B¨¢rcenas cuenta a su entorno que se llev¨® del PP cajas con papeles

Las mieles del ¨¦xito en las europeas se van disipando y el PP recibe un disgusto casi a diario. Mariano Rajoy, siempre tranquilo, algo que sus m¨¢s cercanos achacan a que en 30 a?os en pol¨ªtica ha visto de todo y sabe que al final los esc¨¢ndalos se reconducen, sigue evitando cualquier pregunta de los periodistas, como si el asunto no fuera con ¨¦l. Pero en G¨¦nova, la sede central del partido, los dirigentes est¨¢n muy nerviosos porque muchos creen que deber¨ªa dar un golpe en la mesa y echar ya a su tesorero, Luis B¨¢rcenas, al que ¨¦l nombr¨® hace s¨®lo un a?o. El senador no s¨®lo se ha enrocado en su negativa a dimitir hasta que el Tribunal Supremo pida el suplicatorio, sino que adem¨¢s est¨¢ lanzando todo tipo de mensajes amenazantes.

M¨¢xima tensi¨®n porque los juristas ven complicado el recurso de Camps

"En el partido me tratan peor que a Camps, y deber¨ªa ser al rev¨¦s", sostiene

A quien quiere escucharle, el tesorero ha llegado a narrar que ¨¦l, que fue gerente durante 20 a?os, tiene informaci¨®n delicada de casi todos los dirigentes importantes y del partido. Como prueba de su fuerza, B¨¢rcenas cuenta que se ha llevado a casa documentaci¨®n comprometida. Hasta nueve cajas retir¨® el fin de semana pasado, seg¨²n ha explicado ¨¦l mismo estos d¨ªas aunque sin aclarar el contenido de esos documentos.

"En el partido me tratan mucho peor que a Camps, y deber¨ªa ser al rev¨¦s, porque yo manejo una informaci¨®n delicada que Camps nunca tendr¨¢ y he cubierto las espaldas a mucha gente en estos a?os. Encima, yo ni siquiera estoy imputado, ¨¦l s¨ª", sentencia B¨¢rcenas a las m¨²ltiples personas con las que ha tenido contacto estos d¨ªas.

El tesorero hace llegar mensajes amenazantes a todo el mundo, e insiste una y otra vez en que ¨¦l s¨®lo dimitir¨¢ si se lo pide Rajoy. Su osad¨ªa lleg¨® a tal nivel que el pasado lunes, en una reuni¨®n con el l¨ªder, le dijo a la cara: "T¨² me nombraste, t¨² me puedes destituir. Si he perdido tu confianza me voy, pero no quiero que nadie me env¨ªe se?ales de tu parte".

Rajoy, seg¨²n fuentes de la direcci¨®n, le contest¨® que ¨¦l no iba a pedirle la dimisi¨®n, que eso es una cuesti¨®n personal y que el tesorero deb¨ªa manejar sus propios tiempos. Entonces, B¨¢rcenas le exigi¨® que controlara a las personas de su entorno y que dejara de mandarle emisarios, como Dolores de Cospedal, para animarle a marcharse. Rajoy, seg¨²n las mismas fuentes, neg¨® absolutamente que ¨¦l hubiera enviado a ning¨²n emisario y atribuy¨® cualquier presi¨®n a decisiones personales de los dirigentes. Sin embargo, la mayor¨ªa de los cuadros consultados asumen que el l¨ªder s¨ª est¨¢ presionando a B¨¢rcenas a trav¨¦s de emisarios, y se ha instalado la sensaci¨®n de que Rajoy no le pide directamente que se vaya por temor a una mala reacci¨®n de una de las personas con m¨¢s informaci¨®n delicada dentro del PP.

Mientras el caso B¨¢rcenas empeora, y Rajoy opta por esperar a lo que decida el Supremo, la preocupaci¨®n con el caso Camps tambi¨¦n crece internamente. El PP se ha dividido en dos. Los juristas, y esto incluye al entorno de quienes est¨¢n preparando el recurso que se presenta hoy, ven muy complicado enfrentarse a un auto como el del juez Jos¨¦ Flors, que detalla los elementos para probar que la red de Correa pag¨® varios trajes de Camps. Creen que si el presidente no puede probar de ninguna manera el pago de los trajes, la situaci¨®n es muy delicada porque s¨ª parece suficientemente probado -a trav¨¦s de facturas, correos electr¨®nicos y documentos tanto de la red como de la tienda- que la red pag¨® esas prendas.

Sin embargo, los pol¨ªticos, especialmente los valencianos, est¨¢n convencidos de que Camps se puede salvar. Apelan a una decisi¨®n que ellos conf¨ªan en que sea pol¨ªtica y no jur¨ªdica, la que tendr¨¢n que tomar tres jueces, con toda probabilidad todos conservadores, cuando analicen el recurso que Camps presentar¨¢ hoy.

Estos pol¨ªticos aseguran que la presi¨®n ambiental para estos jueces est¨¢ siendo muy fuerte, y creen que no asumir¨¢n la responsabilidad de acabar con la carrera pol¨ªtica del hombre m¨¢s poderoso de la Comunidad Valenciana. Las apuestas internas est¨¢n abiertas y seguir¨¢n en los pr¨®ximos d¨ªas, pero la preocupaci¨®n es creciente y la dificultad de los populares para hacer llegar sus mensajes pol¨ªticos aumenta cada d¨ªa.