Mu?oz Molina defiende la inspiraci¨®n y la actitud del escritor principiante
El autor transita los caminos de su obra en la clausura de 'Lecciones y maestros'
Cuando Antonio Mu?oz Molina encuentra la primera frase, esa inspiraci¨®n casual en apariencia, surgida sin esfuerzo, sabe que de ella se desprende todo lo dem¨¢s. "Surge como venida de ninguna parte, y sin embargo ha requerido toda la experiencia de la vida, todo lo que se recuerda y todo lo olvidado". As¨ª prenden sus novelas, as¨ª inicia el autor andaluz sus viajes literarios, sobre los que disert¨® ayer en la ¨²ltima jornada de Lecciones y maestros, en Santillana del Mar.
El escritor comparti¨® los secretos de su oficio, como en d¨ªas anteriores hicieron Luis Mateo D¨ªez y ?ngeles Mastretta, ante otros colegas, cr¨ªticos, expertos en su obra y admiradores. Fue un paseo emocionado y honesto por sus referencias, sus m¨¦todos y los recovecos de su escritorio. "Ahora s¨¦ que ser¨¦ un principiante por muchas novelas m¨¢s que escriba y que si tengo alguna seguridad demasiado s¨®lida ser¨¢ porque me estoy equivocando", confes¨®.
Con esa humildad y ese temor, el escritor, hijo de ?beda, padre de M¨¢gina, ha navegado por las l¨ªneas de Plenilunio, El viento de la luna, Beltenebros o El jinete polaco y Sefarad. Tambi¨¦n por Beatus ille, su primera novela, surgida por fin despu¨¦s de otras que nunca pudo acabar. Primeras tentativas en las que Mu?oz Molina descubri¨® la poderosa atracci¨®n de la ficci¨®n, esa fuerza que le llamaba, coqueteaba con ¨¦l y le venc¨ªa en aquellos pulsos primerizos.
Quer¨ªa ser como Julio Verne. Pero tambi¨¦n como Simenon. Deseaba penetrar en los mundos de Emily Dickinson, pero sin dejar de escuchar a Thelonious Monk o contemplar a Paul Klee, "esos maestros de la concisi¨®n". Se dej¨® de experimentalismos vacuos y opt¨® por la mezcla de g¨¦neros sin complejos, como muchos otros autores de su generaci¨®n. "Hubiera querido escribir en el mismo libro La educaci¨®n sentimental y El fantasma de la ¨®pera, El gran Gatsby y Cosecha roja o El sue?o de los h¨¦roes y La historia de secreto e infamia de Ram¨®n Mercader. Hubiera deseado que en el sal¨®n de la duquesa de Guermantes se cometiera un crimen y que el narrador indolente de Proust consagrara toda su inteligencia y su capacidad de observaci¨®n a resolverlo".
Pero le esperaban otros mundos. Esas "moradas y viajes" que ?ngel G. Loureiro, catedr¨¢tico de Cine y Literatura en la Universidad de Princeton, indic¨® como motores de su obra. Mu?oz Molina siempre ha sabido vivir en esa contradicci¨®n entre el ansia de movimiento y el profundo deseo de arraigo que puebla toda su creaci¨®n: "Un amigo m¨ªo que vino a visitarme me dijo una vez: 'Siempre est¨¢s mud¨¢ndote y siempre est¨¢s viviendo en la misma habitaci¨®n". Da lo mismo que se trate de Granada, Madrid o Nueva York. Siempre se sentar¨¢ frente a una mesa contra la pared, en un espacio desnudo pero al tiempo lleno de artilugios y discos. Con hojas disecadas recogidas en cualquier parque, unas entradas para la ¨®pera y esa cr¨ªtica enmarcada que Juan Carlos Onetti le dedic¨® a El jinete polaco...
En la obra de Mu?oz Molina se cruza la memoria con los territorios imaginados, la violencia, con el destierro, la piedad y el amor, con el desamparo, esa palabra que sorprendentemente se repite tanto en su obra, seg¨²n Loureiro. Tras las primeras frases llegan los desvelos. "Trabajar d¨ªa tras d¨ªa es necesario, pero a veces el empe?o en el trabajo no lleva a ninguna parte, y sin embargo, aparece algo venido de no se sabe d¨®nde que tiene todos los s¨ªntomas de una iluminaci¨®n casual y gratuita". ?Musas? "Si la disciplina importa tanto, ?por qu¨¦ algunas de las mejores ocurrencias vienen de improviso, no cuando estamos amarrados al escritorio, sino en un momento de abandono en el que nos hemos apartado de ¨¦l?".
Inspiraci¨®n, dice Mu?oz Molina. Una palabra que defendi¨® a capa y espada: "Lo siento, pero no encuentro otra m¨¢s adecuada y no tengo ganas de buscar eufemismos m¨¢s honorables". Sin embargo, a veces no llega: "Cuando no sale nada conviene irse a dar un paseo. No se trata tanto de buscar como de esperar". Tras esas sentidas y minuciosas confesiones, lleg¨® su "ardor guerrero". "Perdonen la vehemencia, pero vamos a poner las cosas en su sitio cinco minutos", avis¨® tras varias preguntas en las que se plantearon temas como la memoria hist¨®rica y dem¨¢s asuntos. "La historia es sobre todo precisi¨®n", asegur¨®. Al escritor le remonta que un tema tan crucial se haya convertido en una moda. "Siempre ha habido escritores que han tratado de manera magistral la guerra y el franquismo. Los relatos de Z¨²?iga, novelas de Ignacio Aldecoa". Son escritores que cumplieron en su d¨ªa. Lo mismo que Miguel Delibes. "Es un novelista fundamental, aunque como no es arrogante, no se le ha tratado en este pa¨ªs con el respeto que merece"."Cuando no hay inspiraci¨®n y no sale nada, conviene irse a dar un paseo"
![Antonio Mu?oz Molina, ayer en Santillana del Mar.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/UMLLPHN3FI4BKYYW3M72PXVYFU.jpg?auth=7e50bb7f44ead990f2c6532367389fe1c17888b096c089ec3dac15314baecdea&width=414)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.