efectivos.
Despu¨¦s del temporal, productores, industria y Administraci¨®n se reunieron en la Mesa da Madeira, para agilizar los tr¨¢mites y dar salida a tanto ¨¢rbol abatido. La presidenta de Fearmaga apunta que el cambio de Gobierno ralentiz¨® las operaciones. El grueso de la retirada puede coincidir con la ¨¦poca de m¨¢ximo riesgo, en pleno verano.
El 15 de mayo finaliz¨® el plazo para solicitar a la Xunta ayudas para la corta y seca de los ¨¢rboles ca¨ªdos. Las comunidades de montes tienen prioridad. "Esta tarea es dif¨ªcil y peligrosa", advierte Or¨®ns, "debe ejecutarla gente formada".
En Galicia hay 309 empresas de rematantes que se dedican a talar, retirar y replantar. Insuficientes, frente al abandono del monte. En 2008 se produjeron ocho millones de metros c¨²bicos de madera. Dos millones de hect¨¢reas forestales est¨¢n en manos de 672.000 propietarios particulares. "Raro es el que no tiene un trocito de monte", asegura Saturnino Pena, quien reprocha a la Xunta que no sea consciente del potencial del bosque. "El monte cuidado no arde, pero tiene que estar incentivado", sostiene.
Desde Fearmaga explican que la vinculaci¨®n del gallego con su monte "se esfum¨®" con la urbanizaci¨®n. Muy a menudo, se olvidan las podas y desbroces, con la excepci¨®n de la comarca de Ortegal, "estrat¨¦gica" dentro del sector forestal europeo, con uno de cada cuatro trabajadores vinculados directa o indirectamente al monte. Con todo, Ortigueira y los municipios lim¨ªtrofes todav¨ªa no se han sacudido las secuelas del temporal. "Corremos el riesgo de perder mucha masa forestal si ocurre lo peor. Es un peligro, econ¨®mico y medioambiental", concluyen desde el sector.
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