Macedonia reabre el debate
Espa?a remonta un 2-0 en una segunda parte en la que Del Bosque cambi¨® el esquema
Espa?a recuper¨® anoche en Macedonia un viejo debate sepultado en los ¨²ltimos meses por la complacencia. ?C¨®mo juega mejor la selecci¨®n: con dos delanteros o con uno? Es decir, como empez¨® la Eurocopa que gan¨® en Viena o como la acab¨® tras la lesi¨®n de Villa en la semifinal ante Rusia. Los partidarios de los cinco centrocampistas se cargaron de raz¨®n anoche tras la segunda parte de Espa?a, un periodo de inspiraci¨®n que le permiti¨® voltear, en 10 minutos, un 2-0 adverso. Con un solo punta, el conjunto de Del Bosque recuper¨® el dinamismo, la precisi¨®n y el acierto que le abandon¨® en el primer tiempo. Encontr¨®, en suma, toda su esencia, lo que permiti¨® a Del Bosque repartir regalos a sus chicos en forma de los debuts de Montreal y Diego L¨®pez.
MACEDONIA 2 - ESPA?A 3
Macedonia: Nikolovski (Pacovski, m. 67); Noveski (Mojsov, m. 56), Sedloski, Mitrevski, Popov; Despotovski (Tasevski, m. 73), Georgievski (Grozdanovski, m. 60), Sumulikoski; Naumoski (Ivanovski, m. 57), Stojkov y Pandev. No utilizados: Lazarevski; e Ibrahimi.
Espa?a: Reina (Diego L¨®pez, m. 64); Arbeloa, Piqu¨¦, Puyol, Capdevila (Monreal, m. 72); Cazorla (Cesc, m. 46), X. Alonso (Busquets, m. 46), Xavi (Marchena, m. 70), Silva; Torres (G¨¹iza, m. 63) y Villa (Riera, m. 46). No utilizados: Casillas; Albiol y Mata.
Goles: 1-0. M. 8. Pandev, solo ante Reina. 2-0. M. 33. Pandev recorta a Puyol y marca. 2-1. M. 50. Xavi peina el bal¨®n y Torres anota rematando de cabeza. 2-2. M. 53. Piqu¨¦, a porter¨ªa vac¨ªa. 2-3. M. 55. Riera, de un zurdazo por la escuadra.
?rbitro: Pieter Vink (Holanda). Amonest¨® a Naumoski, Xavi y Busquets.
Estadio Filipo II: 35.000 espectadores. Se guard¨® un minuto de silencio y los jugadores de Espa?a salieron con el n¨²mero 21 en homenaje a Daniel Jarque. En el amistoso Suiza-Italia tambi¨¦n se guard¨® un minuto de silencio.
M¨¢s c¨®moda con cinco medios, Espa?a marc¨® tres goles en 10 minutos
Claro que antes Macedonia hizo sufrir a Espa?a. Tras dilapidar un c¨®rner a favor, la selecci¨®n espa?ola se repleg¨® a destiempo y tir¨® mal el fuera de juego. Pandev dispuso de un siglo para encarar a Reina. El delantero del Lazio sorte¨® al portero con un regate largo y marc¨® (m. 7). La dificultad ya la conoc¨ªa Espa?a: un rival escondido, muy protegido, a la espera de salir a la contra, como le sucedi¨® en la pasada Copa Confederaciones frente a Estados Unidos. En ambos casos, el combinado de Del Bosque recibi¨® demasiadas ocasiones de gol en contra. Sobre todo por comparaci¨®n con la Eurocopa. La diferencia en la alineaci¨®n era la ausencia de Senna, pieza clave en la contenci¨®n en el torneo de Viena.
Pero Espa?a tambi¨¦n fall¨® en el juego de pases interiores. Les falt¨® precisi¨®n. La escasez de entrenamientos en las piernas de los internacionales espa?oles obstruy¨® sus mentes, empecinadas en atacar por el centro de la poblada defensa macedonia. Sin que los laterales, Arbeloa y Capdevila, tampoco disfrutaran de la energ¨ªa necesaria para prodigarse por los extremos.
A esa frustraci¨®n atacante se uni¨® la debilidad defensiva, confirmada poco despu¨¦s en otro fuera de juego mal ejecutado que aprovech¨® de nuevo Pandev. El delantero zurdo esper¨® la llegada desesperada de Puyol, a quien recort¨® hacia su pierna preferida. El remate, ajustado al palo derecho de Reina, se le escap¨® de los dedos al portero espa?ol, que eligi¨® mal d¨ªa para suplir a Casillas.
Espa?a reaccion¨® con orgullo y vivi¨® sus mejores momentos en el final de la primera parte. Impulsada por la movilidad de Cazorla, la selecci¨®n sum¨® dos disparos seguidos de Villa, el segundo al palo. La desesperaci¨®n empez¨® a dibujarse en los rostros de los espa?oles, que no quer¨ªan manchar su prestigio ni siquiera trat¨¢ndose de un partido amistoso. Villa, al menos dispuso de oportunidades. Torres no. Y el jugador del Liverpool le recrimin¨® a su compa?ero en el ataque que no le pasara m¨¢s el bal¨®n. En esto, las reacciones de los futbolistas profesionales son iguales que las de los ni?os de la calle: la frustraci¨®n, la rabia y los reproches al compa?ero, por mucho que esta selecci¨®n se haya caracterizado precisamente por la solidaridad y el respeto entre ellos.
Del Bosque cambi¨® el dibujo en el descanso, volviendo al 4-5-1 con el que se le gan¨® la final de la Eurocopa a Alemania. Y el efecto fue inmediato. Los reci¨¦n llegados (Busquets, Riera y Cesc) sacudieron el letargo del equipo y Espa?a entr¨® en una especie de ¨¦xtasis que le permiti¨® marcar tres goles en 10 minutos. Es como si Torres, tan apagado hasta entonces, se sintiera liberado sin la competencia de Villa. Pein¨® un centro templado de Villa. A continuaci¨®n lleg¨® Cesc, cuyo disparo repelido por el p¨®ster lo emboc¨® a poca distancia Piqu¨¦, en su segundo tanto como internacional. Noqueada Macedonia, Riera solt¨® un latigazo desde el pico izquierdo del ¨¢rea que entr¨® por la escuadra. Y, mirando al cielo, le dedic¨® el golazo a Jarque, de quien fuera compa?ero en el Espanyol.
La entrada de Riera tambi¨¦n mejor¨® a Silva, que abandon¨® la punta izquierda para situarse donde m¨¢s le gusta, en la media punta. Se lo pas¨® en grande en esa posici¨®n. Satisfecho Del Bosque, retir¨® a Reina e hizo debutar a Diego L¨®pez, que recibi¨® un gran abrazo del titular del Liverpool. No ser¨ªa el ¨²nico gesto de generosidad de Del Bosque, que tambi¨¦n propici¨® el estreno en la roja de Monreal, el lateral izquierdo de Osasuna.
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