Francia teme que nunca recuperar¨¢ la 'caja negra'

La caja negra del Airbus de Air France que se precipit¨® el lunes pasado al oc¨¦ano Atl¨¢ntico con 228 personas a bordo se encuentra en alg¨²n punto del fondo del mar, a unos 4.000 metros de profundidad y en medio de una geograf¨ªa accidentada y monta?osa, que algunos han comparado con una suerte de Andes submarinos. Despu¨¦s de describir la situaci¨®n, Alain Bouillard, director de Oficina de Investigaciones y An¨¢lisis A¨¦reos, organismo franc¨¦s que se encargar¨¢ de determinar las causas de este accidente, se?al¨®: "La verdad, no soy muy optimista en cuanto a su recuperaci¨®n. Puede que no encontremos nunca la caja negra, o puede que, si la encontramos, est¨¦ inutilizable. E incluso puede que despu¨¦s de encontrarla y escuchar las grabaciones, ¨¦stas no aporten nada". A pesar de eso, el investigador a?adi¨®: "Aun as¨ª, no estamos inermes, y trabajaremos con todos los datos y las certezas que reunamos".

De hecho, ya se est¨¢ trabajando. Un avi¨®n tipo Awacs, equipado con un complejo sistema de radar, rastrea la zona donde el martes aparecieron los primeros restos del avi¨®n (una parte de asiento, una boya naranja y manchas de queroseno), situada a 650 kil¨®metros al norte del archipi¨¦lago brasile?o de Fernando de Noronha. El objetivo de este avi¨®n es trazar una cartograf¨ªa de los restos que se vayan encontrando a fin de fijar el lugar del hundimiento para comenzar a bucear all¨ª. Tambi¨¦n patrullan el ¨¢rea dos aviones franceses Breguet Atlantis, con base en Dakar, cuya tripulaci¨®n est¨¢ especializada en la b¨²squeda de submarinos. "Son capaces de divisar un periscopio en medio de un mar embravecido", afirmaba ayer un militar a Le Figaro. Un Falcon 50, adiestrado en la detecci¨®n de piratas y de narcotraficantes, tambi¨¦n colabora, por la parte francesa, en la b¨²squeda de m¨¢s restos (ayer se encontraron m¨¢s).

Con todo, pronto el tiempo de los aviones habr¨¢ pasado y llegar¨¢ el de los barcos. Ya se mueven hacia la zona varias embarcaciones militares francesas y brasile?as y han sido avisados tres barcos mercantes que se encontraban cerca para que colaboren.

Tambi¨¦n se dirige hacia all¨ª un nav¨ªo equipado con dos minisubmarinos y dedicado a la investigaci¨®n cient¨ªfica del fondo del mar. Tardar¨¢ en llegar una semana. En cuanto lo haga, sus robots submarinos deber¨¢n buscar la caja negra, que no es muy grande, del tama?o de una caja de zapatos, y que, en teor¨ªa, duerme a una profundidad jam¨¢s alcanzada por un ingenio submarino en busca de restos de un avi¨®n. Durante 30 d¨ªas, esta caja negra, que en realidad son dos aparatos que contienen las grabaciones de las conversaciones de los pilotos en la cabina y datos del vuelo, emitir¨¢n una se?al que servir¨¢ de localizador. Despu¨¦s, se silenciar¨¢n para siempre en el fondo del mar.

Mientras tanto, el Ej¨¦rcito brasile?o ha convertido la peque?a isla de Fernando de Noronha, por lo general un adormecido para¨ªso para turistas, en una improvisada base militar. Su peque?o aeropuerto y su corta pista sirven a duras penas para que despeguen y aterricen los H¨¦rcules y los Embraer R99 utilizados en el rastreo. Tambi¨¦n se cuentan varios helic¨®pteros, aunque su menor autonom¨ªa de vuelo y la lejan¨ªa de la zona acotada les resta utilidad.

"Ser¨¢ una investigaci¨®n dif¨ªcil, pero tampoco la m¨¢s dif¨ªcil del mundo", asegur¨® ayer el director de la Oficina de Investigaciones y An¨¢lisis A¨¦reos, que se encarg¨® en 2000 de averiguar las causas del accidente del Concorde. Bouillard comenz¨® su comparecencia de prensa con una frase terminante que se convirti¨® en toda una declaraci¨®n de principios: "No me pregunten por las causas del accidente porque eso, ahora, es una forma de perder el tiempo".

Pero aport¨® tres certezas: "El avi¨®n no ten¨ªa ning¨²n problema al despegar", "ingres¨® en una zona de tormentas despu¨¦s de haber salido del radio de acci¨®n de los radares brasile?os y antes de entrar en el de los africanos" y lo ¨²ltimo que dijo el piloto fue: "Entramos en una zona de turbulencias".

El equipo que investigar¨¢ el accidente est¨¢ compuesto por 20 especialistas, ayudados por una treintena de personas de Air France y de Airbus. "No hablaremos hasta que no haya certezas, esto puede ser frustrante pero es indispensable", afirm¨® Bouillard. Habr¨¢ un primer informe a final de junio. El director del organismo que investigar¨¢ este misterioso accidente advirti¨®: "No sabemos lo que nos vamos a encontrar".