'Burlesque' con tatuajes
El reinventado cabar¨¦ con 'strip-tease' y contorsionismo se asienta en Madrid
El trasero carmes¨ª de Cherry Lovett se contonea entre las mesas. Enfundada en un ajustado dos piezas de sat¨¦n, con un perfecto peinado platino, la rubia gu¨ªa a los invitados a su asiento. La escena perece sacada de un antro de pel¨ªcula en blanco y negro, pero transcurre una noche de junio en el club Charada (Bola, 13). A la acomodadora de The Genuine Burlesque Show (as¨ª se llama el sarao, de funci¨®n ¨²nica) le delatan sus tatuajes y el piercing que le atraviesa la nariz. De d¨ªa Cherry es estilista; de noche, forma parte de la escena burlesque: "Siempre me ha gustado la est¨¦tica de los treinta, cuarenta y cincuenta, y ahora que hay m¨¢s fiestas de este rollo por fin puedo salir as¨ª sin ser la rara".
"Es el poder¨ªo de la carne; huele a l¨¢tex, a fetichismo", dice el presentador
En esta sala, esta noche, no es la rara. Entre el variopinto p¨²blico "hay mucho fifties y gente m¨¢s glam, luego est¨¢n modernos fashion que la cagan interpret¨¢ndose y la gente normal". Palabra de Cherry. No es necesario ser estilista para distinguir los fenotipos. Tamara, ilustradora de 23 a?os, es un clon de Betty Page, la reina del burlesque y diosa de las pin-ups: perfecto flequillo negro (se lo recorta cada d¨ªa) a juego con rabillos sim¨¦tricos, vestido de cerezas y tacones alt¨ªsimos. "Me hubiera gustado nacer en los cincuenta, pero las modas vuelven... aunque esto no es s¨®lo una est¨¦tica, es una cultura". El atuendo de Marisa Falc¨®n, coolhunter (cazadora de tendencias) de 32, es m¨¢s de quita y pon. "Me he interpretado como Rizzo, la mala de Grease", dice con onda en el pelo, pantalones pirata y los hombros al descubierto. Fuera de lugar (el pelo suelto con mechas rubias y camisetas vaporosas en tonos claros) Cristina y Ana, abogada e historiadora del arte, admiten que vienen "de panolis". "?Betty qui¨¦n?", dicen, entretenidas con la fauna del local.
En el escenario el matrimonio Charriot, ella en lencer¨ªa y ¨¦l en traje, hacen magia. El burlesque, con ra¨ªces en la comedia del arte, fue cambiando de forma desde la ¨¦poca victoriana, donde era una parodia musical. Ya en el siglo XX, en los music halls de Estados Unidos, se conform¨® el g¨¦nero que ha llegado a nuestros d¨ªas: una mezcla de cabar¨¦ y vodevil, con m¨²sica, magia, contorsionismo y un strip-tease final. Todo con una p¨¢tina de humor picante. En los noventa surgi¨® el neo burlesque, pero hasta que Dita von Teese se pase¨® del brazo de Marilyn Manson por el mundo, el g¨¦nero no salt¨® del underground al gran p¨²blico.
La Dita espa?ola se llama Vinila von Bismark y es la estrella de la noche. "En Madrid hay garitos que incluyen actuaciones con inspiraci¨®n burlesque, pero nadie hace estas galas tan completas, con un concepto detr¨¢s, maestro de ceremonias y todo", dice la lideresa de Krakovia. Antes de salir a escena, Mambo Tab¨², en quimono y con labios de purpurina roja, la presenta con un mon¨®logo grandilocuente: "Esta es la fiesta del poder¨ªo de la carne, aqu¨ª huele a l¨¢tex, a fetichismo, a humo... Os vamos a hacer viajar en el tiempo". Vinila aparece enfundada en un vestido de unos 1.000 euros, que le han dise?ado en el atelier madrile?o de Maya Hansen y canta Fever acompa?ada de dos coristas masculinos que le llegan por la cintura. El p¨²blico se entusiasma. Acodado en la barra, el fot¨®grafo Alberto Garc¨ªa Alix pone el punto cr¨ªtico: "Ella es estupenda, pero a m¨ª esto del enano por el enano...", suspira aburrido, "no huele a nada".
En el Yas'ta transcurre otro tipo de espect¨¢culo burlesque: Viva Las Vegas Club (todos los jueves). Aqu¨ª no hay invitaciones VIP, c¨®cteles ni mesitas y huele a garito rockero. En la sala, p¨²blico malasa?ero, es decir, lo que va cayendo. "Los enanos salen car¨ªsimos", dice el maestro de ceremonias, Rafa Pascual, 30 a?os, con un disfraz de Elvis. Presenta a su chica, Lady Dramakuin (Susana Guerrero, 33), que hace un tierno strip-tease en el escenario vac¨ªo. Tierno significa que priman los gui?os picantes, el postureo retro y que no hay partes ¨ªntimas a la vista. Las bailarinas burlesque no ense?an el pubis y suelen llevar pezoneras que hacen girar con m¨¢s o menos ¨¦xito. Pru¨¦benlo, no es f¨¢cil. "Una starlette de burlesque se desviste, no se desnuda", dice Guerrero, "la provocaci¨®n tiene m¨¢s importancia y las bailarinas suelen tener cuerpos m¨¢s reales".
Para el lego, parece un strip-tease pensado para las mujeres tanto como para los hombres. De hecho, la pareja Elvis-Dramakuin organiza hoy la primera fiesta Lady Billies, en el Soul Station, "donde las mujeres ser¨¢n las protagonistas". El burlesque lo pondr¨¢ Miss Blancanieves, alter ego de Alessia Bertocci, 24 a?os, agente de viajes. "En el ¨²ltimo a?o ha habido un boom", dice, "tengo un d¨²o de baile, The Imperialettes, y ahora nos llaman m¨¢s". Su objetivo no es conquistar a los hombres: "Eso es muy f¨¢cil; lo que me emociona es llegar a las chicas".
En Charada, Vinila est¨¢ lista para su desnudo final. Los "peque?os", como ella los llama, la persiguen tropezando por el escenario y le quitan el cors¨¦. "Lo importante es la picard¨ªa y la interpretaci¨®n, no el cuerpo", dir¨¢ Vinila luego. De vuelta en el escenario, su coreograf¨ªa es perfecta y su est¨¦tica, espectacular: una mezcla posmoderna de atuendo de entreguerras y f¨ªsico del siglo XXI. Acaba de puntillas tap¨¢ndose con un abanico de plumas. Al fondo, hasta Garc¨ªa Alix sonr¨ªe.
Lady Billies. Hoy, en Soul Station. Cuesta de Santo Domingo, 22.
Viva Las Vegas Club. Sala Yas'ta, calle de Valverde, 10. Todos los jueves.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.