El Gobierno baraja cambiar el estatuto del CNI para facilitar una depuraci¨®n
El r¨¦gimen de los agentes secretos impide dar una salida a los descontentos
"El Centro Nacional de Inteligencia se ha convertido en los ¨²ltimos tiempos en una olla en ebullici¨®n. Lo peor es que no tiene una v¨¢lvula que permita aliviar la presi¨®n". El diagn¨®stico de un alto responsable gubernamental apunta al origen de la crisis que ha provocado la dimisi¨®n del hasta ayer m¨¢ximo responsable del servicio secreto.
En sus cinco a?os como director, Alberto Saiz ha destituido a 37 directivos del centro, desde subsecretarias a jefes de ¨¢rea. El problema es que, salvo los pocos que han encontrado acomodo en embajadas, los dem¨¢s siguen en la sede central del CNI, a las afueras de Madrid, donde trabaja casi el 70% de sus 3.100 agentes. Algunos est¨¢n resentidos, muchos desmotivados y la mayor¨ªa son mirados con recelo. Pero no pueden irse.
La norma que en 1995 aprob¨® el PSOE no permitir¨ªa la pr¨®rroga de Saiz
El Estatuto del Personal del CNI, aprobado en 1995 y reformado en 2004, ha convertido a los miembros del servicio secreto en una casta aparte, aislada del resto de la Administraci¨®n P¨²blica. El Cesid, como se llam¨® hasta 2002, era en gran medida un ap¨¦ndice de las Fuerzas Armadas y era normal que muchos militares volvieran a los cuarteles tras pasar unos a?os en el servicio de espionaje.
El Estatuto de Personal vino a cambiar esta situaci¨®n, con el objetivo de desmilitarizar y profesionalizar el centro de inteligencia. Los agentes se convirtieron as¨ª en "personal estatutario", a ser posible con car¨¢cter permanente, lo que supone que hacen toda su carrera en el CNI, hasta la jubilaci¨®n.
Debido a las peculiares v¨ªas de ingreso -no hay oposiciones, sino un proceso de selecci¨®n- quienes acceden directamente desde la calle nunca adquieren la condici¨®n de funcionarios. Y los que ya lo eran antes de ingresar en el CNI -como militares o polic¨ªas- se ven discriminados en el caso de que quieran volver a sus cuerpos de origen. El resultado es un organismo endog¨¢mico, en el que se entra pero no se sale. O al menos no se sale de forma pac¨ªfica.
La reforma del Estatuto del Personal del CNI es, seg¨²n fuentes gubernamentales, uno de los asuntos que tendr¨¢ sobre la mesa su nuevo director, F¨¦lix Sanz. Sobre todo si quiere cumplir los dos encargos que le ha hecho Zapatero: restaurar la disciplina en el centro y pacificarlo. Casi la cuadratura del c¨ªrculo: depurar a quienes provocaron la ca¨ªda de su antecesor y, a la vez, rebajar la tensi¨®n interna.
El estatuto se aprob¨® en agosto de 1995, menos de dos meses despu¨¦s de la dimisi¨®n de Emilio Alonso Manglano, quien dirigi¨® los servicios secretos durante 13 a?os. Por eso, ten¨ªa un art¨ªculo taxativo: "El ejercicio del cargo de director no podr¨¢ exceder del periodo m¨¢ximo de cinco a?os".
En la ley reguladora del CNI, de 2002, el Gobierno del PP reprodujo este art¨ªculo, pero de forma mucho m¨¢s ambigua: "El mandato [del secretario de Estado director] ser¨¢ de cinco a?os". Fue esta ambig¨¹edad la que permiti¨® al Gobierno renombrar a Saiz en abril pasado. Ya est¨¢ arrepentido de haberlo hecho.
"El presidente me pidi¨® otro servicio a Espa?a"
"El presidente me ha pedido un nuevo servicio a Espa?a y a eso, naturalmente, nunca he dicho que no". Con estas palabras explicaba ayer F¨¦lix Sanz Rold¨¢n su decisi¨®n de aceptar la direcci¨®n del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), pese a haber culminado ya su carrera militar y estar pr¨®ximo a la jubilaci¨®n. La demanda se la hizo personalmente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero en una entrevista celebrada en La Moncloa el jueves por la ma?ana, poco antes de que se hiciera p¨²blica la dimisi¨®n de Saiz.
Ayer, tras su nombramiento por el Consejo de Ministros, Sanz acudi¨® al despacho de la ministra de Defensa, Carme Chac¨®n, de quien depende el CNI org¨¢nicamente. Lo hizo de paisano, pues su nuevo cargo tiene car¨¢cter civil, sin un uniforme con el que no ser¨¢ f¨¢cil volver a verlo. La vicepresidenta De la Vega dijo que el debate sobre la condici¨®n militar del nuevo director del CNI ya est¨¢ superado. Y el ex presidente Felipe Gonz¨¢lez zanj¨® as¨ª la cuesti¨®n: "El general Sanz es una fant¨¢stica elecci¨®n para el servicio. Punto".
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