Bajarse del limbo: autocr¨ªtica postelectoral
Despu¨¦s de perder las elecciones europeas ante el PP, con una diferencia apreciable de votos populares y con dos parlamentarios menos, parece prudente que los socialistas realicemos un ejercicio de autocr¨ªtica, l¨²cido, profundo y responsable. Ser¨ªa absurdo cerrar los ojos y buscar justificaciones optimistas, como el C¨¢ndido de Voltaire, pensando que seguimos estando en el mejor de los mundos posibles.
Es evidente que no se puede culpar a los candidatos que encabezaban nuestra propuesta, Juan Fernando L¨®pez Aguilar y Ram¨®n J¨¢uregui. Son personas representativas de nuestra ideolog¨ªa, competentes y desde hace a?os entregados al desarrollo y la lucha por el socialismo. Otros candidatos como Carmen Romero, Miguel ?ngel Mart¨ªnez, Magdalena ?lvarez, Guerrero, S¨¢nchez Presedo, Luis Y¨¢?ez son igualmente estimables y representativos de los valores del socialismo y de la historia de nuestro partido. Quiz¨¢s el ¨²nico pero que se pod¨ªa poner a sus destinos es que algunos podr¨ªan haber seguido prestando su esfuerzo a la pol¨ªtica nacional en puestos representativos con mayor experiencia que algunos o algunas j¨®venes que les han sustituido. A veces, como en el caso de Ram¨®n J¨¢uregui, puede parecer que se le env¨ªa a un exilio dorado retir¨¢ndole del n¨²cleo pol¨ªtico por excelencia que es el Congreso de los Diputados. La sola sospecha de que se trata de alejar a posibles excelentes sustitutos produce irritaci¨®n y disgusto.
?Por qu¨¦ el PSOE perdi¨® las europeas con buenos candidatos y medidas razonables contra la crisis?
Es impopular la negativa a informar a los padres del aborto de menores
Tampoco creo que la raz¨®n de la derrota que se presenta como la m¨¢s habitual, la crisis econ¨®mica y su gesti¨®n por el Gobierno, sea tan relevante. A mi juicio, las medidas que ha tomado el Gobierno parecen sensatas y adecuadas. Supongo que algo habr¨¢ repercutido la magnitud de la crisis, como en otros pa¨ªses de Europa, pero en ning¨²n caso me parece la raz¨®n nuclear que explique por s¨ª sola la derrota. Lo demuestran que otros Gobiernos y partidos en el Gobierno han tenido mejores resultados.
Por el contrario, han sido medidas aparentemente alejadas del tema que nos ocupa las que, sin embargo, han desorientado a nuestro electorado m¨¢s fiel, m¨¢s sensato y m¨¢s moderado.
Es verdad que ha faltado grandeza y que la campa?a ha discurrido por cauces poco ilustrados, crispados y desmedidos. No hemos sabido elevarnos a dimensiones vinculadas con el esp¨ªritu y la historia de Europa, ni con los valores de nuestra cultura com¨²n. Tampoco hemos sabido desprendernos de miserias interiores, de prejuicios, ni de cr¨ªticas f¨¢ciles a la corrupci¨®n. Finalmente, no hemos sabido explicar a nuestros conciudadanos todos los aspectos institucionales, competenciales y procedimentales que nos vinculan y nosobligan con Europa. No hemos despertado su inter¨¦s, ni abierto expectativas suficientes sobre la importancia de Europa, para Espa?a y para cada uno de nosotros. Pareci¨® que nos refer¨ªamos a algo ajeno y sin inter¨¦s, vac¨ªo para nuestro esfuerzo y nuestra participaci¨®n.
Es otra ocasi¨®n malograda para integrarnos en la Europa de los 27 y para animar al hombre en el impulso de una verdadera comunidad de naciones, base imprescindible para situar a ese nivel la sociedad pol¨ªtica que nos debe dar un protagonismo mundial.
Quiz¨¢s han podido repercutir m¨¢s algunas ocurrencias, con excesos, exageraciones y posturas a¨²n minoritarias a la mayor¨ªa de la sociedad espa?ola. Me refiero, por ejemplo, al anteproyecto de Ley Org¨¢nica de Salud Sexual e Interrupci¨®n Voluntaria del Embarazo y a determinadas manifestaciones y tomas de postura que se han producido con ocasi¨®n de la misma.
La resistencia a informar a los padres, en las mujeres de entre 16 y 18 a?os, para decidir libremente si desean interrumpir su embarazo, es una norma antip¨¢tica que se podr¨ªa mantener, sin tanta rigidez, exigiendo una informaci¨®n a los padres, para que ¨¦stos puedan opinar, dejando claro que en ¨²ltima instancia es la mujer quien debe decidir. Hay mucha resistencia a esa medida en la sociedad y la gente intuye que es otra forma de disminuir el valor de la familia. No es buena la rigidez, ni colocar a padres en situaciones dif¨ªciles. En este caso la opini¨®n p¨²blica no nos sigue y somos rehenes de sectores minoritarios, feministas muy radicales y gente a la izquierda del PSOE.
Legislar exige moderaci¨®n, sentido com¨²n, no separarse de las creencias mayoritarias, intuir cu¨¢les son las corrientes que impulsan y representan la oposici¨®n p¨²blica, es saber interpretar lo que m¨¢s conviene en cada momento.
Por otra parte, esa intransigencia a la hora de rechazar el conocimiento por los padres de las intenciones de la hija menor de edad sobre la interrupci¨®n del embarazo, me parece contradictorio con el resto del anteproyecto, lleno de sentido com¨²n y con decisiones sensatas y meditadas, y con la excesiva prudencia, casi inamovilidad, con que son tratadas otras relaciones con la Iglesia Cat¨®lica. En efecto, parece poco justificado que existen signos religiosos cat¨®licos en instituciones p¨²blicas y una ense?anza de la religi¨®n cat¨®lica en escuelas p¨²blicas, con doble horario respecto a la Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa.
En esos casos, y en otros similares, cualquier privilegio de la Iglesia, es un paso atr¨¢s, en la profundizaci¨®n de la democracia. En esto es muy poco lo que se necesita, mientras que prescindir de la familia en menores de 16 a?os es mucho m¨¢s que lo que se necesita.
Tambi¨¦n se evidencia una falta de criterio y de creencia que agravan la contradicci¨®n. Ni tan poco ni tanto, y eso lo saben y lo sienten los ciudadanos. Junto con la ya vieja decepci¨®n provocada por la permisividad excesiva con las reformas ¨²ltimas de los Estatutos de Autonom¨ªa, especialmente el catal¨¢n, consentido si no animado desde la Presidencia del Gobierno, es muy probable que este ¨²ltimo tropez¨®n haya aumentado el desinter¨¦s y el alejamiento por una pol¨ªtica que muchos consideran err¨¢tica y mal orientada.
En mi opini¨®n, no son, pues, la crisis ni la pol¨ªtica del Gobierno para afrontarla, que me parece acertada, los fen¨®menos que han producido una p¨¦rdida significativa de votos. Son m¨¢s bien los errores viejos y nuevos los que desconciertan y desaniman, lo que exige una correcci¨®n a fondo de los objetivos que se persiguen y abrir el escenario a la esperanza, a la amistad c¨ªvica dirigida a la grandeza desde una mirada m¨¢s limpia y menos interesada.
Gregorio Peces-Barba Mart¨ªnez es catedr¨¢tico de Filosof¨ªa del Derecho de la Universidad Carlos III de Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Reforma legislativa
- Opini¨®n
- Ley Despenalizaci¨®n Parcial Aborto
- Elecciones europeas 2009
- Pol¨ªtica nacional
- Aborto
- Resultados electorales
- Pol¨ªtica econ¨®mica
- PP
- PSOE
- Anticoncepci¨®n
- Legislaci¨®n espa?ola
- Elecciones
- Reproducci¨®n
- Normativa jur¨ªdica
- Medicina
- Partidos pol¨ªticos
- Pol¨ªtica
- Econom¨ªa
- Legislaci¨®n
- Salud
- Justicia