Respiro veraniego

El paro registrado descendi¨® en julio por tercer mes consecutivo, en esta ocasi¨®n en 20.794 personas, y situ¨® el nivel de parados que registran los servicios p¨²blicos de empleo en 3.544.095 personas. Por supuesto, la estad¨ªstica mensual es favorable (cosa bien distinta es la de los ¨²ltimos 12 meses, que muestra un aumento del n¨²mero de parados en 1.117.179 personas) e indica, como muchos se han encargado ya de recordar, la estacionalidad favorable y los buenos resultados del Plan E del Gobierno. Los 8.000 millones de inversi¨®n municipalizada, seg¨²n los datos conocidos, han conseguido crear unos 400.000 empleos. Son noticias favorables, junto con la buena evoluci¨®n del mercado de valores y una cierta recuperaci¨®n de la confianza de los consumidores, que conceden un respiro en el hartazgo de p¨¦simos indicadores econ¨®micos de esta larga y profunda recesi¨®n econ¨®mica.

Desafortunadamente, sin embargo, ¨¦sta no es la tendencia de fondo. El turismo aumenta las contrataciones del sector servicios en verano, pero probablemente el efecto empezar¨¢ a agotarse en agosto. Por a?adidura, se da una probabilidad muy alta de que en septiembre repunte de nuevo el paro, debido a que las decisiones de cierre de empresas se suelen reservar para esas fechas. Es aconsejable, pues, comprobar c¨®mo evoluciona el mercado laboral en los pr¨®ximos dos meses para evaluar de forma prudente c¨®mo acabar¨¢ el a?o en materia de ocupaci¨®n y empleo. Porque la tendencia prevista marca crecimiento del paro durante los ¨²ltimos cuatro meses, hasta aproximarse a una tasa del 20%, en t¨¦rminos de la Encuesta de Poblaci¨®n Activa.

Los buenos datos del paro registrado durante los ¨²ltimos tres meses y la desaceleraci¨®n del paro EPA en el segundo trimestre no modifican el pron¨®stico principal: la econom¨ªa espa?ola seguir¨¢ soportando tasas muy elevadas de desempleo al menos hasta mediados de 2011, debido a que no es capaz de generar empleo a tasas de crecimiento del PIB por debajo del 2%. ?sta es una evidencia que el Gobierno y los agentes sociales parecen ignorar con suficiencia reprobable cuando unos se abonan al optimismo circunstancial y otros exigen reformas del mercado laboral como remedio inmediato contra la destrucci¨®n de empleo. La creaci¨®n de puestos de trabajo es funci¨®n directa de la tasa de actividad y no del coste de despido.

El paro persistente convierte en acuciante un pacto social de verdad y no el de mentirijillas con el que estuvieron jugando el Gobierno, los sindicatos y la CEOE durante casi ocho meses. Ese pacto debe incluir medidas para conseguir que la econom¨ªa espa?ola sea capaz de crear empleo incluso con tasas de crecimiento inferiores al 2%. Se puede hacer, sin abaratar el despido, estimulando la contrataci¨®n parcial o flexibilizando -que no eliminando- la contrataci¨®n colectiva. El problema es que el tiempo pasa y los actores sociales no se han aprendido bien el papel.