Berlusconi se juega su futuro
Il Cavaliere mira a la regi¨®n sure?a, incubadora pol¨ªtica y social, pendiente de la investigaci¨®n a Gianpaolo Tarantini por corrupci¨®n e inducci¨®n a la prostituci¨®n
El futuro de Silvio Berlusconi y el de Italia se juegan en Apulia. Son d¨ªas de tregua judicial por el G-8, pero todos los focos del pa¨ªs (si exceptuamos los de los medios controlados por el magnate y primer ministro) apuntan a la meridional regi¨®n adri¨¢tica, habitada por 4,2 millones de personas, que dibuja el tac¨®n de la bota italiana.
Los fiscales de Bari comandados por el magistrado Giuseppe Scelsi han escuchado ya a 19 mujeres dentro de la investigaci¨®n por corrupci¨®n, inducci¨®n a la prostituci¨®n y tr¨¢fico de droga conocida como Barigate (Putan¨®polis, seg¨²n la acu?aci¨®n de Marco Travaglio), cuyo principal imputado es el empresario Gianpaolo Tarantini, de 34 a?os, amigo ¨ªntimo de Silvio Berlusconi.
Gracias a este caso, muchos conocen a Apulia como Velinist¨¢n, por el masivo tr¨¢nsito de velinas y prostitutas que, seg¨²n los jueces, cubr¨ªa la ruta Bari, palacio Grazioli, Villa Certosa, Cortina d'Ampezzo al cuidado de Tarantini.
Sur profundo y moderno a la vez, tierra de baja densidad mafiosa y de alto dinamismo empresarial, cantera de clases dirigentes nacionales, la regi¨®n tiene fama de ser un laboratorio pol¨ªtico, la incubadora donde brotan los nuevos problemas y las soluciones m¨¢s imaginativas de Italia.
Por ejemplo, se dice que la actual hegemon¨ªa de la derecha italiana naci¨® en Apulia, porque el fascismo se civiliz¨® gracias a Pino Tatarella, un pol¨ªtico pull¨¦s que fue mentor de Gianfranco Fini y tan tolerante que fue llamado el "ministro de la Armon¨ªa", en el Gobierno de Berlusconi de 1994.
Hoy, Apulia est¨¢ viviendo una profunda crisis pol¨ªtica. En el centro del problema est¨¢ la sanidad regional, sacudida por m¨²ltiples investigaciones judiciales de corrupci¨®n, que implican a casi todas las fuerzas pol¨ªticas.
Una posible soluci¨®n es el actual presidente de la regi¨®n. Se llama Nichi Vendola, tiene 51 a?os y es comunista, cat¨®lico y homosexual confeso. "La verdad es que Apulia es una tierra de pocos estereotipos", dice Vendola riendo. "Solo hay que verme a m¨ª en el poder. Pero creo que ahora estamos viviendo un gui¨®n cl¨¢sico, un drama shakespeariano de provincias basado en la trilog¨ªa sexo, dinero y negocios".
La sanidad desempe?a el papel del casino: "El dinero est¨¢ ah¨ª, y hay tragaperras, black-jack y ruleta. Desde las tiritas hasta las m¨¢quinas m¨¢s sofisticadas, todo parece en venta en nuestra sanidad".
Ante las filtraciones que involucraban en el Barigate a varios miembros de su junta, Vendola ha decidido hacer tabla rasa. Esta semana ha destituido a todos sus consejeros. En enero ya destituy¨® a su asesor de Sanidad, Alberto Tedesco, del PD, imputado en otro esc¨¢ndalo sanitario. Ahora, Vendola, que fue disc¨ªpulo del obispo y pr¨®ximo santo Tonino Bello, buscar¨¢ alianzas con todos salvo con el PDL, incluidos los democristianos de UDC.
Se abre as¨ª un ensayo para posibles acuerdos nacionales, desde la izquierda radical al centro cat¨®lico. El nuevo di¨¢logo multilateral, explica Vendola, "tendr¨¢ una br¨²jula fundamental, la ¨¦tica y la limpieza de la pol¨ªtica. Porque no podremos criticar la viga en el ojo de Berlusconi sin sacarnos la paja del nuestro".
En pleno centro de Bari est¨¢ el hotel Palace. Aqu¨ª, la prostituta de lujo y candidata municipal del PDL Patrizia d'Addario fue bloqueada hace un mes por los escoltas de Berlusconi. Fue un acto de humillaci¨®n que quiz¨¢ contar¨¢n los libros de historia. Ese d¨ªa, decidi¨® contar lo que sab¨ªa.
El se¨ªsmo sanitario puede afectar tambi¨¦n al l¨ªder del PDL en Apulia, el ministro para Asuntos Regionales, Raffaele Fitto, de 39 a?os, cat¨®lico y ambicioso, eterno delf¨ªn de Berlusconi y amigo de Alejandro Agag desde que ambos se conocieron en Bruselas.
El ministro fue gobernador de la regi¨®n entre 2000 y 2005, y est¨¢ procesado por corrupci¨®n, falsedad y financiaci¨®n ilegal de partidos.
Este a?o, en la lista municipal de Fitto, Apulia Antes que Nada, concurr¨ªan dos mujeres: la citada D'Addario y su ex amiga y velina Barbara Montereale. Antes de ser candidatas, ambas conocieron al primer ministro en fiestas de Tarantini.
La coalici¨®n de derechas perdi¨® los comicios. De momento, el ministro aparenta estar tranquilo. Afirma que el Barigate s¨®lo le preocupa por la corrupci¨®n en la sanidad pullesa, y no por su hipot¨¦tica repercusi¨®n sobre Berlusconi. En su opini¨®n, el Gobierno durar¨¢, la prueba es que Il Cavaliere est¨¢ subiendo en los sondeos.
S¨®lo cuando acabe la tregua judicial tras el G-8 se ver¨¢ si la incubadora del tac¨®n de la bota (y los tacones de v¨¦rtigo de Patrizia d'Addario) tienen otros planes para Berlusconi y la derecha italiana.
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