Estados Unidos lucha por sobrevivir
Tras el ba?o sufrido en Pek¨ªn ante Jamaica, s¨®lo Gay sostiene la velocidad del imperio
Hace 25 a?os, qu¨¦ tiempos aqu¨¦llos, reinaba Carl Lewis, que en los Juegos de Los ?ngeles lider¨® las maniobras de un equipo estadounidense que en las distancias cortas aniquil¨® cualquier oposici¨®n. Lewis, con sus cuatro oros, se proclam¨® digno heredero de Jesse Owens y, tras ¨¦l, triunfaron tambi¨¦n Evelyn Ashford, Valerie Brisco-Hooks... Todos los sue?os estaban permitidos. Todos los deseos se hac¨ªan realidad para un atletismo, el norteamericano de velocidad, que sigui¨® criando estrellas envueltas en la bruma de la duda y la posterior certidumbre -Florence Griffith, Marion Jones, Mo Greene- hasta llegar a la nada. Hasta llegar a Pek¨ªn 2008, donde Jamaica, Usain Bolt y otros tantos y tantas, una peque?a isla del tama?o de Murcia y con la poblaci¨®n de Valencia, les dej¨® sin ning¨²n t¨ªtulo en las carreras que cuentan, las que designan al m¨¢s r¨¢pido, a la m¨¢s r¨¢pida, del planeta.
Hace 25 a?os, hace 10, hace cinco incluso, cuando ya los primeros s¨ªntomas del deterioro estadounidense -materializados en la visibilidad repentina y luminosa de los problemas de dopaje, hasta entonces materia reservada- empezaban a despuntar, pocos podr¨ªan haber sospechado, sin embargo, la ca¨ªda en picado. Tampoco, claro, que Jamaica se transformara en la gran potencia actual. Mucho menos, por supuesto, que los Mundiales de 2009, cita de resaca ol¨ªmpica y, por lo tanto, habitualmente de segundo nivel, adquirieran para la gran potencia el car¨¢cter dram¨¢tico de lucha por la supervivencia. "Si no logramos ning¨²n t¨ªtulo en las pruebas de sprint, las ¨²nicas que cuentan para nuestros aficionados, ser¨¢ un desastre", advierte, pesimista, Tyson Gay, el hombre que soporta todo el peso de las expectativas de su pa¨ªs. Porque detr¨¢s de ¨¦l no hay nadie.
"El gran duelo", venden los carteles que empapelan Berl¨ªn estos d¨ªas. El gran duelo, dicen, es el de Bolt contra Gay cuando deber¨ªan decir m¨¢s apropiadamente el de Bolt contra el tiempo, el de Jamaica contra s¨ª misma. Y la cosa va para largo. Aunque, dicen los expertos, Bolt est¨¢ disfrutando de ese periodo de dos a?os en que todo gran atleta es inmune a las lesiones, los accidentes, la baja forma..., en los que todo lo que intenta le sale, todav¨ªa tiene 22 a?os y puede pasar por un bache.
Otro jamaicano le sustituir¨¢ hasta que vuelva. Si no gana Gay ni en los 100 ni en los 200 metros, no habr¨¢ ning¨²n estadounidense que le pueda dar el relevo. El heredero designado, el incre¨ªble Walter Dix, con tan gran talento como mala cabeza, tras ganar dos medallas en Pek¨ªn, empez¨® a pegarse con su agente a cuenta de la comisi¨®n de un contrato de cuatro millones de euros firmado con Nike, dej¨® de correr fuera y ni siquiera logr¨® plaza en los trials. Y, entre las mujeres, la dinamita de Carmelita Jeter y Alyson Felix parece escasa ante las tres tremendas jamaicanas: la campeona ol¨ªmpica de los 100, Shelly-Ann Fraser; la de los 200, Ver¨®nica Campbell-Brown, y Kerron Stewart.
Bolt, con el 100 y el 200, no ser¨¢ el ¨²nico grande que aspira a un doblete en Berl¨ªn. De la lista se ha ca¨ªdo la et¨ªope Tirunesh Dibaba, que gan¨® el 5.000 y el 10.000 en Pek¨ªn, pues ha renunciado a la distancia larga, lo que puede beneficiar a su compatriota Mesereh Defar, que s¨ª que probar¨¢ con el doble. Y en la media distancia masculina el que se atrever¨¢ con el dificil¨ªsimo doble 800-1.500 es el keniano Abel Kiprop, plata en Pek¨ªn en 1.500 -a la espera del oro del que deber¨ªa ser despojado Rashid Ramzi, positivo por CERA-, al que ya han etiquetado como el m¨¢s grande talento de la distancia desde Wilson Kipketer. Hoy empezar¨¢ su camino en las series del 1.500.
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