Nada que ver con el cese de Bermejo

El cese del director del CNI, Alberto Saiz, no tiene nada que ver con el del ministro de Justicia Mariano Fern¨¢ndez Bermejo, el pasado febrero, v¨ªctima, tambi¨¦n, como Saiz, de una campa?a medi¨¢tica. En aquella ocasi¨®n, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero dud¨® cuando Fern¨¢ndez Bermejo le present¨® la dimisi¨®n. Incluso, el ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, se opuso a la misma. Pensaba que el PP lo tomar¨ªa como una concesi¨®n gratuita cuando no hab¨ªa un esc¨¢ndalo que la justificara.

Al final, Zapatero se la acept¨®. A fin de cuentas, el car¨¢cter de Bermejo le hab¨ªa originado muy serios problemas en la interlocuci¨®n del Gobierno con todos los agentes del mundo judicial.

El asunto del director del CNI es muy distinto. Zapatero acept¨® su dimisi¨®n sin pesta?ear. Saiz dirigi¨® hasta ayer el Centro Nacional de Inteligencia, la parte m¨¢s sensible del aparato del Estado, la que afecta a la lucha contra el terrorismo, y La Moncloa no pod¨ªa permitirse el lujo de que el servicio secreto del Estado sea protagonista de la escena p¨²blica por disensiones en su interior. La Moncloa no cree que Saiz haya cometido ning¨²n esc¨¢ndalo del que tenga que arrepentirse. En eso su caso coincide con el de Fern¨¢ndez Bermejo. El problema es que quien no logra gobernar un organismo tan sensible como el CNI, no puede seguir a su frente, se?alan fuentes de La Moncloa.

Tras m¨¢s de cinco a?os al frente del CNI, Saiz se hab¨ªa labrado numerosas enemistades en el servicio secreto, que se hab¨ªan multiplicado en las ¨²ltimas semanas tras decidir numerosos cambios. "Hab¨ªa pisado demasiados callos", se?alan fuentes gubernamentales, y ese malestar se expres¨® en las filtraciones period¨ªsticas, en la exhibici¨®n p¨²blica del CNI, con el correspondiente riesgo de deterioro del prestigio nacional e internacional de los servicios secretos espa?oles, lo que La Moncloa no pudo soportar.

El ¨²ltimo cap¨ªtulo de esta historia, tras las filtraciones, fue su pretensi¨®n de llevar a cabo una aut¨¦ntica depuraci¨®n en los servicios secretos a la que la ministra de Defensa, Carme Chac¨®n, se opuso. El propio Saiz present¨® su dimisi¨®n y Zapatero se la ha aceptado.

Adem¨¢s, Saiz, al que La Moncloa valora su aportaci¨®n a la lucha contra el terrorismo, perdi¨® su referencia pol¨ªtica en abril de 2006, cuando Jos¨¦ Bono, que le design¨® como director del CNI, dimiti¨® como ministro de Defensa y le sucedi¨® Jos¨¦ Antonio Alonso. No se entendi¨® bien con Alonso ni con la actual ministra, Carme Chac¨®n. Busc¨® otros referentes como Rubalcaba, al que le un¨ªa la lucha contra el terrorismo.

Zapatero, con el nombramiento de F¨¦lix Sanz Rold¨¢n como nuevo director del CNI, militar en la reserva y asesor de la Presidencia en materia de la Uni¨®n Europea, no s¨®lo pone al frente de los servicios secretos a una persona de su confianza sino a alguien con autoridad, que ser¨¢ inflexible para atajar la indisciplina en el CNI. "En un tiempo razonable, quienes hayan perturbado el funcionamiento de un organismo tan sensible del Estado, como el CNI, tendr¨¢n una respuesta adecuada", aseguraban ayer fuentes gubernamentales.