Europa del Este
El detonante de la actual crisis internacional fue, como es conocido, un proceso en el cual las entidades financieras norteamericanas, aprovechando una abundante liquidez y ciertas grietas en los mecanismos de supervisi¨®n, buscaron incrementar su rentabilidad ofreciendo financiaci¨®n para la adquisici¨®n de vivienda a segmentos de la poblaci¨®n con escasa capacidad de compra. Este comportamiento se vio alimentado por una infravaloraci¨®n del riesgo -al considerar que el precio de la vivienda seguir¨ªa aumentando- y por el auge del llamado "sistema bancario en la sombra", cuya funci¨®n era empaquetar y trasladar este riesgo a terceros. Este proceso permiti¨® profundizar la inclusi¨®n financiera y facilit¨® el acceso a la vivienda a una parte de la poblaci¨®n. Sin embargo, al no realizarse con las garant¨ªas oportunas, ni con los controles adecuados, termin¨® desencadenando una grave crisis mundial.
Despu¨¦s de atravesar varias fases, la crisis est¨¢ afectando ahora de manera especial a pa¨ªses de Europa central y del este, que re¨²nen una serie de caracter¨ªsticas que los hacen muy vulnerables: cuantiosas entradas de capitales, d¨¦ficit exteriores muy elevados, fuerte expansi¨®n del cr¨¦dito, acusado encarecimiento de los precios de la vivienda, p¨¦rdida de competitividad ligada a procesos inflacionistas, dependencia de los bancos extranjeros y predominio de la denominaci¨®n del cr¨¦dito a residentes en moneda extranjera, que supone un tercio del total para la media de este grupo de pa¨ªses y un 70% en los b¨¢lticos.
Esta ¨²ltima caracter¨ªstica supone el principal elemento de vulnerabilidad. La denominaci¨®n en euros (o en francos suizos) de cr¨¦ditos hipotecarios de familias cuyos ingresos est¨¢n denominados en moneda local, incluso si los bancos est¨¢n "calzados" con posiciones equivalentes en su pasivo, encubre un riesgo de cr¨¦dito latente que, como en el caso del subprime de EE UU, se ha venido ignorando o infravalorando por la banca, ya que s¨®lo se materializar¨ªa en caso de devaluaci¨®n de la moneda.
Los bancos extranjeros implantados en estos pa¨ªses -austriacos, alemanes, italianos, suecos- han financiado de manera creciente esta expansi¨®n con recurso a los fondos canalizados desde sus matrices. En otras palabras, la nueva frontera de la banca europea ha sido la clientela de Europa central y del este, al igual que los estratos de renta m¨¢s desfavorecidos (subprime) lo fueron para la banca norteamericana. Si los cr¨¦ditos se hubieran denominado en moneda local, la capacidad de endeudamiento de estos nuevos clientes habr¨ªa estado en consonancia con sus ingresos. Pero al denominarse en moneda fuerte, el riesgo de estos cr¨¦ditos se revela ahora, cuando cambian de sentido los flujos de capitales exteriores y se debilitan las monedas locales. Los pa¨ªses con tipo de cambio flexible se est¨¢n viendo afectados de forma inmediata, pero son los pa¨ªses con tipo de cambio fijo los que presentan m¨¢s riesgos, precisamente porque la devaluaci¨®n no forma parte de las reglas del juego, como ilustr¨® dram¨¢ticamente hace unos a?os el caso de Argentina. -
S. Fern¨¢ndez de Lis y P. Papp son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (Grupo Afi).
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