Primera condena un¨¢nime del Parlamento a un atentado

Son las nueve de la ma?ana. La presidenta del Parlamento, Arantza Quiroga, est¨¢ entrando en Vitoria camino de la C¨¢mara en el coche oficial cuando recibe las primeras noticias de un posible atentado. Al llegar al Parlamento, se encuentra en la puerta con el lehendakari, Patxi L¨®pez, quien con la cara congestionada no le puede confirmar nada por el momento. Sin embargo, el temor a que se est¨¢n enfrentando a su primer atentado mortal como lehendakari y presidenta de la C¨¢mara va cobrando fuerza.

En ese momento, nueve y cuarto, cuando Quiroga cruza ante el monumento dedicado a las v¨ªctimas del terrorismo colocado justo enfrente de la puerta principal del Legislativo, se acuerda del pensamiento que la ha perseguido las ¨²ltimas semanas, desde que accedi¨® al cargo: "Que no me estrene con un atentado, por favor. Que no me estrene con un atentado".

La noticia lleg¨® cuando la C¨¢mara se dispon¨ªa al primer pleno de control

"Que no me estrene con un atentado", ped¨ªa la presidenta, Arantza Quiroga

"Los minutos parec¨ªan horas", explica la presidenta a EL PA?S al narrar c¨®mo fueron los momentos que transcurrieron desde la primera noticia hasta que se confirm¨® el asesinato, poco antes de las diez de la ma?ana. Una vez que lleg¨® esa confirmaci¨®n, decidi¨® de inmediato suspender de manera definitiva el pleno, el primero en la historia del Legislativo aut¨®nomo dedicado al control al Gobierno, una modalidad introducida por la reforma del reglamento aprobada en diciembre pasado. Esa circunstancia hab¨ªa propiciado una gran expectaci¨®n, con la presencia de todos los parlamentarios y de los miembros del Gobierno, con el lehendakari y el consejero de Interior al frente, ya que deb¨ªan responder a algunas cuestiones planteadas por la oposici¨®n.

Quiroga tuvo el apoyo de todos los grupos, que se pusieron a su disposici¨®n de manera incondicional. "Cuando lleg¨® la confirmaci¨®n, el consejero de Interior, Rodolfo Ares, se reuni¨® con nosotros en la Junta de Portavoces y nos ofreci¨® los detalles de los que dispon¨ªa en ese momento. A partir de ah¨ª, todo result¨® muy r¨¢pido. Redactamos el comunicado de condena sin ning¨²n problema, nadie puso ninguna pega", agreg¨®.

Y despu¨¦s pas¨® al pleno, donde se refrend¨® por unanimidad. PNV, PSE, PP, Aralar, EB, EA y UPyD respaldaron el comunicado. Otro momento hist¨®rico en el Parlamento, que jam¨¢s hab¨ªa conseguido aprobar de manera un¨¢nime la condena a un atentado etarra. La ausencia de la izquierda abertzale por las ilegalizaciones ha propiciado un dibujo del Legislativo diferente y la primera consecuencia es que este tipo de condenas se podr¨¢n sacar adelante sin fisuras. En atentados anteriores, la condena nunca hab¨ªa sido de la totalidad de la C¨¢mara por la actitud de los parlamentarios radicales.

Quiroga ley¨® la breve declaraci¨®n institucional en el sal¨®n de plenos en presencia de todos los parlamentarios, quienes guardaron a continuaci¨®n puestos en pie un minuto de silencio en memoria del polic¨ªa asesinado.

"Uno nunca se acostumbra a esto. Por muchos atentados que hayas visto, el dolor sigue ah¨ª", comentaba apesadumbrado Jes¨²s Loza, miembro de la Mesa y veterano parlamentario del PSE. "La primera sensaci¨®n fue de dolor. Trat¨¦ de pensar que pod¨ªa ser otra cosa, pero en mi interior me tem¨ªa lo peor. Trat¨¦ de aferrarme a una llama de esperanza, por peque?a que fuera. Y cuando lleg¨® la confirmaci¨®n s¨®lo pens¨¦ en afrontar la realidad. Era una mezcla de dolor, rabia e impotencia, pero siempre con la convicci¨®n de que el Estado de derecho podr¨¢ con los asesinos", apuntaba.

Quiroga tambi¨¦n estaba pasando el trago, pero sab¨ªa que lo peor estaba por venir, cuando pusiese cara a la viuda y los hijos del inspector asesinado, el rostro del sufrimiento. "Llega un momento en que te dejas envolver por los grandes silencios, en los que la cabeza se te va a la familia. Y cuando la vi en la capilla ardiente se me encogi¨® el alma", resaltaba la presidenta emocionada.

La idea de Quiroga es celebrar el pr¨®ximo lunes un homenaje de la C¨¢mara a Eduardo Puelles a la una del mediod¨ªa. Minutos antes de la ceremonia, sobre las 12.30, se celebrar¨¢ una concentraci¨®n de condena del crimen frente a la sede del Legislativo en Vitoria. Los detalles de la ceremonia todav¨ªa est¨¢n por concretar, a falta de confirmarlos con la familia. Ser¨ªa una ceremonia a imagen y semejanza de los homenajes que la C¨¢mara ha realizado con motivo de los tres ¨²ltimos atentados de ETA, con ofrendas florales y actos de reconocimiento al guardia civil Juan Manuel Pi?uel, el brigada del Ej¨¦rcito Luis Conde y el empresario Inaxio Uria. Estos actos se celebraron junto a la escultura de Cristina Iglesias instalada en el exterior de la C¨¢mara en memoria de las v¨ªctimas.

El ¨²nico consuelo que le queda a Arantza Quiroga es la imagen de unidad que han dado los partidos y la celeridad con la que se acord¨® la declaraci¨®n institucional: "En estos momentos tan duros, cuando me tengo que enfrentar a mi primer atentado como presidenta del Parlamento, me queda la esperanza de ver a los partidos unidos, algo que es muy importante en los tiempos que corren".

Loza comparte esa idea. "Desde la rabia contenida y la convicci¨®n de que podemos con ETA, los partidos buscamos la complicidad, la unidad en todos los pasos a dar, desde la declaraci¨®n hasta el minuto de silencio pasando por la suspensi¨®n del pleno. El Parlamento ha mostrado a la ciudadan¨ªa que est¨¢ unido".

El lehendakari rehus¨® ir a la sede de la Presidencia y prefiri¨® utilizar la sala de prensa del Parlamento para lanzar, roto por el dolor, su condena a ETA, su apoyo a la familia y convocar la manifestaci¨®n de hoy en Bilbao. Despu¨¦s desfilaron el resto de los portavoces parlamentarios con la misma sensaci¨®n de pesadumbre. Poco a poco, la C¨¢mara fue despej¨¢ndose y el espeso silencio, ¨¦se en el que se hace presente el recuerdo de la familia, recorri¨® sus pasillos.

Zapatero impone la Medalla de Oro al M¨¦rito Policial a Eduardo Puelles