Cansinos Assens: la agitada vida de los paramecios
La ventaja de ser una ignorante, como yo lo soy, es que eso me ha permitido el gran fest¨ªn de leer por primera vez a Cansinos Assens hace unas semanas. Descubrir a Cansinos a estas alturas, en efecto, viene a ser algo tan original como descubrir la gaseosa. Pero tambi¨¦n es cierto que, para el gran p¨²blico, este escritor fascinante es un completo desconocido. Nacido en 1882 en Sevilla y residente en Madrid desde los 15 a?os, Rafael Cansinos Assens es el literato por excelencia, un febril letraherido cuyo coraz¨®n deb¨ªa de bombear tinta en vez de sangre. Desde la adolescencia quiso ser escritor y s¨®lo escritor; vivi¨® la bohemia, la mugre hambrienta e histri¨®nica de los artistas de principios de siglo, el Modernismo, m¨¢s tarde el Ultra¨ªsmo, despu¨¦s el desplome de ambos movimientos. Y la Guerra Civil y la cruel posguerra, un desierto poblado de fantasmas.
Qu¨¦ modern¨ªsima es su escritura, qu¨¦ trepidante y ligera, grotesca y conmovedora en ocasiones, desternillante a menudo
Yo supe de Cansinos hace muchos a?os gracias al gran Borges, que le consideraba su maestro. Pero pens¨¦ que el escritor argentino no lo dec¨ªa totalmente en serio, que citaba a un raro y oscur¨ªsimo literato espa?ol para epatar, en uno de sus saltarines juegos borgianos. Y desde luego Cansinos Assens es un raro glorioso, empezando por la chusca an¨¦cdota de que es pariente de Rita Hayworth (Margarita Cansino de nombre real) y terminando por sus dotes de virtuoso pol¨ªglota (hablaba ingl¨¦s, franc¨¦s, alem¨¢n, hebreo, ¨¢rabe...). Su madre y sus dos hermanas eran fervientes cat¨®licas, casi monjiles, pero la familia paterna ven¨ªa de una tradici¨®n judeoconversa y, desde muy joven, Rafael se fue identificando m¨¢s y m¨¢s con el juda¨ªsmo. Public¨® salmos y antolog¨ªas talm¨²dicas, adem¨¢s de novelas, ensayos y cr¨ªticas. Tras la Guerra Civil fue depurado por la dictadura por jud¨ªo; le quitaron el carnet de prensa (mientras Franco, curiosamente, recib¨ªa el carnet n¨²mero uno de la nueva asociaci¨®n de periodistas) y se vio abocado al exilio interior. Un exilio largo y definitivo que s¨®lo acabar¨ªa con la muerte del escritor en 1964.
En esos a?os oscuros vivi¨® de traducir. Aunque durante alg¨²n tiempo no pudo firmar sus trabajos en Espa?a, fue el gran traductor de Dostoievski, Schiller, Goethe, Balzac... Realiz¨® la primera traducci¨®n directa e ¨ªntegra del ¨¢rabe al espa?ol de Las Mil y una noches y del Cor¨¢n, todo ello acompa?ado de amplios estudios. Su curr¨ªculo es impresionante, pero a¨²n impresiona m¨¢s que sobre toda esta esplendidez cayera el olvido borrador, un silencio tajante como de guillotina. En los a?os cincuenta, siendo ya septuagenario, escribi¨® la obra que ahora he devorado, La novela de un literato, tres desmesurados, tal vez algo excesivos vol¨²menes que no son una novela, sino una especie de memorias colectivas, un retrato febril del Madrid literario y bohemio desde 1898 hasta 1936. Al parecer Aguilar le hab¨ªa prometido publicar el libro, pero cuando ley¨® el manuscrito, en 1961, lo rechaz¨® por miedo a las querellas por alusiones y a la censura. S¨®lo lo publicar¨ªa, dijo, si hac¨ªa enormes cambios. Cansinos se neg¨®, tras lo cual volvi¨® a sumergirse en la oscuridad como una vieja ballena. A su entierro s¨®lo acudieron siete personas.
No parece una existencia muy feliz, y, sin embargo, La novela de un literato es un libro lleno de vida e incluso de una desaforada alegr¨ªa que a veces se parece a la tristeza. Qu¨¦ modern¨ªsima es su escritura, qu¨¦ trepidante y ligera, grotesca y conmovedora en ocasiones, desternillante a menudo. Todo el libro sucede en un radio de tres kil¨®metros alrededor de la Puerta del Sol de Madrid; y ah¨ª, como en una gota de agua que, vista a trav¨¦s del microscopio, revela un hervor de bichejos, van pasando las gentes y las d¨¦cadas, todos tan atareados en sus menudas vidas de paramecios altivos. En los tres vol¨²menes de Cansinos Assens aparece todo el mundo: Juan Ram¨®n Jim¨¦nez y su delicuescente languidez; el inefable Valle-Incl¨¢n, "agitando, como un ala, la hueca manga". Blasco Ib¨¢?ez, apasionado y petulante, apabullando al gran Gald¨®s, menudo como un pajarito. Y los dos Machado, y Baroja, y m¨¢s tarde Huidobro, Garc¨ªa Lorca, Alberti y mil m¨¢s. Todos ellos atrapados en un instante de su cotidianidad, todos reales y cre¨ªbles. Como cuando explica que los escritores sol¨ªan vender a toda prisa los libros dedicados que les regalaban otros escritores, para poder pagarse con ellos la merienda: "?No era ya famosa aquella frase del grave Antonio Machado al recibir Sol de la tarde, de Mart¨ªnez Sierra: 'Sol de la tarde, caf¨¦ de la noche'?". Bostezan y sudan los personajes a tu lado, como si estuvieran sentados junto a ti.
Es un mundo desenfrenadamente masculino. Se cuentan cosas de chicos, cosas de hombres, con un adobo de prostitutas y vedettes. La novela de un literato retrata con gran tino una realidad machista y homof¨®bica, pero en honor de Cansinos dir¨¦ que, aun siendo un var¨®n de su tiempo, parece mostrar cierta sensibilidad ante la desigualdad femenina, como cuando saca a la pobre Carmen de Burgos, Colombine, teniendo que dictar un art¨ªculo a toda prisa mientras cuida a su ni?a y sofr¨ªe algo en la sart¨¦n.
El libro tendr¨ªa inter¨¦s aunque s¨®lo fuera por los chismes que narra, pero es bastante m¨¢s que eso. Es un fresco intenso y un poco melanc¨®lico de la vida en toda su peque?ez. Todo ese desasosiego chirriante, esos sue?os de gloria, ?para qu¨¦? Cansinos Assens sigui¨® viviendo en el centro de Madrid y mantuvo hasta su muerte sus costumbres bohemias: dorm¨ªa de d¨ªa, trabajaba por las tardes, sal¨ªa por las noches hasta el amanecer. Pero cuando escribi¨® La novela de un literato ya era viejo y ten¨ªa una guerra a las espaldas. Y esa sombra sobrevuela la alegr¨ªa del libro. Yo lo he le¨ªdo en la edici¨®n m¨¢s reciente, un bolsillo espantoso de Alianza Editorial cuyas p¨¢ginas se van desprendiendo a medida que las pasas (cosa quiz¨¢ apropiada con el tono del libro: sic transit gloria mundi). Puede que no sea un t¨ªtulo f¨¢cil de encontrar, pero he decidido hablar hoy de ¨¦l porque me parece una obra formidable que habr¨ªa que rescatar. Chisporrotea el texto, cruzan centellas.
La novela de un literato (1882-1913). Cansinos Assens. Alianza. Madrid, 2005. 552 p¨¢ginas. 10,90 euros.
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