Robert Louis-Dreyfus, propietario del Olympique
El empresario franc¨¦s perdi¨® millones con el club de Marsella
El pasado 4 de julio muri¨® de una leucemia el poco ortodoxo hombre de negocios franc¨¦s Robert Louis-Dreyfus, millonario, empresario a lo grande y patr¨®n del Olympique de Marsella, el club de f¨²tbol que le hizo perder millones de euros, que lo desmoraliz¨® y que acab¨® arrastr¨¢ndole a la c¨¢rcel por 10 meses. Ten¨ªa 63 a?os.
Dreyfus naci¨® en Par¨ªs, en 1946, y desde que vino al mundo su destino parec¨ªa marcado: ¨²nico hijo var¨®n del propietario de un gigante econ¨®mico de la alimentaci¨®n y de la energ¨ªa, de un imperio familiar creado en el siglo XIX, el peque?o Robert estaba destinado a convertirse en el heredero de la dinast¨ªa.
Estudi¨® en uno de los m¨¢s exclusivos institutos de Par¨ªs, el Janson-de-Sally, donde fue incapaz de sacarse el bachillerato debido a que result¨® un estudiante catastr¨®fico. La leyenda sostiene que, gracias a las timbas de p¨®quer que jug¨® con sus compa?eros de instituto, Dreyfus comenz¨® a amasar una fortuna personal. Tambi¨¦n por esa ¨¦poca, a los 18 a?os, empez¨® a fajarse como boxeador en combates de barrio de la periferia parisiense. No destac¨® como en el naipe debido a que carec¨ªa de hambre para ganar, seg¨²n reconoci¨® ¨¦l mismo.
Se convirti¨® en un "Donju¨¢n de los negocios", seg¨²n algunos bi¨®grafos
Compraba una empresa en ruina, la reflotaba y luego la malvend¨ªa
Con los a?os consigui¨® una licenciatura de Econom¨ªa en Harvard, trabaj¨® como becario al abrigo del millonario Siegmund Warburg, se desentendi¨® del Mayo del 68, se enrol¨® en la guerra de los Seis D¨ªas (en el bando jud¨ªo) y form¨® un kibutz. A?os despu¨¦s pareci¨® encarar por fin su destino de heredero al que estaba en principio abocado desde la cuna y se ocup¨® de las ramas de la empresa familiar en Estados Unidos y en Brasil.
Pero a los 36 a?os, en 1982, se desentendi¨® de nuevo, le hizo un regate a la tradici¨®n familiar y, para espanto de sus padres, se embarc¨® en una aventura econ¨®mica arriesgada para la que utiliz¨® el dinero que hab¨ªa ganado a?os atr¨¢s en las timbas: compr¨® una parte de una empresa de estudios farmac¨¦uticos (IMS Health), que zozobraba. La reflot¨® y la revendi¨® por un centenar de euros unos a?os despu¨¦s.
Se convirti¨® en lo que algunos bi¨®grafos han calificado como "un Donju¨¢n de los negocios", esto es, alguien especializado en abrazar empresas encaminadas a la ruina para, una vez saneadas, abandonarlas a su suerte y lanzarse a una nueva conquista.
Tras IMS se hizo cargo de la empresa de publicidad Saatchi & Saatchi. Fue una tarea extenuante. ?l mismo lo asegur¨®: "Durante un a?o, cuando llegaba el lunes, no sab¨ªa si ¨ªbamos a llegar al fin de semana". En 1992, la empresa andaba sola y Dreyfus, mordido ya por el virus medi¨¢tico, buscaba otra presa en apuros sobre la que arrojarse. La encontr¨®: Adidas.
De ella sali¨® no s¨®lo m¨¢s millonario, sino con los contactos necesarios para ingresar en un mundo que adoraba desde ni?o: el deporte. "Habr¨ªa cambiado toda mi carrera de hombre de negocios por destacar en un deporte, en el que fuera", asegur¨® en una biograf¨ªa.
As¨ª, el siguiente salto fue casi normal. Se convirti¨® en el due?o del Olympique de Marsella. En sus propias palabras: "El gran error de mi vida". No consigui¨® ning¨²n t¨ªtulo. No se gan¨® a los seguidores, ni a las mil y una fuerzas vivas (pol¨ªticos, empresarios locales...), que siempre revolotean en torno a un club de f¨²tbol. Toc¨® fondo en 2007, cuando fue condenado a 10 meses de c¨¢rcel por "abuso de bienes sociales". Hac¨ªa a?os que luchaba contra el c¨¢ncer y que hab¨ªa vuelto a manejar las riendas de su impresionante herencia, aceptando, por fin, su destino de ni?o rico.
Tal vez para vengarse de ese destino con el que llevaba jugando al p¨®quer toda la vida, una noche de 2007, enfadado despu¨¦s de perder una final de la Copa de Francia, al dirigirse a sus jugadores, a los que consideraba demasiado bien pagados, les insult¨® as¨ª: "Sois unos burgueses de mierda".
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