Campa?a de sabotajes contra empresarios del metal en Vigo

"Grupos ultraminoritarios", como los calific¨® el delegado del Gobierno, Ant¨®n Louro, han provocado que el conflicto del metal salte de nuevo la l¨ªnea roja que separa las protestas pac¨ªficas de los actos violentos. La v¨ªctima ayer fue un empresario poco proclive a las demandas sindicales, Jos¨¦ Alonso Rodr¨ªguez, presidente de Instalectra y miembro de la mesa negociadora del convenio colectivo. Su casa recibi¨® por la noche el impacto de dos artefactos incendiarios que causaron diversos destrozos materiales. ?l y su familia se dieron cuenta por la ma?ana, cuando sal¨ªan a trabajar. "Yo lo llevo, pero mi mujer se qued¨® llorando en casa y tendr¨¦ que explicarle algo a mi hijo de 10 a?os que ha visto que su casa y su entorno han sido agredidos", asegur¨®.

No fue el ¨²nico episodio vand¨¢lico: un cajero de Caixa Galicia situado en la carretera provincial de Vigo, enfrente de un colegio, revent¨® pasadas las dos de la madrugada a causa de un explosivo colocado, seg¨²n testigos, por dos hombres a cara descubierta. La polic¨ªa judicial estuvo recogiendo muestras de los restos durante la noche. Lo mismo ocurri¨® en un concesionario de coches de Nigr¨¢n, donde tres veh¨ªculos resultaron calcinados tras el impacto de otro artefacto.

Antol¨ªn Alc¨¢ntara, responsable de la CIG y cabeza de las movilizaciones en la calle, separ¨® la protesta de estos hechos en la primera asamblea de trabajadores del d¨ªa: "No s¨¦ si interesadamente o no, se intenta vincular el metal con los da?os en la vivienda de alg¨²n negociador. No sabemos nada de eso ni tenemos nada que decir", subray¨®. El representante de las cinco asociaciones de la patronal, Enrique Mall¨®n, contest¨® de forma en¨¦rgica: "Si lo que quieren es afectar o impedir que se llegue a un acuerdo, que sepan que estas acciones no van a tener ninguna repercusi¨®n".

Desde Ourense, y mientras la conselleira de Traballo de la Xunta, Beatriz P¨¦rez Mato, expresaba su temor a un riesgo de "batasunizaci¨®n" de la negociaci¨®n colectiva, el delegado del Gobierno en Galicia, Ant¨®n Louro, negaba cualquier relaci¨®n de los actos violentos con el conflicto. "No tienen nada que ver con la situaci¨®n laboral de Vigo".

Louro respald¨® el "comportamiento de los sindicatos democr¨¢ticos", a quienes eximi¨® de cualquier responsabilidad que atribuy¨® a grupos que act¨²an "de vez en cuando en Galicia". Tras expresar su condena "en¨¦rgica" a la explosi¨®n y advertir que las fuerzas de seguridad del Estado est¨¢n ya trabajando para esclarecer lo sucedido, el delegado del Gobierno advirti¨® que "quien delinque paga", sin dar m¨¢s pistas.

La Confederaci¨®n de Empresarios de Pontevedra s¨ª responsabiliz¨® directamente a los sindicatos de los actos violentos, que denunci¨® ante la CEOE y el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho. Por la ma?ana y tal y como ocurri¨® el martes, los concesionarios de coches de la avenida de Madrid, la carretera de Baiona y el alto de Puxeiros en Vigo recibieron la visita de los piquetes para impedir la venta de coches, algo que lograron a juzgar por el escaso p¨²blico en las zonas comerciales.

En medio de fuertes medidas de seguridad, varios cientos de trabajadores de astilleros se desplazaron por las calles cortando las principales v¨ªas de circulaci¨®n. La ¨²ltima concentraci¨®n se celebr¨® en la Plaza de la Industria, desde donde partieron para volver al trabajo. Ayer tocaba paro parcial en el sector naval, que congel¨® su actividad durante s¨®lo cuatro horas. Tambi¨¦n se produjeron problemas de tr¨¢fico en la localidad de Mar¨ªn, donde unas 150 personas cortaron la PO-11, inform¨® Europa Press.

Por la tarde, las tres centrales sindicales estudiaban "cambiar el paso", de las movilizaciones al comprobar que el modelo seguido hasta ahora est¨¢, en palabras de Alc¨¢ntara, "agotado". Se trata de dar un nuevo impulso al ¨¢nimo de los trabajadores, a quienes desde la CIG instan a no desmoralizarse: "No os vamos a decepcionar. Siempre fuimos capaces de aguantar y esto no va a ser distinto".