Ahmadineyad ahoga la ilusi¨®n de cambio
El presidente ultraconservador de Ir¨¢n es reelegido con el 63% de los votos - La derrota de Musav¨ª desata una de las mayores protestas en una d¨¦cada
La victoria electoral del ultraconservador Mahmud Ahmadineyad como presidente de Ir¨¢n desat¨® ayer una oleada de protestas en Teher¨¢n. La revuelta mostraba la profunda desconfianza de los reformistas hacia Ahmadineyad, a quien el Ministerio del Interior atribuye el 62,63% de los votos, frente a un 33,75% de su principal rival, el moderado Mir Hosein Musav¨ª, cuya campa?a desat¨® una ola de entusiasmo entre los j¨®venes. Musav¨ª acus¨® ayer a las autoridades de "numerosas irregularidades" y advirti¨® de "las consecuencias destructivas para el destino del pa¨ªs". La inusitada contestaci¨®n del resultado, que se reflej¨® en continuos enfrentamientos callejeros, motiv¨® un llamamiento a la calma del l¨ªder supremo, el ayatol¨¢ Al¨ª Jamenei.
Musav¨ª: "No me rendir¨¦ aunque nos quieran llevara la tiran¨ªa"
La intervenci¨®n del l¨ªder supremo muestra la gravedad de la situaci¨®n
Al grito de "?dictadura, dictadura!", grupos de centenares de descontentos protestaban anoche en las principales plazas de Teher¨¢n, donde los j¨®venes quemaban contenedores para expresar su malestar. Los manifestantes ped¨ªan "la dimisi¨®n del Gobierno del golpe de Estado". La capital iran¨ª no presenciaba disturbios semejantes desde las protestas de estudiantes de 1999.
Las cargas policiales causaron decenas de heridos y algunos testitos aseguraban que hubo disparos al aire. No se tienen noticias de revueltas en otras ciudades, pero el boicoteo de las comunicaciones dificulta la transmisi¨®n de datos.
"El presidente elegido y respetado es el presidente de todos los iran¨ªes y todos, incluidos los que ayer eran sus oponentes, deben apoyarle y ayudarle un¨¢nimemente", pidi¨® el l¨ªder en una declaraci¨®n le¨ªda en la radiotelevisi¨®n estatal. Sus palabras intentaban poner fin al enfrentamiento abierto que ha provocado el resultado electoral. La alta participaci¨®n que se constat¨® en todo el pa¨ªs presagiaba si no un triunfo directo de Musav¨ª, s¨ª al menos un recuento m¨¢s ajustado que hubiera obligado al actual presidente a medirse de nuevo en una segunda vuelta.
"Los abstencionistas simpatizan con el reformismo y su amplia movilizaci¨®n presagiaba mejores resultados para Musav¨ª", explica un analista a¨²n sorprendido. Pero las cifras facilitadas por el ministerio del Interior no dejan lugar a dudas. En efecto, recogen una participaci¨®n r¨¦cord de 39.165.191 votantes, el 85% de todos los electores potenciales. Sin embargo, Ahmadineyad obtiene 24.527.516 votos (el 62,6%) frente a los 13.216.411 (un 33,8%) de Musav¨ª. Los otros dos candidatos, el conservador Mohsen Rezai y el reformista Mehdi Karrub¨ª, apenas lograron un 1,7% y un 0,9%, respectivamente.
Desde primeras horas de la madrugada, cuando empez¨® a conocerse el escrutinio, los simpatizantes de Musav¨ª salieron a la calle para denunciar el pucherazo. Apenas dos horas despu¨¦s del cierre de las urnas, su candidato se hab¨ªa proclamado vencedor fund¨¢ndose en sondeos a pie de urna realizados por su equipo de campa?a, ya que en Ir¨¢n est¨¢n prohibidas las encuestas. Karrub¨ª se sum¨® a las protestas de Musav¨ª y tach¨® los resultados de "ileg¨ªtimos".
Sin embargo, en un mensaje televisado al pa¨ªs, Ahmadineyad atribuy¨® anoche las discrepancias a "una guerra psicol¨®gica tanto dentro como fuera del pa¨ªs". El presidente insisti¨® en que su reelecci¨®n fue "libre y saludable" y rechaz¨® las acusaciones de irregularidades de Musav¨ª. "La gente vot¨® por mis pol¨ªticas", asegur¨®. En claro contraste, el perdedor de las elecciones no pudo celebrar la conferencia de prensa que hab¨ªa anunciado y tuvo que recurrir a un comunicado para denunciar lo que calific¨® de "enga?o peligroso".
"Advierto de que no me rendir¨¦. El resultado del comportamiento de algunos funcionarios pone en peligro los pilares de la Rep¨²blica Isl¨¢mica y llevar¨¢ a la tiran¨ªa", asegur¨® con un lenguaje extremadamente duro. Musav¨ª pidi¨® tambi¨¦n que se pronuncien los grandes ayatol¨¢s de Qom, el Vaticano iran¨ª, donde se concentran varias de las eminencias del chi¨ªsmo.
La inusual intervenci¨®n del l¨ªder supremo, un cargo no electo que ostenta la m¨¢xima autoridad de la Rep¨²blica Isl¨¢mica, puso de relieve la gravedad de lo que estaba ocurriendo, as¨ª como las fisuras en la c¨²pula del poder iran¨ª. Si la situaci¨®n ha llegado a este punto es porque Musav¨ª cuenta con el respaldo, entre otros, de Al¨ª Akbar Hashem¨ª Rafsanyan¨ª, uno de los pol¨ªticos m¨¢s influyentes de Ir¨¢n.
Ni Rafsanyan¨ª ni Musav¨ª comparecieron en p¨²blico ayer, lo que desat¨® intensos rumores sobre que se encontraban en detenci¨®n domiciliaria. "No tengo noticias de ello, pero tampoco puedo comprobarlo porque se ha cortado el servicio de m¨®viles", explicaba un destacado reformista. Las conexiones de Internet tambi¨¦n se ralentizaron sospechosamente a partir de la media tarde. Las dificultades para comunicarse s¨®lo incrementaron el malestar de los iran¨ªes.
No obstante, la prohibici¨®n de manifestaciones hasta que se anunciaran las cifras oficiales y unas oportunas maniobras iniciadas por la polic¨ªa a las cinco de la tarde del viernes, frenaron inicialmente cualquier amago de protesta. En Teher¨¢n, el s¨¢bado, primer d¨ªa de la semana iran¨ª, despert¨® inusualmente tranquilo. La radio anunci¨® en sus informativos de las seis de la ma?ana el cierre de las universidades y la suspensi¨®n de los ex¨¢menes. En las principales arterias de la ciudad, un eficaz ej¨¦rcito de empleados p¨²blicos hab¨ªa conseguido arrancar la mayor¨ªa de los carteles electorales y borrar con pintura blanca las pintadas a favor de Musav¨ª.
El esfuerzo por eliminar cualquier rastro de la reciente fiebre electoral result¨® infructuoso. Desafiando la prohibici¨®n de manifestarse, grupos de j¨®venes protestaron a ¨²ltima hora de la ma?ana frente al Ministerio del Interior, donde fueron duramente reprimidos. Poco despu¨¦s, unas dos mil personas eran brutalmente desalojadas de la plaza de Vanak donde hab¨ªan iniciado una sentada pac¨ªfica. A medida que avanzaba la tarde llegaban noticias de estallidos espont¨¢neos de descontento en otros importantes cruces de la ciudad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.