La trampa del est¨ªmulo econ¨®mico
En cuanto el Gobierno electo de Obama anunci¨® su plan de est¨ªmulo econ¨®mico (antes de la toma de posesi¨®n), algunos de nosotros empezamos a temer que el plan resultase insuficiente. Y tambi¨¦n nos tem¨ªamos que podr¨ªa ser dif¨ªcil, desde el punto de vista pol¨ªtico, volver a por otra ronda. Desgraciadamente, se ha visto que estos temores estaban justificados. Los malos datos del empleo de junio han dejado claro que el est¨ªmulo econ¨®mico era, en efecto, demasiado peque?o. Pero tambi¨¦n ha da?ado la credibilidad de la gerencia econ¨®mica del Gobierno. Ahora existe un riesgo real de que el presidente Barack Obama se vea pillado en una trampa pol¨ªtico-econ¨®mica.
Hablar¨¦ sobre esa trampa y la forma de escapar de ella en un momento. Pero antes perm¨ªtanme volver atr¨¢s y preguntar c¨®mo deber¨ªan los ciudadanos responsables reaccionar antes las decepcionantes noticias econ¨®micas. ?Deber¨ªamos tener paciencia y darle al plan de Obama tiempo para que funcione? ?Deber¨ªamos exigir acciones m¨¢s audaces y de m¨¢s envergadura? ?O deber¨ªamos afirmar que el plan ha fracasado y pedir al Gobierno que lo abandone por completo? Antes de responder, tengan en cuenta lo que sucede en ¨¦pocas normales.
Cuando hay una recesi¨®n normal y corriente, la tarea de combatir esa recesi¨®n se le encomienda a la Reserva Federal. La Fed responde recortando los tipos de inter¨¦s de manera gradual. Al bajar los tipos poco a poco, los va recortando hasta que la econom¨ªa se recupera. De vez en cuando, se detiene para evaluar los resultados de su actuaci¨®n; si la econom¨ªa sigue siendo d¨¦bil, contin¨²an los recortes. Durante la ¨²ltima recesi¨®n, la Fed recort¨® repetidamente los tipos a medida que la depresi¨®n se hac¨ªa m¨¢s profunda: 11 veces en 2001. Entonces, cuando hubo unos primeros indicios de recuperaci¨®n, se detuvo, y dio a los recortes tiempo para que funcionasen. Pero cuando estuvo claro que la econom¨ªa a¨²n no crec¨ªa lo bastante deprisa como para crear empleo, sigui¨® con los recortes.
Por eso, normalmente, esperamos que los responsables pol¨ªticos respondan a los datos de empleo negativos con una combinaci¨®n de paciencia y resoluci¨®n. Deben dar a las medidas tiempo para funcionar, pero tambi¨¦n deben plantearse la posibilidad de intensificar dichas medidas. Y eso es lo que el Gobierno de Obama deber¨ªa estar haciendo ahora mismo con su plan de est¨ªmulo fiscal.
(Hay que recordar que el est¨ªmulo era necesario porque la Fed, tras haber recortado los tipos de inter¨¦s hasta cero, se hab¨ªa quedado sin munici¨®n para luchar contra esta crisis). Es decir, los responsables pol¨ªticos deben mantener la calma frente a los primeros resultados decepcionantes, y admitir que el plan necesitar¨¢ alg¨²n tiempo para dar todos sus frutos. Pero tambi¨¦n deben estar preparados para aumentar el est¨ªmulo ahora que est¨¢ claro que la primera ronda no ha sido lo bastante generosa.
Desgraciadamente, la estrategia de la pol¨ªtica fiscal es muy distinta de la de la pol¨ªtica monetaria. Durante los ¨²ltimos 30 a?os, se nos ha dicho que el gasto gubernamental es malo, y la oposici¨®n conservadora al est¨ªmulo fiscal (que podr¨ªa hacer que la gente tuviese una mejor opini¨®n del Gobierno) ha sido agria e implacable, incluso frente a la peor crisis que ha habido desde la Gran Depresi¨®n. Es de suponer, por tanto, que los republicanos (y algunos dem¨®cratas) han considerado toda mala noticia una prueba del fracaso, m¨¢s que un motivo para reforzar la pol¨ªtica. De ah¨ª el peligro de que el Gobierno de Obama se vea atrapado en una trampa pol¨ªtico-econ¨®mica en la que la propia debilidad de la econom¨ªa mine la capacidad de la Administraci¨®n para responder con eficacia.
Como he dicho, me tem¨ªa que esto suceder¨ªa. Pero eso es agua pasada. La pregunta es qu¨¦ deben hacer ahora el presidente y su equipo econ¨®mico. Es perfectamente l¨®gico que el Gobierno defienda lo que ha hecho hasta ahora. Est¨¢ muy bien que el vicepresidente Joe Biden recorra el pa¨ªs y subraye las muchas cosas buenas que el dinero del est¨ªmulo est¨¢ haciendo. Tambi¨¦n es razonable que los economistas del Gobierno pidan paciencia y se?alen, con buen criterio, que nunca se ha esperado que el est¨ªmulo fuese a dar todos sus frutos este verano, o incluso este a?o.
Pero hay una diferencia entre defender lo que uno ha hecho hasta ahora y estar a la defensiva. Fue inquietante que Obama rectificase la afirmaci¨®n de Biden de que el Gobierno "malinterpret¨®" la econom¨ªa, diciendo que "no hab¨ªa nada que hubieran hecho de forma diferente". Hab¨ªa un tufillo al complejo de infalibilidad de Bush en esa observaci¨®n, un indicio de que el actual Gobierno podr¨ªa compartir con su predecesor algo de la incapacidad de ¨¦ste para reconocer sus errores. Y ¨¦sa es una actitud que ni Obama ni el pa¨ªs se pueden permitir.
Lo que Obama tiene que hacer es ser franco con los estadounidenses. Tiene que reconocer que puede que no haya hecho lo suficiente en el primer intento. Tiene que recordarle al pa¨ªs que est¨¢ tratando de guiarlo a trav¨¦s de una fort¨ªsima tormenta econ¨®mica, y que tal vez sea necesario reajustar algo el rumbo (incluyendo, muy posiblemente, otra ronda de est¨ªmulo). En resumen, tiene que hacer por la pol¨ªtica econ¨®mica lo que ya ha hecho por las relaciones raciales y la pol¨ªtica exterior: hablar a los estadounidenses como a adultos. -
Paul Krugman es profesor de Econom¨ªa de Princeton y premio Nobel de Econom¨ªa 2008. ? 2009 New York Times News Service. Traducci¨®n de News Clips.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.