"Berlusconi hace propaganda y no tiene en cuenta la realidad"
Cuando el Gobierno italiano introdujo el delito de inmigraci¨®n clandestina escribi¨® al Parlamento para pedir una regularizaci¨®n general de todos los inmigrantes que trabajan ilegalmente en Italia. Pocos d¨ªas despu¨¦s admiti¨® que entre los militantes de su organizaci¨®n hab¨ªa quien votaba a la Liga Norte por su ret¨®rica anti inmigraci¨®n. Pero Guglielmo Epifani (Roma, 1950), secretario general de la CGIL, la mayor central sindical de Italia con seis millones de afiliados, asegura en una conversaci¨®n telef¨®nica desde Roma que no est¨¢ dispuesto a "sufrir la ofensiva de la derecha". Cree que "la pol¨ªtica del Gobierno sobre la inmigraci¨®n es absurda y contraproducente, para las personas y para el pa¨ªs".
Pregunta. Tras la aprobaci¨®n del decreto que regulariza a cuidadores y asistentes familiares, usted volvi¨® a pedir la extensi¨®n de la medida a todos los trabajadores extranjeros. ?Cree que al final el Gobierno adoptar¨¢ una regularizaci¨®n masiva?
Respuesta. Me parece il¨®gico lo que ha hecho el Gobierno. En el decreto sobre las cuotas de ingreso de 2007, fueron 700.000 las solicitudes presentadas [para 170.000 plazas]. Se trata de personas que tienen derecho a ser regularizadas porque ya trabajan aqu¨ª. Adem¨¢s, las solicitudes han sido presentadas por los empresarios que garantizan que tienen un trabajo. Se cumpl¨ªan las condiciones para regularizar a todos y el Gobierno no lo ha hecho. La que han aprobado ahora es una medida discriminatoria, porque la selecci¨®n de quienes tienen que ser legalizados se basa en el tipo de trabajo que se hace. ?Un alba?il que arriesga su vida trabajando en las obras no tiene derecho a ser regularizado? ?Un empresario que empleaba a un trabajador clandestino que pod¨ªa ser regularizado, ahora no tiene m¨¢s salida que echarle de la empresa, denunciarle y denunciarse a s¨ª mismo? Es todo il¨®gico, porque se trata de medidas que no tienen en cuenta la realidad. Es todo pura ideolog¨ªa y propaganda dictada por la Liga Norte. Y nosotros nos rebelamos, como tendr¨ªa que hacer cualquier persona con un m¨ªnimo de conciencia civil. ?El Gobierno lo har¨¢? Creo que no porque es prisionero de esta ideolog¨ªa.
P. ?Qu¨¦ puede pasar a partir de ahora?
R. Los trabajadores irregulares caer¨¢n todav¨ªa m¨¢s en la clandestinidad. Y en un momento de crisis en el que ser¨ªa ¨²til para el pa¨ªs regularizar su trabajo, ya que significa contribuciones, ingresos fiscales y un aumento de la tasa de ocupaci¨®n.
P. ?No es discutible la capacidad del mercado italiano para absorber a estos trabajadores?
R. ?Pero si estas personas ya trabajan en Italia! Ya tienen una relaci¨®n de trabajo que s¨®lo espera ser legalizada. No roban el trabajo a nadie porque ya trabajan y producen ingresos, aunque de forma ilegal.
P. La regularizaci¨®n de cuidadores y asistentes familiares por s¨ª sola aportar¨ªa al Estado italiano m¨¢s de 1.300 millones de euros. ?A qui¨¦n beneficia dejar otros cientos de miles de trabajadores en situaci¨®n de ilegalidad?
R. Es s¨®lo una cuesti¨®n ideol¨®gica. Y es una situaci¨®n deprimente, sin l¨®gica para los intereses del pa¨ªs, ni para los intereses de la seguridad, ni para los intereses econ¨®micos.
P. Usted es secretario del mayor sindicato italiano. Un sindicato de izquierdas. Y hace pocos d¨ªas reconoci¨® que entre sus militantes hay quien vota a la Liga Norte. ?C¨®mo puede pasar esto? ?En qu¨¦ se ha fallado?
R. Fallado... [Se altera un poco]. Hay pulsiones irracionales, no s¨®lo en Italia sino en toda Europa. La derecha los aprovecha, equivoc¨¢ndose. No se trata de dejar que lleguen clandestinos, otros inmigrantes. El problema es reconocer a los que trabajan aqu¨ª la documentaci¨®n que les permita regularizarse, poder pagar impuestos y seguridad social.
P.?Si por fin la regularizaci¨®n masiva llega, a partir de ah¨ª, cu¨¢l deber¨ªa ser la pol¨ªtica adecuada?
R. Tenemos que empezar a abordar el tema de forma distinta, con una relaci¨®n a la luz del sol, con un periodo de formaci¨®n para los inmigrantes que abra a un periodo de trabajo, siempre dentro del sistema de las cuotas de ingreso, pero a trav¨¦s de un mecanismo m¨¢s transparente. Est¨¢ claro que un pa¨ªs no puede acoger a todos porque hay problemas de varios tipos: la casa, la integraci¨®n y las resistencias de una parte de la sociedad. Es una cuesti¨®n que tiene que ser afrontada de manera laica, teniendo en cuenta los problemas de seguridad, pero tambi¨¦n la utilidad que para el pa¨ªs estos trabajadores representan.
P. Pero es cierto que en la sociedad se ha difundido preocupaci¨®n sobre la gesti¨®n de la inmigraci¨®n. ?C¨®mo puede el sindicato defender las peticiones de sus militantes y al mismo tiempo las de los trabajadores inmigrantes, sin alimentar la competencia o la que muchos han definido guerra entre pobres?
R. Nosotros tenemos 300.000 extranjeros inscritos en nuestro sindicato, es decir una d¨¦cima parte de los tres millones de trabajadores que militan en la CGIL [los otros casi tres millones son jubilados]. Intentamos favorecer la integraci¨®n, el respeto, el conocimiento mutuo, en la contrataci¨®n tenemos en cuenta las distintas religiones, facilitamos la b¨²squeda de alojamiento, promovemos la formaci¨®n, trabajando tambi¨¦n con los empresarios. Luego sabemos que en muchos sitios hay miedo a hablar de la cuesti¨®n porque alguien piensa que se pierde el trabajo por culpa de los inmigrantes. Pero en la gran mayor¨ªa de los casos no es verdad. Porque hay trabajos, y no se puede negarlo, que los italianos no quieren hacer.
P.?Pero cree que los sindicatos y la izquierda en general est¨¢n afrontando la cuesti¨®n de forma eficaz en Italia y en Europa?
R. Hay una crisis de la izquierda en Europa muy fuerte, que depende de muchos factores. Entre ellos el miedo y la preocupaci¨®n de quien ve en los inmigrantes un enemigo. As¨ª que hay que tenerlo en cuenta. Pero yo creo que debemos hacerlo hablando a cara descubierta para ver d¨®nde est¨¢n los problemas, para discutir con los trabajadores, para hacer lucha pol¨ªtica. No soy partidario de esconder el problema, sufriendo la ofensiva de la derecha sobre estos temas. Una ofensiva que grita al enemigo, habla de seguridad, y luego corta el presupuesto a la polic¨ªa para las operaciones de prevenci¨®n.
P.?Hay espacio en Italia para un discurso sobre la inmigraci¨®n que vaya m¨¢s all¨¢ de la cuesti¨®n de la seguridad?
R.Debe haberlo, porque es un asunto de civilizaci¨®n no de una estaci¨®n pol¨ªtica o de otra. No es un caso si el sindicato y la iglesia han sido las dos fuerzas que con mayor coherencia y coraje se est¨¢n enfrentando a la cuesti¨®n. Los partidos de izquierdas tambi¨¦n lo han hecho pero se tiene que estar m¨¢s con la gente, hablar m¨¢s con los trabajadores que tienen una opini¨®n distinta, no dejar que se alimente el miedo.
P.Usted dice que la Iglesia y los sindicatos son las fuerzas que han trabajado con m¨¢s coherencia y coraje. ?Quiere decir que el centroizquierda no lo ha hecho?
R.Al centroizquierda no tengo nada que reprochar, ha cumplido con su deber. Pero el problema es que tiene que volver a estar con la gente. No s¨®lo hace falta una posici¨®n en el Parlamento, tambi¨¦n tiene que tener una posici¨®n en el pa¨ªs, una posici¨®n dentro de la sociedad, luchar. Y eso, quiz¨¢, falta.
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