Un Sol
Conoc¨ª a Sol Alameda durante el a?o en que fui becaria en El Pa¨ªs Semanal, un periodo breve pero trascendental en mi vida. Sol usaba el ordenador de al lado. Me fascinaba esa mujer menuda de cabello revuelto y aire despistado que escrib¨ªa unas entrevistas memorables que arrancaban con una entradilla siempre certera: clavaba al personaje. Sol arrugaba los ojillos ante el ordenador, sub¨ªa la barbilla y miraba la pantalla por debajo de las gafas. Tecleaba con un dedo y a veces se aturullaba con la tecnolog¨ªa. "?Little!", dec¨ªa entonces y yo acud¨ªa veloz. Me hac¨ªa ilusi¨®n que me hubiese puesto mote. Sol era cari?osa y soltaba unas carcajadas sonoras. Recuerdo la cara entre traviesa y apurada con la que regres¨® de su encuentro con James Wolfensohn, presidente del Banco Mundial (El guardi¨¢n de los poderosos, EPS, 22 de julio de 2001). A mitad del encuentro Sol se dio cuenta de que hab¨ªa olvidado conectar la grabadora. Repitieron las preguntas y obtuvo otra entrevista memorable.
Un d¨ªa le pregunt¨¦ qu¨¦ hab¨ªa que hacer para lograr una buena entrevista (como si eso se pudiera explicar). Paciente, Sol me dijo que ante todo hab¨ªa que informarse lo m¨¢ximo posible sobre la persona en cuesti¨®n. Aquello la verdad es que no me dej¨® satisfecha y le ped¨ª que me dejara acompa?arla a una de sus citas. Ser¨ªa una sombra. No dir¨ªa ni mu. "Eso no se lo permitir¨ªa ni a mi hija", contest¨®. Y me qued¨¦ con las ganas de verla en acci¨®n.
Poco despu¨¦s, la enfermedad la alej¨® de la redacci¨®n. Y a Sol, que era un sol, la echamos todos de menos. Se ha ido una maestra del periodismo. Una mujer cuyo recuerdo te arranca s¨ª o s¨ª una sonrisa. Un rayo de sol.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.